Mal tiempo para ser negro prieto en Trípoli...

Prosiguen la limpieza étnica en Libia y nuestra ceguera fóbica 

Por Jorge A. Pomar, Colonia

...O simplemente, si aún se es leal al gobierno derrocado, disentir fuera de casa en la nueva Libia "democrática" y humanista de Nicolas Sarkozy & David Cameron, Barack Hussein Obama, Jorge Luis Rodríguez Zapatero, la OTAN, la ONU, Amnesty International, etc. 

Sarkoleón: "Nunca hubo un preacuerdo. Lo que hicimos se hizo sin ninguna intención oculta". Cameleón: "Es grandioso estar en la Libia libre". Abdel Yalil, su marioneta islamofascista en el Consejo Nacional de Transición (CNT): "Como buenos musulmanes creyentes, nosotros sabremos agradecer sus esfuerzos y ellos tendrán prioridad dentro de un marco de preferencia". 

¡Qué derroche de hipocresía, cuánta desfachatez neocolonial! Si es cierto eso de ser "la cara el reflejo del alma", la del ex ministro de Justicia de Gadafi (en el close up de El País ahí debajo) no engaña. No es para menos: el hombre que le acaricia el vientre en la foto de abajo se llama Abdul Hakim Belhadj, connotado talibán internacionalista y actual jefe militar de Trípoli. Dadas las circunstancias, la merecida recompensa fósil para la recoleta Vieja Europa, de nuevo en plan de Marlbrough s'en va-t-en guerre, está todo lo asegurada que puede estarlo. 

Y cómo no, el grueso entre incauto y simoniaco de nuestra inefable oposición complaciente aplaude a rabiar, sin percatarse de que el móvil oculto del autor intelectual de esta recaída europea en la barbarie es el mismo que llevó al Palacio del Elíseo a tratar de meterles a los colombianos, a fuerza de vaselina diplomática por los tres oculares, al melón ("verde por fuera y rojo por dentro", como el que nos provocó la actual ingesta biránica aguda a nosotros los cubanos en enero del 59) de la rijosa Potra de Troya Ingrid Betancourt. 

Eso a pesar de ser algo más que un secreto a voces el inquietante detalle de que en el cujeado ecovientre amazónico de "La Babilónica" franco-colombiana se agazapaba el vapuleado alto mando de las FARC, listo para el asalto al poder total por la vía electoral. 

Pero  ni modo, si esa letra no nos entró ni siquiera con tanta sangre propia derramada... A guisa de contraste --siguiendo el ejemplo del furibundo difunto tribuno ortodoxo José Pardo Llada, a quien durante su largo exilio colombiano se le apagaron como por ensalmo los furores liberticidas frente a los horrores de las FARC-ERP para meterse a pacífico comentarista de fútbol--, guarda prudente silencio a la vista de las narcodegollinas en nuestro "México lindo y querido". Allá tampoco, que se sepa, ni un solo ilustre exiliado culturoso del patio se ha atrevido a invocar los derechos humanos a favor de las víctimas de la carnicería azteca in crescendo.

Agresiva ceguera fóbica por control remoto respecto contra la Libia venial del Gadafi, donde a nadie interesa nuestra militancia, y pánico neuroparalizante (por el pellejo propio) en el agónico "país hermano" al otro lado del golfo, donde al menos los deudos del sinfín de víctimas nos agradecerían el gesto. Algo ha de tener que ver la primera con la vigencia de la leyenda negra sobre la supuesta crueldad distintiva de los moros franquistas de Ceuta y Melilla en una guerra civil caracterizada por la inmisericordia celtíbera a ambos lados del frente. ¿Un rezago racista? 

Pero dejemos ahí las asociaciones incómodas y volvamos a la apoteosis rebelde en el norte de África. A su vez, en la perrera de los vencedores, ya se ve venir la hora de (el Magno Paciente en confidencial epístola a su secretaria Celia Sánchez) "aplastar a todas las cucarachas juntas". 

La clave del contagio amnésico entre nuestros incurablemente despistados cubanólogos nos la da la famosa pregunta aforística: "¿A dónde va Vicente?" Respuesta: "A donde va la gente". Máxime, si es gente influyente y solvente de Occidente en grado de cortarle a uno el agua y la luz sin previo aviso ni apelación posible. Así de inconsecuentes somos. 

Si un opositor militante apoya de algún modo semejante alarde traición nativa , está emitiendo la señal más inequívoca de que su mal es tan grave que hay que desahuciarlo como tal. Las reformas más optimistas suplicadas al príncipe heredero de la Dinastía de Birán, repito, palidecen al lado de la vida real de los libios bajo el Gadafato, donde un inmigrante subsahariano podía ganar neto al mes lo que no cobra ni atrás ni alante un insular de a pie en un año. 

De hecho, mientras que hasta los balseros haitianos en busca de empleo eluden las costas de nuestra Isla de muertos de hambre, la sobreabundancia de mano de otra extranjera guardaba estrecha relación con el hecho verificable de que la gran mayoría de los libios no calificados vivía sin currar, a expensas del presupuesto estatal.  

Por contra, sobra constancia documental de que los tales aliados de Gadafi en el Caribe lo son, a fortiori, también de Al Qaida, Hamás, ETA, Hezbolá, FARC, el "Loco de Teherán", etc. Insisto en la perogrullada por la sencilla razón de que las verdades evidentes, mucho más que las mentiras flagrantes, necesitan reforzamiento. 

Cuando menos, Goebbels, histrión igual de cínico pero --lo que no es demasiado elogio-- bastante más inteligente que sus émulos actuales, habría pulido un poco más el penúltimo Greuelmärchen ("cuento de horror") recién echadoa a rodar por los apologistas de esta campaña de rapiña ultraposmoderna. 

A saber, ¡agárrense fuerte!, uno de los sádicos hijos de Gadafi habría desollado con agua hirviente a la joven (18 años) nodriza etiope de la familia porque no lograba acallar al bebé en medio del estruendo de un bombardeo masivo de la OTAN contra el complejo palaciego donde se refugiaban.

El bulo se da un aire fuerte a aquel reportaje macabro de Bohemia (11-01-1959) con la foto que mostraba al niño César Necolarde Moreno (un negrito, para que surtiera el deseado efecto fóbico en el insconsciente colectivo de las turbas cambiacasacas de aquel año fatídico), hijo de un presunto sicario batistiano, jugando ingenuamente con las calaveras fósiles de las víctimas frescas de su padre durante una excursión al Museo Antropológico Montané, sito en el campus de la Universidad de La Habana. 

El futuro suicida exiliar Miguel Ángel Quevedo, director y dueño del semanario, no desagravió al oficial. Y desde luego, tampoco admitió jamás la solapada intención racista de la noticia. Ni él, ni el reportero ni nadie del selecto piquete redaccional. 

Otro tanto se puede decir de la famosa instantánea de marzo del 49 con dos marines ebrios orinando sobre la cabeza de la estatua de José Martí en el Parque Central. Y de un montón de infundios mediáticos por el estilo, como el mito de los "veinte mil mártires" en boca del enseguida sospechosamente siniestrado Comandante Camilo Cienfuegos, la capciosa saga del balserito Elián González o la dudosa (eppur mi Alter Ego sigue convencido de que realmente "¡ZAPATA VIVE!") inmolación esfinteral del ex albañil de contingente de Banes...

De modo que, a la luz de las notorias semejanzas con la génesis del castrismo, nadie mejor que nosotros para prever el desencanto popular, los sanguinarios ajustes de cuentas y la perra suerte o los remordimientos de conciencia de más de un integrante del gobierno provicional, seleccionado literalemente a dedo por el histrónico Sarkoleón (cualquier día de estos sus múltiples complejos de inferioridad-superioridad le jugarán una mala pasada) desde su despacho en el Palais de l'Élysee.  

Más temprano que tarde, el desmadre general y el salvese-el-que-pueda seguirán sin falta a la embriaguez de la pírrica proeza otanista, aún por consumar en el vasto sur a fuerza de bombardeos "quirúrgicos" contra los últimos reductos de las tropas leales a Gadafi. (Lo buscan en Sirte, su ciudad natal, hasta dentro de los refrigeradores domésticos de las favelas, según se reza el pie de la foto de la agencia AP, divulgada en el ABC* de esta noche, sobre las operaciones de búsqueda y captura, vivo o muerto, del ex hijo pródigo favorito de la ONU y la UE, Washington, París, Londres, Madrid, Roma...).

Visto y comprobado a todas luces que el CNT es una olla de grillos malojeros (con olor a pólvora en la cabeza) de la peor ralea demagógica, de sedicentes "demócratas revolucionarios" al estilo de aquel primer gabinete castrista de los truculentos albores del inconsolablemente llorado "Período Romántico de la Revolución", cuando las descargas de fusilería ordenadas por el Chancho Guerrillero del Rosario atronaban casi a diario las madrugadas habaneras.

[Libya rebels clear bodies of pro-regime soldiers ("Rebeldes libios retirando cadáveres de soldados del régimen"). Y de paso desvalijándolos. Pinche AQUÍ para acceder al elocuente vídeo, restringido en YouTube. (¡Ojo: imágenes tétricas susceptibles de provocar pesadillas en ambos vídeos!)

La misma panacea universal a la que, según los susodichos expertos y el siempre obsecuente  liderazgo microfraccionario de la sicofancia disidencial, habría que regresar, ósculo sobre anillo biránico mediante, en aras de la "paz social y la reconciliación nacional".

A tan noble efecto retrógrado, nuestro leguleyo pontífice apócrifo Oswaldo Payá acaba de promulgar su enésima Encíclica Ecuménica a nombre de la multitudinaria parroquia laica invisible del choteado Movimiento Cristiano Liberación (MCL). 

¿Otro "escritito egocéntrico para uso sanitario de los funcionarios castristas", como diría el despectivo Antúnez, ignorando olímpicamente tantos otros panfletos similares de su puño cerrado y pésima letra?

Por cierto, en la foto titular del reportero de Reuters, reproducida hoy --acríticamente, como de costumbre cuando les cuadra a La Moncloa, el PSOE y Repsol-- en la portada de la versión digital de El País, cabe preguntarse cuál fantasmagórica aviación enemiga volando a baja altura trata de derribar con esa obsoleta cuatrobocas rusa la artillería antiaérea rebelde ante la mirada displicente del fumador de pipa de agua de perfil en primer plano.



Drôle de guerre! ("¡Estrambótica Guerra!"), diría, arrugando el entrecejo, cualquier franchute con experiencia bélica en la Légion Étrangère que se respete a sí mismo... Mientras, en visita relámpago (tres horas), Sarkozy & Cameron se apresuran a darle el espaldarazo a los carniceros del CNT a la antítesis de la "Sharía Moderada", impera ya el terror en Trípoli, donde a los desafectos al nuevo régimen ya apenas les va quedando el derecho al pataleo furtivo en off. Por el momento...
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*La verdad es que a mi Alter Ego, el Abicú y yo nos fascinan, nos chiflan de gusto todas esas tomas fotográficas. En esta otra instantánea del ABC, verbigracia, se puede apreciar cómo, en estricto cumplimiento de los solemnes juramentos humanitarios del CNT, la artillería rebelde bombardea por cuadrículas ahora mismo la villa de Sirte con cañones de sitio, o sea, de grueso calibre (130 milímetros) y, en el tiro parabólico a larga distancia, escasa precisión, que sin duda se vuelve nula en las manos torpes de esos revoliqueros aficionados.