Thursday, 14 February 2008

Para matar la nostalgia exiliar el Día de los Enamorados

Habana, Mi Amor, un filme excepcional

Por Jorge A. Pomar, Colonia

Detesto los superlativos. Tanto que a última hora deseché el escogido para referirme en el subtítulo a
Habana, Mi Amor, del director germanooriental Uli Gaulke, el filme con que me propongo celebrar con mis lectores este 14 de febrero. O al menos eso creía porque, bien leída, la frase "un filme excepcional" corresponde también a ese grado máximo de la comparación gramatical.

De entrada, escribí en el borrador: "...el mejor largometraje alemán sobre el amor en Cuba". No contento con ese nivel de elogio, sustituí "alemán" por "europeo". Notando que aún me quedaba corto, taché "europeo" y escribí "extranjero". Hoy acabo de llegar a la rotunda conclusión de que tampoco sé de filme alguno
made in Cuba by Cubans, fictional or not fictional, que haya logrado captar tan bien la sutil adaptación de nuestra ars amandi proletaria a las penurias del Período Especial.

Voy más allá: salvo en el teatro bufo, no abundan las obras con un reparto de parejas plebeyas tan entrañables, cotidianas y convincentes como las formadas por esos personajes entresacados de la multitud capitalina de a pie por el germanooriental para su largometraje
Habana, Mi Amor, película que he visto ya tres veces y siempre me hace sentir la picaresca sensualidad, la calidad galante, la omnipresencia cotidiana del erotismo en los barrios donde aprendí a querer poco o mucho (pero siempre bien) a unas cuantas mujeres.

Un efecto similar, al que me provoca
Suite Havana, del realizador Fernando Pérez, esa otra joya del género centrada en la lucha por la subsistencia. Y es que, como bien concluye en su sinopsis de Habana, Mi Amor el crítico criollo Rubén Lavernia: "El documental demuestra una vez más que, cuando hay talento para hacer una punzante crítica política, no necesariamente hay que hablar de... política". Como la impactante cinta del cubano, capta la épica menuda, la poesía del quehacer diario sin necesidad de narrador.

Tras frecuentes desencantos aquí con documentales sobre la Isla que repiten como un disco rayado la historia del habano envuelto en celofán utópico y/o el duelo del pequeño David caribeño contra el Goliat anglosajón (cuando no abordan temas como el turismo, la educación y la salud o las sempiternas jineteras, que ya me salen hasta en la sopa), lo soprenden a uno gratamente la paciencia, el talento cinematográfico, la perspicacia tipológica de un cineasta extranjero como Gaulke (foto de al lado) para:

(1) Escoger sus personajes (todos más o menos desengañados del socialismo por pura inteligencia y bondad natural) con tanto tino que un casting entre actores de renombre del patio no habría arrojado un elenco de más calidad. Ídem respecto a las locaciones (hablan por sí solas), a tal punto que cualquier espectador no informado tendería a pensar que el director es cubano.
(2) Contar por separado sus historias amorosas, utilizando sólo el día a día común en que están inmersos todos ellos como hilo conductor, argamasa del collage.
(3) Descubrir y aprovechar magistralmente la coloratura voluptuosa del repertorio de los Zafiros a guisa de coro griego.
(4) Insertar, a modo de contraste, episodios en blanco y negro de la telenovela idónea para reflejar el desgarramiento de la familia y la sociedad, y las moralinas de la propaganda oficial.


Título:

Habana, Mi Amor

Director:

Uli Gaulke (Alemania)

Premiere:

Festival de Cine de Berlín 2000

Premios:

LOLA (Oscar alemán) al mejor documental

Fotografía:

Axel Schneppat

Sonido:

Robert Gräf

Productores:

Helge Albers, Roshanak Behesht Nedjad, Konstantin Kröning

Duracion:

1h 20m

Idiomas:

Español con subtítulos en alemán


Aparte de su envidiable agilidad mental y capacidad de compenetración (fuera de serie) con un entorno social y una idiosincracia tan distantes de la germana, el mayor acierto de Uli Gaulke es su asombrosa habilidad para camuflar el "suspenso" político que le da al régimen en la asignatura humana. El suyo es cine de autor hecho desde una óptica absolutamente individual. Del productor sólo acepta dinero, no imposiciones. Sin duda, la clave de la excelencia de Habana, Mi Amor --para más lauro ópera prima de Gaulke, que hasta entonces sólo había filmado cortometrajes-- hay que ir a buscarla en su concepto del oficio y sus motivaciones personales para dedicarse al séptimo arte:

Para mí --declaró el año pasado en una entrevista para Park City-- hacer cine es totalmente cuestión de escuchar, de pasar tiempo con la gente, de sumergirme yo mismo en estilos de vida ajenos y caminar un tramo en los zapatos de mis personajes. [...] Mis películas tienen todas un elemento muy personal. Una memoria, una experiencia, una época especial en mi vida. Rodé tres películas en Cuba porque, después del colapso de la RDA, quería examinar un modelo social que había moldeado en gran medida toda mi infancia y juventud.

Sí, querido Uli, así se ama y malvive en la Cuba de hoy, por saberlo este Abicú, que se ha descubierto vanidosamente un alter ego en más de uno
de tus encantadores personajes masculinos, si no en todos. Un crimen que no te hayan otorgado a ti la estatuilla hollywoodense por esa obra maestra sobre el amor en la Isla del "camello", la cartilla de racionamiento y la obsesión de la balsa..

En fin, para los extranjeros interesados en un buceo audiovisual en el tema del amor y las vicisitudes del día a día en la orilla amarga del estrecho de la Florida, así como para los exiliados que todavía no hayan visto el --repito-- excepcional largometraje de Gaulke o, como yo, deseen volver a verlo para matar la nostalgia exiliar con motivo del Día de San Valentín zambulléndose en La Habana profunda de la calle y el barrio...


Habana, mi amor

5 comments:

Anonymous said...

Oìgame compadre, con ud da gusto matar un rato. Su blog es un vacilòn. Me gusta su estilo de decirlo todo con distancia hasta de ud mismo. Baciloncesto, para pronunciarlo mejor. Gracias de verdad.

Anonymous said...

Eres muy bueno me gusta tu pagina, aunque no comparto todas las ideas. me gusta tu blog un saludo de una cubana que admira tu talento

Anonymous said...

Pomar, este ha sido un regalo de lujo. Gracias

Anonymous said...

Yo leo a yoandri a cada rato y hoy me dio por explorar, encontre su blog y mas que leer he visto los videos que a pesar de estar a fuera me hacen sentir dentro de Cuba y mi corazon se aprieta de ver como pajaros enjaulados los cubanos cantan y 'viven', es el arte del no saber que hay mas alla del enclaustramiento y la mentira. No se si fue buena idea seguir viendo, estoy con la compu en mis piernas y mientras miraba es como si me transportara alli y hasta da miedo. Creo que es un signo de todavia llevar muy adentro ser de alli y querer para mi tierra de naciemiento y los que alli viven algo mejor, mucho mejor, nadie merece ese encierro de por vida.

Anonymous said...

Una maravilla este blog demasiado inteligente como para ser de un cubano y sin embargo reboza de cubanía
Larga vida y muchas páginas más como estas te deseo
un lector nuevo que se pegó