Ayuda humanitaria, embargo y trío de curas de caballo germánicas para librar a la Isla de los flagelos del hambre, la balsa y el castrismo terminal
Por Jorge A. Pomar, Colonia
Valga la redundancia titular...Los rumores que llegan desde la Isla pintan un cuadro alarmante. Los vendavales del Gustav y el Ike soplaron la débil llama del candil que los más optimistas creían divisar en lontananza a la luz menguante del farol de las reformas raulistas. [Grabado de al lado: El Apocalipsis, Alberto Durero.]
En su lugar, se agigantan los espectros de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, con el del Hambre a la vanguardia. No en balde un chota criollo echó a rodar un ocurrente chascarrillo que describe el estado de los abastecimientos a raíz del Ike en dos palabras: "No haik". Otra señal de mal agüero: el papa Benedicto XVI ora pro nobis en la basílica de San Pedro.
Y no es para menos, de ser cierto el runrún --y plausibilidad no le falta--, la primera víctima inhumable de la crisis en ciernes fue un panadero de Holguín que se ahorcó tras haber sido puesto en la picota durante uno de los juicios ejemplarizantes recomendados por el Magno Paciente para poner coto a la especulación. Cierto, todavía no hay indicios de mortandad por inanición o epidemias, ni de motines aptos para titulares de prensa. Pero los pocos datos fidedignos que burlan el telón de hierro castrista indican que el pánico está a punto de cundir entre la plebe.
Hasta en el Buró Político y el Consejo de Estado crujen prótesis dentales. En síntesis, la reacción gubernamental ante las demandas de los damnificados del Gustav y el Ike encaja en uno de los patrones de la historia del chiste. A saber, el de la buena y la mala noticia. La buena noticia primero: el gobierno ha echado mano de las reservas. El domingo arriba el Rico Mac Pato de Caracas con otra chequera en blanco en el portafolio: "Cuba cuenta con el apoyo de Venezuela...", garantizó el Gorila Rojo. (Para ahorrarles la arrechera a los venezolanos, la cuantía del despilfarro es secreto de Estado.) Naciones amigas hacen alarde de generosidad. España por ejemplo: dos aviones para un impresionante gran total en especie ascendente a la friolera de 800 mil euros. Canadá, 400 mil, plus un largo etcétera de solidaria cicatería.
La hipocresía de la retórica imperial... ha sido puesta al desnudo por los más de 5 200 intelectuales que en 73 países... se adhirieron al llamamiento (Granma, 24-09-08, sobre "Con Cuba hoy", contracarta de la UNEAC). "Hay que potenciar los cultivos de ciclo corto, porque de ello depende que los cubanos puedan tener comida en los próximos meses (Carmen Pérez, ministra de Agricultura en funciones). "Acopiada... suficiente agua para el período seco, Granma 12-09-08). Y según el presidente durante su primera reaparición pública en Isla de Pinos: "Vamos a hacer un acopio de todos los recursos que podamos y, aunque larguemos la tira del pellejo [de la lengua, quizás], vamos a resolver estos problemas"
La mala noticia en otro collage de citas oficiales: "Oportunistas e inescrupulosos intermediarios aprovechan para duplicar los precios de los alimentos, que ya eran altos... Hace falta que las personas sientan la necesidad de trabajar, y no la sentimos" (Raúl) "...imposible resolver la magnitud de la catástrofe con los recursos disponibles" (general de división Carlos Lezcano, jefe de Reservas Estratégicas. Foto de al lado).
"Se equivocan rotundamente los que en nuestro país se disgusten por ello. Si en vez de cinco millones fuesen mil millones, se encontrarían la misma respuesta" (Fidel sobre el rechazo a las ayudas de Estados Unidos). "Lo que quieren es enviar espías para seguir calumniando" (Machado Ventura). "Nos quedan seis meses duros... ningún cubano se va a morir de hambre, ni va quedar desamparado" (Alcides López, viceministro de Agricultura)."En Cuba no estamos viviendo las mismas condiciones que en Haití... Pero podrían pasar meses o quizá años para que Cuba vuelva a estar como antes" (Arleen Rodríguez, moderadora de la Mesa Redonda).
En clave melódica, todo esto suena a excusa no pedida, a confesión de parte que viene a confirmar los vaticinios más lúgubres. Inquietante la admisión oficial urbe y orbe de que ni haciendo malabares alcanzarían los recursos disponibles para atenuar las tres migrañas cotidianas del cubano de a pie (desayuno, almuerzo y cena, por ese orden de dificultad), de por sí dependiente de una atrofiada cartilla de racionamiento. Siniestra la amenaza de redoblar las redadas contra un mercado negro imprescindible para la supervivencia cotidiana.
Carlos Gutiérrez sobre la ayuda de Estados Unidos
Suicida el arrogante portazo gubernamental a la cornucopia del Tío Sam (sin olvidar el no menos orgulloso ventanazo a sus "lacayos" de la Unión Europea), cuya oferta, crece por día, ronda ya los 8,5 millones de dólares, incluyendo módulos de alojamiento provisional y permanente para 48 mil personas. Eso sin contar 250 millones en licencias comerciales autorizadas (Chávez paga) y las donaciones de la "gusanera" en Miami. Sobre todo teniendo en cuenta que "Todas las reservas del país se han dado a la gente" (Arleen) la magnitud de las ayudas toleradas: "Hasta las últimas horas [23-09-08] habíamos recibido en el país 230 ofrecimientos de donaciones, por un monto aproximado de 30,5 millones de dólares".De los cuales, según Ricardo Guerrero, viceministro de Inversión Extranjera, a la AFP, "han arribado 34 envíos".
Valor total de la mercadería gratuita descargada hasta ayer en aeropuertos cubanos: "...aproximadamente un millón de dólares". Compárese ahora con el plazo de 36 horas anunciado por el secretary of Commerce Carlos Gutiérrez para poner las donaciones millonarias del exilio miamense en La Habana. Rayana, pues, en el delirio tremendo la respuesta del Palacio de la Revolución, que amén de darse el lujo de rechazar las ofertas de la USAID, tiene la gandinga de invocar el desastre humanitario para chantajear al Imperio de cara a la opinión pública internacional, exigiendo seis meses de levantamiento del "bloqueo". Plus los correspondientes créditos a fondo perdido porque, con las arcas estatales vacías y unos 30 mil millones de dólares de deuda extranjera apuntada sobre hielo, está "en la fuácata", como se dice en el argot criollo.
Con todo, aparte del por unos y otros soslayado pormenor meteorológico de que la actual temporada ciclónica termina a fines de octubre, mes tan peligroso como septiembre, la peor de todas las novedades es la certidumbre de que --pese a que al parecer esta vez los editores palaciegos no han logrado cortar una secuencia fílmica mínima presentable de su entrevista con Chávez-- el Magno Paciente es de nuevo quien tiene la sartén por el mango en el Palacio de la Revolución.
Y bellaco megalomaniaco como nació en la hacienda paterna de Birán, maldita sea la gracia que le hace la perspectiva de ser llorado al pie del obelisco martiano sin el supremo laurel de haberle propinado el tiro de gracia al embargo. De ahí este minucioso recordatorio sobre las importaciones de Estados Unidos en "Dos veces la misma mentira" (Granma, 19-09-08): "En el 2002 se adquirieron 173,6 millones de dólares; en el 2003, 327 millones; en el 2004, 434,1 millones; en el 2005, 473 millones; en el 2006, 483,3 millones; en el 2007, 515,8 millones, y en el 2008, 425 millones en el primer semestre del año".
Por si quedaran dudas, cierra la parrafada estadística con un nuevo guiño a sus más encarnizados cabilderos en Washington, los comerciantes de la Costa Oriental: "...posible que, después del demoledor impacto de dos huracanes, el país tenga que importar sólo de Estados Unidos una cifra mucho mayor". Obvio, por tanto, que el Magno Paciente dista mucho de haber aparcado sus intereses políticos y ha ordenado a sus súbditos subir la parada y usar sin ambages la actual catástrofe humanitaria como última razón para forzar el levantamiento del "bloqueo".
No por tres meses, como buenean los ilusos de ambas orillas, tampoco por seis meses, como rogaba la nota original de la Oficina de Intereses de Cuba en Washington, sino de cuajo. Prueba fidedigna de que hasta nuevo aviso del reloj biológico ÉL y nadie más detenta el poder absoluto en el Palacio de la Revolución: apenas tres días después el septuagenario Machado Ventura, uno de sus incondicionales en el Consejo de Estado, parafraseaba en un templo de Harlem el ultimátum: "Hablan de ayuda entre comillas para que el mundo no los señale pero, si quieren ayudar a Cuba, ¿por qué no levantan el bloqueo?"
Y ayer ante la Asamblea General de la ONU: "Cuba no le ha solicitado recursos de los Estados Unidos. Simplemente le ha pedido y reiterado que le permita adquirir los materiales que resultan indispensables para la reconstrucción de viviendas y redes eléctricas y que autorice a las empresas norteamericanas a brindarle créditos comerciales privados a Cuba para comprar alimentos".
Al insulto abierto sigue el embaraje rastrero. Paradójicamente, es George W. Bush quien ha dado muestras de no tener intención de politizar el embargo. Ayuda humanitaria sí, toda la hasta ahora ofrecida y mucha más; pero el embargo es harina de otro costal, ha respondido sin rodeos nuestro compatriota Carlos Gutiérrez, titular federal de Comercio (ver vídeo de arriba).
Por su parte, en entrevista de hoy con Jorge Ferrer en El Tono de la Voz, el senador republicano Lincoln Díaz Balart ha resumido así los motivos del exilio para defender el embargo financiero: "Por solidaridad con el derecho de los cubanos a ser libres, el poder político de nuestra comunidad ha logrado que se les prohíba a los empresarios estadounidenses lucrar con la opresión de los cubanos... El condicionamiento de la normalización de las relaciones con Estados Unidos a la liberación de todos los presos políticos, la legalización de todos los partidos políticos y la convocatoria a elecciones libres, es fundamental para la transisión democráctica que Cuba se merece".
Palabras santas. Aciertan él y sus correligionarios en el Capitolio: salvo imponderable mayúsculo, gane Mc Cain u Obama, la táctica de pedir limosnas a punta de escopeta parece destinada al fracaso en vida de los hermanos Castro. A la vista de esa formidable barrera congresual, la única estrategia inteligente del Palacio de la Revolución consistiría en, anteponiendo "el bienestar y el hambre del pueblo a la dignidad de los dirigentes, de Fidel y su grupo" (Gutiérrez ayer), aceptar de buen grado en una mano la ayuda brindada, con o sin inspectores fisgones; y, a renglón seguido, solicitar coherentemente con la otra la moratoria o --lo que en la práctica igual da-- el levantamiento definitivo del "bloqueo".
Sincero o hipócrita, el gesto habría dejado sin argumentos políticamente correctos a la Casa Blanca y el Congreso, poniéndolos en evidencia ante la opinión pública de ambos países y del resto de la Cristiandad. Hasta el mismísimo Abicú y su cuadrilla de lectores ultrarreaccionarios, boquiabiertos y resignados, habrían arrojado la toalla sin rechistar ante el genial gambito real. Pero no, el Magno Paciente ha preferido seguir golpeando a la Casa Blanca con un lenguaje invariablemente por debajo de la sifa diplomática.
Y va de suyo que todo propósito de cambio objetivo ha de ir precedido de un previo cambio de retórica, que brilla por su ausencia en la petulante diplomacia castrista. Parapetado el altivo rey enfermo en su enroque numantino, la suerte está echada: más temprano que tarde, hambre, miseria, epidemias, desolación y sangre para teñir ríos en el archipiélago cubensis. Sin embargo, hemos de reconocer que, como de costumbre, no deja de haber cierta esperpéntica (en el sentido valleinclaniano de que "Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento") lucidez en la cerrazón del Magno Paciente en Jefe.
Porque, como dice el refrán, "Ningún perro lambiando engorda". Y Él cree que la ayuda humanitaria sería más bien el hueso, o sea, "pan para hoy y hambre para mañana". En cambio, a sus ojos el levantamiento del embargo representaría, además de una espectacular victoria póstuma en su historial, la masa cárnica inagotable, el mosaico maná capaz de hacer realidad la, no para Raúl y sus vetustos secuaces, pesadilla de salvar la Revolución y el Socialismo obrando, con "paciencia y poco a poco", el milagro de reestrenar la fórmula surreal de que el Estado vuelva a hacer como que paga y el obrero, el campesino y el empleado como que trabajan.
Aunque a buen seguro lo primero le importa a ÉL, que está en artículo de muerte, más que lo segundo, con esa madeja lógica le tiende al Abicú el cabo rojo para traer a colación sin escándalo en la segunda parte de esta disertación las dos hipotéticas curas de caballo germanas para situaciones de tierra arrasada a que alude el subtítulo.
A saber, por un lado, el bien llamado "Milagro Económico" del 48 en la RFA y el famoso Airlift (Puente Aéreo) que entre 24 de junio de ese mismo año y el 14 septiembre del 49 salvara de la hambruna a un Berlín Occidental bloqueado por agua y tierra por el Ejército Rojo. Por el otro, la insurrección del 17 de junio del 53 en la RDA, ahogada en sangre por los tanques soviéticos pero a la postre crucial para que el PCUS y el PSUA acabaran de entender de una vez que no sólo de pan con retórica vive el hombre.
Valiéndome de esos tres paradigmas teutónicos me propongo probar la tesis titular de que "para que alcance tiene que sobrar". La cual enseguida se desdobla en otra complementaria que en nuestro peliagudo caso socialista reza así: "Y para que sobre preciso es rebelarse, porque niño que no llora tampoco mama". De lo contrario, el futuro insular pinta calaveras...
Wednesday, 24 September 2008
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3 comments:
The Associated Press
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, acaba de decir en Pekín que las exportaciones petroleras de su país a China podrían cuadruplicarse en los próximos cuatro años y alcanzar un millón de barriles diarios para 2012.
El Nuevo Herald
El gobierno cubano enviará este miércoles 2.5 toneladas de suministros médicos a Jamaica.
:o
Se dice que la imagen del hambre es un culo lleno de telarañas. ¡ Pobres arañitas cubiches !
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