Wednesday, 18 June 2008

En silencio ha tenido que ser

Reaparece Fidel, de cuerpo animado presente...

Por Jorge A. Pomar, Colonia

"Fidel, allí, vivito y coleando, pensando, escribiendo y dictando lineamientos estratégicos muy importantes para Cuba y nuestra América", había declarado Hugo Chávez al anunciar su visita relámpago a la Meca de la subversión americana para entrevistarse con Fidel. Y en efecto, como en vísperas de vuelos anteriores a La Habana, el Gorila Rojo tuvo el privilegio absoluto de reunirse dos veces en veinticuatro horas con su idolatrado "Padre Nuestro" en la Tierra.

De su certeza --si es que las imágenes son de esta visita, lo cual no pongo en duda aquí pero nada prueba en el vídeo-- se deducen dos datos. Primero, que dentro de su crónica gravedad justo el pasado fin de semana el aún Máximo Líder atravesaba por una de sus intermitentes fases de relativa recuperación física y mental. Algo que --no poseyendo él una bola de cristal como la maga aludida en su último Aló Presidente-- sólo podía saber a ciencia cierta previo mensaje confidencial del Palacio de la Revolución.



Segundo, que al arribar a La Habana, la momentánea lucidez del Magno Paciente habíase esfumado: amén de que no se le ve caminar, durante los tres minutos frente a las cámaras Fidel luce confuso, ofuscado. Las expresiones faciales de sus contertulios en el jardín alternan entre perplejidad, complacencia y un embarazo rayano en la consternación. Raúl apenas logra disimular; Chávez, al borde de la alucinación como de costumbre, hace su mejor esfuerzo histriónico.

Y es sintomático que el Magno Paciente no le haya concedido audiencia al presidente uruguayo Tabarés Vázquez (no inspira tanta confianza como para permitirle figurar en una escena de teatro similar con el octogenario Secretario General del PCC en rol de protagonista senil), también de visita en La Habana y con el "mérito" adicional de haberse cerrado de banda de antemano a la oposición interna, portavoz por defecto de un "nuestro pueblo" al que Raúl sigue manteniendo en un puño. Como refleja la elocuente foto de abajo, cortesía involuntaria de Encuentro en la Red, que ahí puede apreciar fotográficamente la "paz social" y el
zapateril "diálogo" por los que aboga a porfía con la cancillería española.

Aunque conservaba esa exagerada gestualidad y locuacidad típicas de los enfermos terminales, el convaleciente Comandante en Jefe desvariaba a ojos vistas. Tan persistentemente que a los editores del vídeo, avezados en menesteres censorios, no les fue posible cortar aquí y allá el filme para hilvanar una secuencia mínima libre de dislates que afloran cada vez más en las no menos editadas Reflexiones, interruptas desde el 26 de mayo. Sin duda, la segunda entrevista con Chávez en el curso de su breve estancia podría haber una tentativa baldía por suplir la falla acústica del vídeo.

De ahí la penosa necesidad de quitarle el sonido (ambos locutores suben el tono a fin de no dejar escuchar ni una palabra de lo dicho por Fidel) a la versión oficial de
tres minutos finalmente transmitida por Cubavisión. A no ser que mañana o pasado le pongan voz a esa película muda, nunca más acertada la frase martiana: "En silencio ha tenido que ser...". Visto y comprobado el hecho de que el anfitrión apenas se encontraba, como quien dice, de cuerpo animado presente con raciocinio ausentista.

Por ese lado, alegría por el mal ajeno para la "gusanera". Por el otro, consuelo para la feligresía castrista que, a la vista de la increíble longevidad del Gran Moribundo, está en su derecho a creer a pies juntillas que Dios, compensando a los desconsolados patriotas criollos por la indebida mortalidad otorgada a su apóstol José Martí, ha resuelto que su autoproclamado discípulo más aventajado en la Isla "no debe de morir".

En consecuencia, ha dado instrucciones precisas a su secretario San Pedro de mantenerlo en el limbo actual, sin extenderle visado para Cielo o Infierno hasta que al menos cuatro quintos de la cubanidad de "ambas orillas" no se lo ruegue a viva voz en todas las iglesias. Por lo que atañe al Abicú, aunque deja esas potestades a la Santísima Providencia, ya saben: de momento ni siquiera es el MUERTO GRANDE que más le interesa en la gerontocrática plantilla de la alta nomenclatura insular. Pues, ya no es más que la sombra intermitente, embrolladora, detrás del trono del nuevo Número Uno.

Bromas de mal gusto aparte, los usuales temas globalomaníacos supuestamente abordados en la magna cita habanera (crisis de los alimentos, irracional desarrollo armamentístico, calentamiento climático, crisis energética, inundaciones de Iowa, elecciones en Estados Unidos, etc.) confirman a todas luces que la constatación visual del estado de delirio tremendo del Magno Paciente habrían inducido a su emotivo huésped a despedirse con un "Hasta la victoria siempre".


Lúgubre lema que da pie a la suspicacia del Abicú. Hasta en la pantomima final con que esboza el saludo marcial frente al anciano ex Comandante en Jefe se nota a las claras que el mandatario venezolano tiene ya la irrevocable certeza de haber estado departiendo todo el tiempo con un obnubilado.

La víspera del viaje el deslenguado huésped bolivariano había soltado una tercera verdad grávida de corolarios: "Raúl, con las riendas en la mano". Cierto, especialmente a todos los efectos internos sólo a medias mientras su inapelable hermano mayor oscile espiritualmente entre el Más Acá y el Más Allá.

Ahora bien, en cuanto a la suerte de las FARC y la estrategia a seguir en Venezuela y Sudamérica, donde los ordenadores parlantes de Raúl Reyes mantienen en jaque al huésped y a sus epígonos regionales, esa frase dejada caer al desgaire por el huésped suena como un primer reconocimiento tácito de que el álgido diferendo sobre el liderazgo bolivariano entre él y el menor de los Castro, aún pendiente hasta la muerte de Reyes y Marulanda, al fin empieza a zanjarse a favor del segundo.

En ese sentido, antójaseme que este penúltimo viaje del "Mico Mandante" puede haber sido una especie de peregrinaje
inconsciente a Canossa. No en busca del levantamiento de una inexistente bula de excomunión, como el káiser alemán Heinrich IV ante el papa Gregorio VII en 1077. Pero sí para rendir discreta, prudente pleititesía en esta riesgosa coyuntura al nuevo Pontificex Maximus castrista, poniéndose sub conditione bajo sus órdenes y, sobre todo, para asegurarse el amparo del ubicuo aparato de inteligencia cubano en Venezuela y Colombia, donde los duros de las FARC pueden haberle puesto precio a su testa, que huele a pólvora. (Pinchen la foto para leer mejor en esas dos caras la nueva relación biunívoca que une a sus portadores a partir de ese abrazo a regañadientes; cualquiera diría que se trata de sendos agarres de yudo o kárate para estrellar al odioso contrincante.)

Si bien cabe especular que deseaba cerciorarse con sus propios ojos acerca de la gravedad real del "Padre Nuestro", de quien pudiera haber emanado días antes el ucase sobre el espectacular viraje estratégico (desahuciar a las FARC, enarbolar echar a volar la paloma blanca zurda de Picasso, presionar a los acosados jerarcas narcoguerrilleros para que suelten a Ingrid Betancourt, a ver si
la ex diputada aglutina obra la "operación milagro" de aglutinar a los partidos antiuribistas de cara a unos venideros comicios de reconciliación nacional, etc.) en Sudamérica y depende obviamente su aspiración a la hegemonía subcontinental, Chávez fue a La Habana a coordinar acciones con el nuevo presidente de los Consejos de Estado y Ministros, que a todos los efectos prácticos es quien tiene ahora la sartén por el mango en los asuntos de política exterior de la Isla.

Rutinario, carente de carisma, habituado a la disciplina militar, alérgico a los sobresaltos y formado desde su juventud en la vieja doctrina ortodoxa soviética, a diferencia de su hermano mayor, Raúl es propenso al retorno a los caminos trillados del Kremlin. De cara al fiasco de la estrategia guevariana de crear "dos, tres, muchos Vietnam", anacrónicamente desempolvada por el chavismo, entreve la hora de reestrenar en el subcontinente los dogmas soviéticos de la "coexistencia pacífica" y el "frente amplio".

Otra anticualla que, sin embargo, no lo es en modo alguno en una región con historia circular. No le falta razón al Hermanísimo: amén de ser la metodología subversiva que más frutos ha dado a la izquierda antisistema, en la actual coyuntura la "paz y la concordia social" en el patio y el extrapatio son imprescindibles para el éxito
de la controvertida sucesión raulista, sea ésta lo que fuere...

...Sucesión que depende de la estabilidad del chavismo en Venezuela, que a su vez tiene mucho que ver con la paz en y con Colombia, puesta en peligro por la beligerancia de las FARC, chivo expiatorio de ambos. En sustancia, a eso alude el huésped venezolano con el harto significativo complemento circunstancial
"dictando [Fidel] lineamientos estratégicos muy importantes para Cuba y nuestra América". (Entre ellos, la ya inminente normalización de las relaciones con Colombia.) Tanto despotrica que, sin proponérselo, suele acabar confesando lo que debería ocultar.

He ahí realmente la agenda secreta que un Hugo Chávez de capa caída, pese a sus usuales aspavientos con el rabo entre las piernas, fue a discutir a cuatro ojos en su Meca habanera con un Raúl en alza que nunca ha cortado el bacalao con ese bastardo zafio, zoquete, charlatán, lengua larga y arrebatado (entre hermano y visitante el general de cuatro estrellas y cinco escaramuzas debe de haberse sentido en un manicomio), colmo del atrevimiento, pretende disputarle un legado que le pertenece por derecho de sangre. Paciencia, ya llegará el momento de ponerlo en su sitio...

6 comments:

Anonymous said...

Abicú es poesía,análisis agudo, es sarcasmo y cubanía. Abicú es la voz de quines no le es suficiente con sus cuerdas vocales. Abicú es la forma caribeña de ese contenido cruel que nos ha tocado padecer. Abicú es filosofía, literatura de altura y la mejor imagen; es conocimiento. Me gusta Abicú y estoy contigo. cubacambios.blogspot.com

Eufrates del Valle said...

Encantado con tu analisis, risas intermedias... desde que lei que el video no tenia voz, me imagine que al orate (oye, que se ha creido de verdad lo del Partido es Inmortal y ahora es el Partido el mismo, y no acaba de partir...), bueno oli enseguida que le dieron un paseito por el patio, lo dejaron hablar chocheras y luego editaron, pero no pudieron ponerle voz... es todo eso tan ridiculo!

Jorge A. Pomar said...

No me hagan sonrojarme que me pongo cenizo. Cierto, Candil y Éufrates, como dicen los venezolanos, estoy gozando una bola con este enrevesado culebrón sudamericano.

Insisto: desde mi atalaya particular, lo que ocurre en cámara rápida allá en Sudamérica es mucho más importante para nosotros que cualquier trama que sepamos se esté urdiendo ahora mismo en la Isla y la Diáspora.

El Abicú

Anonymous said...

lleva razon el Abiku...

Anonymous said...

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