Por Juan Abreu, Barcelona
"En Encuentro[...] hay una mayoría de escritores de valía que no necesariamente son todos conscientes de la empresa en que están participando. Creen estar contribuyendo a una causa justa. Dejà vu. En particular para los más veteranos, que ya cayeron en la misma trampa durante el mal llamado 'período romántico de la Revolución'[...] Los “anillos de la serpiente” se han vuelto a cerrar sobre la Asociación Encuentro de la Cultura Cubana".
"Si no hablo, me ahogo", El Abicú Liberal, 22-06-2007*Emanaciones, 15-12-2009.- Llega el fin de Encuentro. ¿Del proyecto? ¿De la revista? ¿De la dictadura de Annabelle Rodríguez? ¿Cómo? Envuelto en nuestra natural desvergüenza. Un discreto chapoteo. Un ploff. Una nueva etapa. Murmullos aquí y allá. Palabras altisonantes. Ruido de cencerros. Redoblar de egos. [Cuadros: Apocalipsis, óleo o acrílico sobre cartón, Zdzislaw Beksinski, 1929-2005. Polonia.]
Se va a la mierda la mayor empresa cultural fundada en el exilio cubano, la mejor financiada, y ¿qué dicen los intelectuales cubanos que formaron parte de una forma u otra? Poco, nada. Disimulan, asienten, tragan, adoptan poses heroicas.
Allá van millones de euros y dólares en contribuciones de las que jamás se rindieron cuentas. Allá van millones sobre los que la señora Annabelle Rodríguez, sin abandonar un momento sus aires de gran dama roja, se negó a informar con la debida transparencia, y aquí no ha pasado nada. Pero. ¿No ha pasado nada?
Antonio José Ponte, Diario de Cuba, 15-12-2009.- Puesto que el pasado 7 de diciembre apareció en Cubaencuentro.com una nota titulada "A nuestros lectores" en la que se afirma que el número 53-54 de la revista Encuentro de la Cultura Cubana "está en vías de publicación a principios de 2010", me veo obligado a escribir estas líneas para notificar mi dimisión de la co-dirección de dicha revista.
Cuando, hace años, Jesús Díaz me telefoneó a La Habana para invitarme a integrar el Consejo de Redacción de la revista, no dudé un minuto en aceptar su propuesta. Fuese cual fuese la dificultad que me trajera esa decisión, no titubeé nunca. Y, aún viviendo en La Habana, prorrogué mi estancia en la Feria del Libro de Guadalajara para defender en público el nombre de la revista.
A pedido de Annabelle Rodríguez, entendí como un honor compartir la dirección con Manuel Díaz Martínez. Y he disfrutado el trabajo en los últimos diez números publicados, trabajo para el cual conté con el apoyo de la Asociación Encuentro de la Cultura Cubana y de su presidenta.
Los intelectuales cubanos son expertos en cubrirse el culo como sabemos expertos en hablar durante horas con representantes de la dictadura sin mencionar la palabra dictadura expertos en el recholateo interesado expertos en esto no lo digo para que me dejen volver expertos en emputecer la verdad según les convenga expertos en cerrar la boca porque sabe dios que puertas se me cerrarán si hablo, sabe dios a qué conferencia, simposio u otra monserga pagada no me invitarán, sabe dios a que editor o agente poderoso le podría molestar mi “anticastrismo”. Ya lo sé. Pero a pesar de todas estas reconocidas y más que demostradas virtudes que engalanan a la cubana intelectualidad creo que debían decir algo.
Vamos, hablen. Ahora que se hunde y la presidenta ¡viaja a La Habana!, Rafael Rojas debía decir por fin por qué se fue de Encuentro. Para la Historia. Supongo que para mi estimado Rojas la Historia será, a fin de cuentas, importante. Por cierto, el viaje de la directora a Cuba ahora es inaceptable. ¿Y los que hizo antes?
Ponte, ibídem.- Sin embargo, no es el espíritu de esa publicación, tal como lo había entendido hasta ahora, el que reina actualmente en dicha Asociación. Y considero que Annabelle Rodríguez antepone su interés personal al interés general del proyecto. Resulta significativo que, a excepción de ella, todo el personal empleado en Asociación, diario y revista haya tenido que ir al paro sin indemnización. Resulta también significativo que, a un par de meses de ocurrir esos despidos, la oficina de Infanta Mercedes, con todos los gastos que ello supone, esté abierta aún, tal como pude comprobar hace una semana y media.
Tanto yo como otros de los que hicimos revista y diario consideramos inaceptable que la presidenta de la Asociación Encuentro se proponga viajar a La Habana próximamente. No importa que tal viaje se realice por razones familiares, no importa cuánto podamos defender la unidad familiar por encima de las separaciones de la política: quien ostenta la dirección de tal proyecto ha de cuidarse de arriesgarlo.
Más aún en tiempos en que se vuelve imprescindible convencer a nuevos y diversos patrocinadores. (Conste que, aún cuando no existiera parentesco o relación alguna de Annabelle Rodríguez con altas figuras del régimen cubano, tal viaje sería igual de inconveniente.)
Algo ha pasado. Han destruído un valioso proyecto. ¿Quién lo ha destruído? ¿La señora directora? ¿Sus críticos? ¿Dónde fue a parar el dinero? ¿Qué pasó? ¿Cómo se gastó? ¿Quién cobró y cuánto? ¿Tenía las manos metidas en algun sitio central o periférico la policía cubana? Esas siguen siendo preguntas pertinentes.
Los que trabajaban allí debían decir algo, los que usaban el lugar como base de operaciones, los que cobraban, los que colaboraban de gratis, los que se esforzaron honestamente y se sienten traicionados, los que se tragaban impávidos los autoritarismos de la directora y ahora los consideran intolerables, debían decir algo. Los que se han separado tímidamente, debían decir algo.
Por supuesto, los que crean que la directora es una víctima impoluta, también debían decir algo. Digan algo. La verdad, para variar...
Ponte, ibídem.- No abundaré aquí en mis diferencias con la presidenta de la Asociación Encuentro. Estas y otras razones las discutí con ella en su momento. No me mueven para esta dimisión razones económicas, pues en los dos últimos meses he trabajado sin retribución alguna en Cubaencuentro.com, y lo hago también de modo voluntario en el recién fundado Diario de Cuba.
De haber sido miembro de la Asociación Encuentro, tal vez habría decidido compartir estas líneas únicamente con sus integrantes. Pero, como nunca formé parte de dicha Asociación, envío esta nota a los miembros del Consejo de Redacción y del Comité Editorial, a Manuel Díaz Martínez y Annabelle Rodríguez. Y la hago llegar también a los colaboradores del número por aparecer en el año próximo, donde pido que no aparezca más mi nombre.
Muchas gracias.
Antonio José Ponte
Madrid, 11 de diciembre de 2009
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* Nota del Abicú: Juan Abreu, ¿quién si no el temerario, implacable, sacrílego, irreverente titular de Emanaciones para encender la llama de la polémica rociando el escabroso pero volátil asunto de marras con semejante bidón de gasolina de avión?
Con todo, la carta abierta de Ponte me devuelve parte de la la fe perdida en el gremio intelectual. Es el primer gesto de franqueza y coraje del personal recién eyectado por la arrinconada presidencia de la benemérita Asociación. Le honra. En realidad, habiéndolo calado aquí en persona, no esperaba menos de él.
Aunque sus palabras apenas dejan ver la punta de la pirámide de mugre moral oculta detrás de la fachada de la aún abierta sede madrileña en Infanta Mercedes # 43, ahora quedamos todos sabiendo que el inconmensurable resto de la cruda verdad no tardará en salir a flote.
Forzosamente, pues presiento que ya no ha de haber forma humana de taponar el boquete en la línea de flotación de la presidencia. Entre la espada y la pared, a estas horas la compañera Annabelle Rodríguez Buchaca debe de estar redactando su alegato de defensa o reservando pasaje en el próximo vuelo de Iberia o Cubana de Aviación rumbo a La Habana.
Sea como fuere, insisto aquí por enésima vez: a lo sumo sería culpable de haber engañado a los incautos o a quienes así lo quisieron. Jamás y nunca de traicionar a nadie, puesto que ella siempre ha sido fiel a su causa. Vista desde esa óptica profesional, no deja de ser del todo persona honorable para los suyos.
Caso de ser ciertas las suspicacias, a buen seguro su justa recompensa --incluido tal vez un serial de tevé-- por la delicada faena confidencial, rendida contra viento y marea durante cerca de un decenio, aguardaría ya por ella en el aeropuerto de Rancho Boyeros. En Madrid probablemente ya no tiene escape. Las que no tendrían otra excusa que su ingenuidad, estulticia y/u arribismo serían sus sedicentes víctimas, que son legión.
Por lo pronto, hay razones para confiar en que, al desahogo de Ponte --si no hablaba, se ahogaba--, seguirán otras revelaciones de mayor calado. En lo adelante, conjura del silencio, censura y autocensura, temor y temblor, castañeteo de dientes y sudores fríos, favores, compromisos y expectativas, vanidad, egolatría, complejo de culpa y posibles represalias gremiales casi nada o demasiado poco podrán hacer para atajar la torrencial ansiedad por limpiar cuanto antes lo más posible el propio historial de cara al escándalo en ciernes y al juicio de la posteridad. Cosas oiredes...
11 comments:
"...pues presiento que ya no ha de haber forma humana de taponar el boquete en la línea de flotación de la presidencia..."
Maldicion de buitre no llega al cielo.
Menos en este caso, puesto que ya estan actualizando de nuevo a CubaEncuentro, por lo que el muerto que vos comierais (si pudierais) esta vivito y ciberneando.
Wammo, ¿tú me quieres? ¿Y/o te aflojan unas monedas por sufrir leyéndome a todas horas? Sea como fuere, sospecho que mi Alter Ego no te cae del todo mal. Tú tampoco a él. Ya lo dijo Grau San Martín: "La Wammidad es amor".
Un pellizco donde más te guste,
El Abicú
Armando Añel y Cuba Inglesa
“Si a Armando Añel le están haciendo presión, que sea el hombrecito que ha sido hasta ahora y que aguante. Él sabe que el valor de Cuba Inglesa está justo en eso, en el poder y la capacidad de mostrar la realidad, porque aquí se sabe le verdad, y es gracias a los comentarios anónimos.
“Cuba Inglesa puede gloriarse de atraer toda esa bazofia, y debería respetarla por lo que es; esa bazofia es la que permite una mirada sobre lo que tenemos, y por eso podemos decidir qué hacer sobre una base real. Siempre he apoyado a Cuba Inglesa, pero justo porque no nos engaña como un "diario digital" de los que abundan, sino que es el retrato de lo que hay. Este blog lo hacen los anónimos, y no precisamente porque sean pan de piquitos. Por este blog recordamos todos los días que estamos rodeados de hideputas y podemos torearlos”.
I. Teodoro aquí
mira que descaro cuando son precisamente tres Armando, Ignacio Granados y Jose luis sito quienes utilizan ese espacio para rebajar y de la forma mas burda a Zoe , Isis, a cualquier mujer... el blog amarillista haciendose autocampagna, autoentrevista, y manipulando a cualquier persona que no les huela el trasero, que descaro, es hora de decirles que existe decencia.
Pronóstico ético-conductista.
Nada van a decir ni los que se fueron,ni los que se quedaron. Cada nueva nota, aclaración, proclama o manifiesto de principios arrojará más suciedad a la que hay desde la fundación misma de AECC. Y de paso, sobre los participantes "traidores" como A.J.Ponte y colaboradores.
Ponte podrá aludir ahora a su buena fé cuando se unió al proyecto; pero sería como declarar urbi et orbi que su estulticia es infinita, cosa que no creo. Ninguno de los beneméritos miembros, mayores o menores, puede refugiarse en un supuesto desconocimiento para haber sido parte de ese proyecto. Nadie, ni siquiera el "vulgo inculto", que no me medra a la sombra de ninguna institución cultural cubana, ignoró desde el principio que AECC era una idea muy revolucionaria en su peor sentido, puramente castrista.
Con el ingenio propio de los nativos de Cuba, pulido en el ejercicio de no reconocer errores ni usar la honestidad como norma, ahí van nuestros intelectuales de los dos bandos en pugna diciendo mal de los demás, juzgando a los otros, cuestionando las intenciones de los del lado para tratar de limpiar su nombre. Excepto A. Rodríguez, que no cree necesario rebajar su alcurnia en trifulca de de solar alguna. Se sabe a salvo.
¡Que orgullo para los cubanos esta intelectualidad!
Gracias, Pomar.
Anabel suspendió sus viajes a Cuba a raiz del fusilamiento de los tres negritos. ahora los retoma. y cubaencuentro no es lo que era, es como una vieja maquillada, para aparentar que hay algo. si se fueron Pablo Diaz, Ponte y Michel Suarez, que alguien me cuente quien carajo queda ahi.
Esta "Asociación" es más oscura que los misterios de una gran logia masónica. Sí, sí, que hablen, que digan algo pero me temo que como son tan cobardes y oportunistas...no se podrá esperar demasiado de estos "fantasmas" bien pagados -sobretodo- por el PSOE.
Lombardo
Abicú, mira esto que le llegó a un amigo "bien ubicado" en Encuentro, y me lo pasó. Es la carta de Anabeleta respondiendo a la renuncia de Ponte. Según los que saben, está llena de mentiras descaradas. Te la envío en varias partes.
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PARTE 1
Queridos amigos:
La nota de dimisión circulada entre ustedes por Antonio José Ponte me obliga a realizar algunas puntualizaciones, para su información.
La primera, que tanto el trabajo realizado por él en la Revista, como el del grupo que decidió separarse de Cubaencuentro ha sido excelente y merece el mayor reconocimiento.
La labor de obtención de fondos para sacar adelante el proyecto de una Asociación no lucrativa que, además, está dedicada a temas cubanos, es bastante compleja. No lo habremos hecho tan mal si ya hemos cumplido 14 años y el proyecto inicial ha podido crecer hasta financiar la creación de un portal de alta tecnología como Cubaencuentro.
Durante 14 años, desde 1995, cuando se fundó la Asociación Encuentro de la Cultura Cubana, la diversidad de calendarios de las instituciones que nos han subvencionado, las demoras imprevistas en la aprobación de algunos fondos y la retirada repentina de algunos donantes por motivos de todo tipo, nos ha obligado a negociar con bancos y proveedores créditos-puente y nuevos plazos de cobro, a fin de sortear los baches de liquidez, y siempre con la garantía de contratos firmados a la vista que aseguraban la entrada de fondos en una fecha próxima.
Esta vez no fue así y, sorpresivamente, en el mes de septiembre recibimos notificación de que se habían denegado dos subvenciones previamente acordadas, de $100.000 y 150.000 € respectivamente, lo que significaba que no podríamos hacer frente a los gastos a partir de octubre, especialmente el coste salarial con seguridad social e impuestos incluidos, que constituye el peso más fuerte de nuestro presupuesto.
Desde principios de 2009, ante la pérdida del patrocinio de la Fundación Ford ($300.000 anuales) se analizaron varias posibilidades de reducir gastos: bajadas salariales que se aplicaron a todo el personal; la posibilidad de que en cada departamento (Administración, Revista y Portal) se quedara el mínimo de personal y algunos fueran despedidos (percibiendo el subsidio previsto en España por el paro), que no fue aceptada; la eliminación de las agencias de prensa y de las zonas del Portal que generaban más horas de trabajo, que no se llegó a aplicar.
PARTE 2 DE LA CARTA DE ANABEL RODRIGUEZ A MIEMBROS DE ENCUENTRO
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...Ante la nueva situación creada en septiembre, no había más recurso que suspender provisionalmente las actividades de Revista y Portal, hasta que diera tiempo a gestionar nuevos fondos.
La revista había sido la primera en reducir gastos al mínimo: se abarató el papel y el peso (decisivo para los gastos de correo), se decidió publicar sólo dos números dobles este año y se redujo la tirada de 4.500 ejemplares a 2.000, casi totalmente dedicada a los envíos a Cuba, donde resulta más difícil consultarla por Internet. En septiembre decidimos posponer la tirada y distribución del número 53/54.
Respecto al Portal, propusimos un cierre provisional, no definitivo, que nos permitiría replantearnos sus gastos, al igual que se había hecho con la Revista, si bien podría mantenerse abierto el sitio Cubaencuentro aprovechando materiales de la revista que no generarían gasto alguno.
En ese momento el Director del Portal propuso que todo su equipo siguiera trabajando voluntariamente en los contenidos y nos planteó la posibilidad de crear una nueva asociación no lucrativa llamada Cubaencuentro para gestionar todo lo relativo al Portal de manera independiente.
Los miembros de la Asociación Encuentro de la Cultura Cubana valoramos esta posibilidad entendiendo que podía ser beneficioso para ambos proyectos (Revista y Portal) gestionar por separado los fondos, la coordinación y la ejecución de los mismos. Incluso, les expusimos verbalmente en varias reuniones una propuesta, con una serie de sugerencias, y quedamos pendientes de que el Director de Cubaencuentro aportara el acta y los estatutos de la nueva Asociación cuando estuviera inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones, sin lo cual no tendría validez legal.
A lo largo de estas conversaciones mantuvimos en todo momento el criterio de que la cesión de los derechos del Portal a la nueva Asociación estaría condicionada a su gestión como Asociación no lucrativa y que en ningún caso se podría vender el Portal. Preparamos una propuesta que recogía todos estos puntos (Ver Anexo 1) y que nunca llegamos a entregarle al Director del Portal, pues nunca aportó el registro de la nueva Asociación.
En estas circunstancias, el Director del Portal no aceptó las condiciones presentadas y nos planteó que tenía ofertas de algún inversionista para la compra del Portal, lo cual fue rechazado por la Junta Directiva de nuestra Asociación. Entendemos que las diversas fundaciones filantrópicas que nos han venido subvencionando a lo largo de los años, lo han hecho con el espíritu de preservar la autonomía de la Revista Encuentro y del Portal Cubaencuentro, al margen de intereses políticos y comerciales y que, si bien pensamos que el Portal constituye el embrión de un periódico que se podría publicar dentro de Cuba con carácter comercial en el momento en que exista libertad de prensa en nuestro país(al igual que la Gazeta de Adam Michnik pasó a publicarse en Polonia), no podemos entregar un instrumento tan valioso a ningún grupo ni político ni empresarial en estos momentos.
Nunca recibimos una respuesta definitiva de ellos, ni el Registro de la nueva Asociación Cubaencuentro y, sin previo aviso, abandonaron el Portal el pasado 4 de diciembre, fundando un nuevo sitio desde el cual han publicado varios documentos críticos de dudosa oportunidad.
Simultáneamente, un grupo de miembros de la Asociación nos dedicamos a resolver el problema económico por todos los medios a nuestro alcance, como en tantas ocasiones anteriores y después de largas gestiones con diversos patrocinadores, hemos obtenido los fondos mínimos necesarios para pagar las indemnizaciones de los trabajadores despedidos, recontratar a una parte de ellos y retomar las actividades a partir de enero.
No hemos cerrado la oficina pues sus dueños prefirieron esperar a enero para cobrar el último trimestre de alquiler y no perdernos como inquilinos, si bien esto no supone gasto adicional alguno, puesto que no está operativa.
PARTE 3 DE LA CARTA DE ANABEL RODRIGUEZ. DISFRUTEN COMO EMPIEZA. NO SE SABE SI HABLA FIDEL CASTRO O ANABEL.
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...Como es evidente, mi permanencia al frente de la Asociación, como cabeza visible, era un imperativo para negociar plazos, créditos y nuevos fondos, junto al personal que ha cerrado filas en torno a Encuentro, utilizando mi casa como centro de operaciones.
Debo especial gratitud a Luis Manuel García, quien se brindó desde el principio para terminar la publicación del número 53/54 sin percibir honorario alguno y que sustituye a Antonio José Ponte como Codirector de la Revista, junto a Manuel Díaz Martínez, veterano fundador de Encuentro; a Yanet Pérez, cuya contribución para la gestión de la nueva Web es invaluable; a Vivian Carbó, que asumió la totalidad de las funciones administrativas y a Carlos Caso, que está trabajando tanto en la Revista como en el Portal.
Por último, la nueva etapa de Cubaencuentro, bajo la dirección de Manuel Desdín, sólo ha sido posible gracias a la profesionalidad de su equipo integrado por María Francisca Fernández y Asdai Diaz, quienes se han volcado en la reestructuración del sitio, con la creatividad y la interacción que ha generado el trabajo en equipo con el grupo editorial, en perfecta sintonía.
Todas estas personas y otros colaboradores están trabajando en el proyecto desde octubre sin retribución alguna.
Viajo a Cuba por razones personales, a visitar a mi madre. No le reconozco a nadie el derecho a cuestionar ni mis relaciones personales con mi familia ni mi derecho a viajar a la Isla.
Esto en absoluta coherencia con la posición de Encuentro, que siempre ha defendido el respeto a la libertad y decisión individual de todas las personas.
Con mi afecto y agradecimiento de siempre,
Annabelle Rodríguez
Presidenta
Pronóstico ético-conductista. Nada van a decir ni los que se fueron,ni los que se quedaron. Cada nueva nota, aclaración, proclama o manifiesto de principios arrojará más suciedad a la que hay desde la fundación misma de AECC. Y de paso, sobre los participantes "traidores" como A.J.Ponte y colaboradores. Ponte podrá aludir ahora a su buena fé cuando se unió al proyecto; pero sería como declarar urbi et orbi que su estulticia es infinita, cosa que no creo. Ninguno de los beneméritos miembros, mayores o menores, puede refugiarse en un supuesto desconocimiento para haber sido parte de ese proyecto. Nadie, ni siquiera el "vulgo inculto", que no me medra a la sombra de ninguna institución cultural cubana, ignoró desde el principio que AECC era una idea muy revolucionaria en su peor sentido, puramente castrista. Con el ingenio propio de los nativos de Cuba, pulido en el ejercicio de no reconocer errores ni usar la honestidad como norma, ahí van nuestros intelectuales de los dos bandos en pugna diciendo mal de los demás, juzgando a los otros, cuestionando las intenciones de los del lado para tratar de limpiar su nombre. Excepto A. Rodríguez, que no cree necesario rebajar su alcurnia en trifulca de de solar alguna. Se sabe a salvo. ¡Que orgullo para los cubanos esta intelectualidad! Gracias, Pomar.
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