Aireando la podredumbre detrás de la fachada de la AECC

Orden del día: Apoyar la ofensiva de PD en todos los frentes internéticos

Por Jorge A. Pomar, Colonia

Cierto, Embabia y Maité. Antes del Abicú ya lo habían hecho a fondo perdido Servando González en “El extraño encuentro de Jesús Díaz con la muerte” y César Leante en “El largo brazo de Castro”. En su momento, consciente de que lo esencial ya había sido dicho por los pioneros de la cruzada contra la Asociación Encuentro de la Cultura Cubana (AECC), los cité a ambos extenso en "Si no hablo, me ahogo", entre otros libelos calumniosos por el estilo que a la sazón enrarecieron bastante el calor amical alrededor del Abicú. [Cuadro: Dánae recibiendo la lluvia de oro, óleo sobre lienzo, 129 x 180 cm. Tiziano, 1553. Ermitage.]

Empero debemos congratularnos de que Hernández Busto haya pasado de la fase guerrillera --de un tiempo a esta parte venía haciendo restallar el látigo a menudo sobre las cabezas gachas de esos alcurniosos adversarios leales del castrismo-- contra la poderosa Asociación y pasado a la guerra regular de gran alcance y largo plazo con todo el peso de su popularísimo blog plebeyo.

Hasta ahora la arrogante presidencia no se ha dignado someterlo al fuego directo de su artillería intelectual. Pero, dada la mayor envergadura mediática de la ofensiva ernestina, en esta tercera ocasión difícilmente puedan seguir jugando a los escondidos detrás de los anónimos y seudónimos de las Brigadas de Respuesta Rápida Blogosférica.

Ni siquiera les bastará con las oportunas andanadas de fuego amigo de los francotiradores de La Jiribilla, Kaos en la Red, La Jornada, etc. A la postre no va a quedarles más remedio que dar la cara a escupir de algún modo. Torcido desde luego, pues a toda lumbre carecen de coartadas plausibles para, por un lado, justificar el gasto de semejante dineral y, por el otro, la censura-autocensura al servicio de una impotencia extranjera (España).

Porque no nos engañemos: queriendo arrimar la sartén raulista a su brasa, nuestra inefable Madrastra Patria retroprogre de Zapatero y Moratinos --que odia a los gringos, herederos de la Pérfida Albión, mucho más de lo que ama a los cubanos-- va de nuevo a por su ansiada revancha por la derrota del 98 a manos de los yanquis.

En tan anacrónico empeño unta cada vez más grueso y ata cada vez más corto a sus ahijados aececentes para que aboguen sin descanso por unos hipotéticos "ideales originales del 59". En suma, resuena ahí ensordecedoramente la consigna inaugural del Magno Paciente para el Período Especial: "¡Ahora sí vamos a construir el socialismo!"

Con ayuda de los mismos panchos buenistas que traen al parir a la Península, enrumbaremos al fin por el "camino correcto". Medio siglo más de ensayos de ingeniería social con curieles insulares. Al encuentro del socialismo del siglo XXI con Encuentro a la cabeza.

Y reemplazando a Fidel o Raúl, en el de Comandante en Jefe Eloy Gutiérrez Menoyo, quien igual tiene deudas impagables con el PSOE y pide hoy en La Jornada el cierre de Radio Martí, el cese de la ayuda a la disidencia y la disolución del "lobby de Miami".

Incidentalmente, el líder de Cambio Cubano contó al entrevistador la garantía dada a su ex compañero de armas y ex carcelero (Fidel le había conmutado la pena de muerte por 20 años en la cárcel de donde le sacará, pura coincidencia, Felipe González, padrino político de Annabelle Rodríguez) durante una visita a la Isla en 1995: "Le recordé la revolución que había planteado en el 59 y en la que yo seguía creyendo".

Y para que no falte la pinta, otro que bien baila al son del PSOE, se hace el sueco en Encuentro en la Red y cree a pies juntillas en el mesías del CHANGE: el líder de Arco Progresista Manuel Cuesta Morúa. Ahora junte Usted el sustantivo "Cambio" con el atributo "Progresista" y... ¡Mefistófeles nos coja sin bautizar en evangelio semejante!

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En efecto, TB, nada nuevo bajo el sol. Ni siquiera la despótica podredumbre detrás de la fachada de la AECC. Sólo que de vez en cuando, fiel a la máxima abicueril de que las verdades disonantes requieren más reforzamiento que las mentiras eufónicas, conviene a la perversa gusanera exiliar volver darle candela debajo del garapacho al macao culterano madrileño, airear el chisme cada vez a intervalos más breves para que no ahogarse de justo rencor y sana envidia en el exilio.

Es lo que ha hecho Hernández Busto. Hoy mismo, constato con enorme fruición, les sube los decibeles críticos a esos sordos que no quieren oír el rugir de la cohetería reactiva en PD. Tal vez, con una pizca de suerte --y una eclosión de ajena vergüenza por parte de algunos inquilinos de la casa que sin duda la poseen--, logremos evitar que el día menos pensado reviente como un siquitraque la olla de presión podrida con hedor a bota castrista y alpargata zapateril sobre su candente fogón de euros en Infanta Mercedes...

Excurso: Otrosí, dícholo he antaño hasta el hartazgo: de ser ciertas las más graves sospechas de mi Alter Ego, mucho dudo que los presuntos malversadores de la AECC estense enriqueciendo a costa del contribuyente español, cuenta habida de la universalmente en el mundillo diplomático reconocida tacañería del Banco Nacional con el personal domiciliado en el extranjero.

A todo reventar, les dará para vivir sin estrecheces a orillas del Manzanares. Con alguna que otra excepción más bien por razones de pedigrí. Por lo demás, no huelga volver a aclarar que todo este rollo tiene más que ver con la ausencia de autonomía editorial y la libertad de expresión que con la procedencia, cuantía o incluso el desvío de las subvenciones. Fenómeno este último que, como recién se reportara desde La Florida sobre el destape de un caso de uso ilegal de fondos destinados a la oposición interna, sería atajable también en Madrid si el PSOE y el PP así lo desearan.

Vuelvo a mis avestruces... Porque en tal caso, témomelo un horror, tendríamos que esconder todos la cara dentro de un cartucho por estos ingratos pagos progresistas, tan empedernidos como están al truco sociata de acaparar méritos y subsidios pero repartir crímenes y castigos a partes iguales entre víctimas y victimarios.

Contra esa condena a priori no valen pataleos. Así que, entretanto, desquitémonos de antemano regando por toda la blogósfera militante la semilla de la discordia útil. Apoyar como un soldado la ofensiva general en todos los frentes internéticos lanzada por Hernández Busto --no acepta sobornos ni engañosas banderas blancas y ha vuelto a la carga contra la AECC-- hasta que salga el macao de su garapacho en Infanta Mercedes 43.

He ahí la inapelable orden del día emitida para toda la gusanera comunitaria por el Abicú desde el Centro Renano de la Contrarrevolución Liberal en esta gélida Colonia Agripinensis.