Rafael Correa: doble portazo al ALBA y a las FARC

Los ordenadores de Raúl Reyes siguen haciendo estragos

Por Jorge A. Pomar, Colonia

Hace apenas unos días Hugo Chávez sembró el desconcierto entre sus partidarios al proponer de golpe y porrazo, pública y unilateralmente, a sus aliados de las FARC que depusieran las armas de manera incondicional. Viniendo del principal valedor de la narcoguerrilla colombiana, a pesar de interpretarlo como una indudable señal de triunfo tras la muerte natural --o en combate-- de su líder histórico Manuel Marulanda, el sorprendente anuncio en Aló Presidente fue saludado por el gobierno colombiano con las debidas reservas.

Las dudas del Palacio de Nariño en Bogotá empezaron a disiparse el jueves pasado, cuando el mandatario ecuatoriano se hizo eco de su colega venezolano y exhortó a su vez a las vapuleadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia a deponer sus Kalashnikovs y entregar incondicionalmente a los secuestrados.

Al día siguiente, o sea ayer viernes, Rafael Correa fue un paso más allá para distanciarse esta vez de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), convirtiendo en papel mojado un pergamino, firmado por Correa y Chávez, en virtud del cual Quito se comprometía a adherirse en breve a la alianza socialista democrática entre Caracas, La Habana, La Paz, Managua y Roseau (Dominica).

Una buena noticia que debe de haber dejado con la boca abierta al prepotente inquilino del Palacio de Miraflores en Caracas. Consultado por el diario El Tiempo, el ex canciller ecuatoriano José Ayala-Lasso resumió diplomáticamente los motivos externos de Correa para dejársela en la mano al Gorila Rojo: "...la decisión de no formar parte del Alba es positiva, y más sí se tiene en cuenta que evita radicalizar posiciones que ahora darían lugar a desafíos que no le convienen al país". (Foto: Correa y Chávez firmando el protocolo de intenciones para el ingreso de Ecuador en el ALBA.)

El motivo fundamental de este brusco cambio de agujas es de carácter interno y el propio presidente lo reconoció sin rodeos en su entrevista de ayer con ECUAVISA: "Por supuesto que puede ganar el NO, con toda la campaña que están haciendo los medios, con tanto entusiasmo, para volver a lo mismo de siempre, para traer al Congreso anterior, por supuesto que siempre se puede perder".

Correa: "Cuba tiene su democracia"



Más claro ni el agua, pues tiene en su contra no sólo a una envalentonada oposición de derecha liderada por el ex presidente Lucio Gutiérrez, sino también a la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONNAIE), que ahora reclama al gobierno electo con los votos de sus afiliados el cumplimiento de unas promesas de autonomía aborigen poco menos que surreales.

"No tenemos ninguna intención de sacar al presidente, pero él tiene que respetar, porque cuando dice que se levanten [Correa los había desafiado a tumbarlo] los indios, como si no existiéramos, nos está irrespetando, indiscriminando", declaró en mayo a AFP Miguel Guatamal, vicepresidente de CONNAIE, que tiene en su haber la desestabilización y súbito derrocamiento de dos mandatarios entre 1996 y 2000: Abdalá Bucaram y Jamil Mahuad.

Para más inri, en lo que algunos analistas consideran como botón de muestra de lo que puede ocurrir en el referendo de septiembre, el domingo pasado los habitantes del recién creado cantón de Quinsaloma, otrora leal al gobierno, le infligieron al presidente su primer revés en las urnas al darle la victoria al Partido Sociedad Patriótica (PSP), de su rival Lucio Gutiérrez. “Cuidado --advirtió Correa en un acto--, no es que ganó Lucio Gutiérrez, perdió Alianza País [coalición gobernante], porque nuestros candidatos nos traicionaron y apoyaron a Sociedad Patriótica".

Truenos confirmados de un tiempo a esta parte por encuestas fidedignas que indican un declive de la popularidad del acosado mandatario rápido, aparejado a un rápido aumento las probabilidades de que en septiembre Correa emule a sus colegas de Venezuela y Bolivia en lo que ya va siendo un hábito bolivariano de perder consultas constitucionales. (Chávez perdió su referendo a fines del 2007 y Morales, que hizo aprobar el suyo en un cuartel y en ausencia de los diputados de la oposición, asiste hoy impotente al espectáculo del desmontaje regional de su Carta Magna indigenista.)

Diseñada por diputados leales a Correa, entre otras reformas favorables a la perpetuación de ellos mismos en el Legislativo parlamento y de su jefe en el Ejecutivo, la nueva Carta Magna --la cita con las urnas será tan pronto como en septiembre-- prevé la reelección presidencial continua. Sólo que una cada vez más segura derrota implicaría una marcha atrás sin remedio y el presidente, que ya la da por sentada, ha anunciado al estilo de Chávez su férrea voluntad de seguir agotar su mandato aunque sea como el pato cojo del Palacio de Carondelet [foto de arriba] hasta el 15 de enero de 2011.

Uribe desguazando a Correa



Pero una cosa piensa el borracho y otra el bodeguero: en un país que ha visto desfilar por el Palacio de Condorcelet a un total de seis inquilinos en ocho años desde que el Congreso Nacional defenestrara por "incapacitado mental" al roquero Bucaram en 1997, Correa tiene más bien todas las papeletas para salir enseguida por el techo en caso de que el veredicto de las urnas referendarias le sea adverso dentro de tres meses.

Y además de que no es tan torpe como para no ser consciente del peligro, acaba de ver rojo: "arrecha" con las por las persistentes descalificaciones de Quito, en un comunicado inusualmente áspero la plana mayor de INTERPOL acaba de ratificar la autenticidad de los ordenadores del número dos de las FARC en los siguientes términos: "Si Ecuador discrepa del contenido de los archivos de usuario, entonces debería reprochárselo a las FARC, puesto que los ordenadores decomisados pertenecían a esa organización".

Por si fuera poco, la Policía Judicial ecuatoriana se ha visto obligada a desmentirse a sí misma y admitir que los cuatro (tres colombianos y un ecuatoriano) sicarios recién capturados involucrados en un supuesto plan para asesinar a Correa no eran paramilitares, como inicialmente se dijera, sino agentes de las FARC.

De donde se desprende que la cabeza de Correa y Chávez huele a un humo proveniente del monumental "cabreo" de unos jerarcas narcoguerrilleros que, con razón, se sienten vilmente traicionados por las dos ratas mayores del barco venezolano, que han decidido echarles por la borda sin miramientos con tal de salvarse.

De ahí --y del cerco que se le va cerrando alrededor del pescuezo en su propio, resbaladizo patio-- la presteza con que Correa ha aprovechado la primera ocasión para desmarcarse a la vez del lastre de las FARC y del ALBA, dejando al también acorralado socio venezolano literalmente colgado de la brocha.

¿Magnicidio frustrado o truco mediático?



Correa está contra la pared y, como Chávez, lo sabe y ha decidido recoger cuerda a tiempo, cueste lo que cueste. Tal vez lo consiga porque, a diferecia del jabao de fuego venezolano, no se le puede negar inteligencia natural. Pero los clichés retroprogres se la han trastocado en estupidez artificial. El resto corre a cuenta de un defecto de carácter tan antiguo como dificil de superar: "Vanidad de vanidades. Todo es vanidad". Tanto en él y sus pares sudacas como en sus mentores cubanos.

Sea como fuere, en lo adelante deberá andarse con pies de plomo en su trato con Uribe, pues los ordenadores de Raúl Reyes siguen haciendo estragos. El más astuto de los colombianos, dosificando el flujo de datos en su poder, esconde aún bajo la manga cartas de triunfo autenticadas por INTERPOL.

Negocia con ventaja a su aire o tranca el juego para volver a poner a sus cada vez más amilanados colegas presidenciales en conteo de tres y dos cuando lo estime pertinente. Hoy, domingo 15 de junio, da urbi et orbe las gracias a Chávez por su puñalada en la espalda a las FARC y anuncia una pronta reconciliación a lo grande entre hermanos en Isla Margarita o Caracas.

Días atrás había confirmado los rumores de que su gobierno estaba en contacto directo con un jefe guerrillero dispuesto a entregar a la ex diputada Ingrid Betancourt, plus un par de secuestrados más en su poder, a cambio de no ser extraditado a la implacable Yuma (Estados Unidos).

La Habana, que se juega la subsistencia energética en una partida de póker que ya da por irremediablemente perdida, tampoco ignora esa angustiosa minusvalidez de sus epígonos. Y en un deseperado intento por salvar cara y muebles, ha tocado a rebato, ordenando a sus díscolas marionetas sudamericanas un repliegue estratégico general en toda la región. Por tiempo indefinido...

Odu (vaticinio) del Abicú: "Lo bueno que tiene todo este rollo bolivariano es lo rápido que se está poniendo peor". Las próximas semanas prometen cortarles el aliento a tirios y troyanos. El aire huele fuerte a velorio grande (no sólo por defunción natural) o, al menos, a coronas (no de flores) rodando por el muladar de la historia en América Ladina.