Por Jorge A. Pomar, Colonia
Tampoco el Abicú se concibe a sí mismo con un blanco (con una blanca, sí) en la cama, aunque le sobren amigos caucasianos. Por ende, soy mucho menos racista que Lisette. En tratándose de una cañona sexual (vídeo de abajo; para ver a la violada argumentando, no la escena de la violación) cabe preguntarse: ¿Qué importa la tez del violador?
De lo que cuenta la inconsolable lujuriada se desprende forzosamente que la ofensa no sería tan grave si el violador pudiera acreditar "pureza de sangre", aunque fuese un adefesio. Ni pagándole su peso en oro encontrará el lector aquí a una valquiria dispuesta a repetir ese irritante díctico ante las cámaras. Con esas dos frases Lisette se ha hecho impresentable hasta para la más desaforada retroprogresía eurooccidental. [Foto de arriba: Lisette Bustamente en Cuba Nuestra.]
Es lo de menos; forma parte de los gajes del oficio --Norberto Fuentes, otro que bien baila, dixit-- de las selectas féminas que rodean a los playboys de la alta nomenclatura. Lo demás encaja en la chismografía habitual de los ex íntimos de los Castro venidos a menos. Lo de más es que, si bien no es del todo sincera, la entrevistada revela aquí toda la enrevesada, retorcida contradictoriedad de gentes que arriban al exilio sin haber roto sus ataduras afectivas con el régimen. De ahí ese "salir de Guatemala para entrar en Guatepeor".
Por lo demás, desde antes del reciente, intempestivo viaje de la periodista a la Isla para entrevistar a su amigo el nuevo presidente de los Consejos de Estado y Ministros, ya constaba que Lisette depositaba en él casi toda su confianza como futuro Deng Xiaping antillano. [Nota: No he podido subir el último vídeo de Mega TV, citado por Cuba Nuestra, donde Lisette es más prolífica respecto a las supuestas dotes de estadista que atribuye al Hermanísimo.]
Después del viaje, volviendo a escucharla en aquella lacrimosa entrevista, experimento con ella la misma sensación que con otros hijos pródigos del castrismo: de la buena marcha de la sucesión, a la que apuestan a pesar de tantas evidencias en contrario, depende la reconciliación de estos personajes con su propia conciencia, atribulada y escindida.
A modo de ilustración, si aún no lo ha presenciado, disfrute abajo del debate televisado con otro inefable opositor estrella: el socialdemócrata Indamiro Restano Díaz, quien lideraba en La Habana el grupo disidente Armonía en la época de Criterio Alternativo y la Carta de los Diez (1991). Hoy cruelmente rebajado al --para él y sus pares sociatas-- humillante oficio de taxista en Miami, cojea de la misma pata de la demagogia acrobática que el campeón absoluto de los saltimbanquis exiliares: a saber, el general de la reserva en el exilio Rafael del Pino. El fetecún de Indamiro en Mega TV es una pieza antológica; el bateo con sus dos contertulios, de ampanga.
El ex general de la Fuerza Aérea castrista en el exilio miamense y todavía se considera a sí mismo, a mucha honra, "compañero de armas" del Hermanísimo. Comparada con ambos, Lisette una raya más decente. No así la doctora Hilda Molina quien, según su entrevistador argentino Javier Ceriani (un auténtico mirlo blanco del periodismo rioplatense; a propósito, sería útil investigar en el laboratorio los efectos encefálicos de los efluvios del río La Plata), ha empezado a echar pestes de los exiliados de La Florida: "resentidos", "gente llena de odio", "cobardes", "poco varoniles", "envidiosos"...
Su ex colega del Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN) pone a la Dra. Molina bajo una nueva luz, que pudiera ser la verdadera clave de su secuestro en la Isla: el fracaso de un plan de fuga colectiva de ella y varios de sus colaboradores para establecerse profesionalmente en Argentina, donde ya residía su hijo.
De acuerdo a esta tesis, en vez de opositora, la neurocirujana cubana sería más bien una ex miembro de la élite científico-técnica a la que el Magno Paciente le impide disfrutar de lo que ya va siendo una práctica preventiva de los clanes castristas para, por si las moscas, poner a sus familiares a buen recaudo al frente de un lucrativo negocio en el extranjero. Poseedora de sensibles secretos de Estado, Hilda Molina habría intentado arrogarse dicho beneficio "por la libre", o sea, sin contar con la debida autorización al más alto nivel. Punto.
Nada, que así como el fracaso de la Revolución se debe a que los que se creen y dicen "revolucionarios" jamás lo han sido, el fiasco de medio siglo de oposición interna y exiliar se debe en buena medida a que pululan los disidentes que apenas lo son a medias. Dicho de otro modo: más que la suerte de Cuba y de los cubanos, lo que ocupa el centro de las cuitas de Lisette y los otros tres personajes aludidos es su propio hipertrofiado ego, su notoria incapacidad para ajustar cuentas con su propio pasado, su necesidad de estrellato a toda costa en cualquiera de las dos orillas de la cultura cubana o, de ser posible, en ambas a la vez.
Fazit: tres de ellos (Lisette, Hilda Molina y Del Pino) vivían bien como parte de la alta nomenclatura, les pisaron un callo y se fueron a vivir mejor en el exilio. No funcionó y ahora, encaramados en la cerca, hacen malabares intentando el salto de vuelta al redil por todo lo alto. El cuarto (Indamiro), habiendo sido un destacado líder disidente en la Isla, se siente ninguneado en Miami y le hala la leva sin recato a Raúl Castro con similares propósitos.
No sé por qué todos me recuerdan a otro inefable: Edmundo Desnoes, el intelectual burgués metido a revolucionario que a principios de los 60 decide quedarse en Cuba cuando todos sus parientes y amigos se van; vende al patio y al extrapatio una visión apologética del castrismo en su célebre monólogo Memorias del subdesarrollo (inmortalizada en el celuloide por Tomás Gutiérrez Alea); años más tarde, desencantado, se larga a su vez y, desde el exilio, justifica su zigzagueo con el argumento de que en la Isla no había queso Rockefort. Por lo demás, nada contra el "proceso" en sí.
A la mente me viene también otro literato famoso con biografía conmovedora: Eliseo Alberto, quien novelara en el exilio su propia labor de espionaje contra su padre (el poeta Eliseo Diego) para enseguida declarar que, de haber estado él en La Habana, tendrían que haber pasado sobre su cadáver para filmar el vídeo donde el Magno Paciente aparece en su Adidas caminando lastimosamente sin avanzar...
Pero noto que estoy perdiendo el control del casete de los recuerdos de picuencias criollas. Así que corto la cinta y los invito a leer en Cuba Nuestra (pinche ahí para leer la transcripción y, si lo consigue, ver la versión televisada en Mega TV, donde vuelve a deshacerse en ditirambos a Raúl Castro) las respuestas de la infortunada Lisette, cuya progenitora fue "espía en plantilla. No los informanticos de a tres por kilo [sic] que está lleno el exilio de ellos...".
Entre despectivos y lastimeros un minuto sí y el siguiente también, prendiéndole una vela a Dios y la otra al Diablo, estos cuatro Jinetes de la Ambigüedad dan la impresión de estar pidiendo perdón con escopeta de dos cañones: el más grueso contra el exilio que mal que bien, acorde al principio de a cada cual según su talento, los acogiera en el cuarto de hora de su desgracia insular; el más fino, contra el mismo régimen mal maquillado que antaño los eyectó allende los mares y hogaño les atrae irresistiblemente de vuelta a la Patria Socialista, que al fin empieza a marchar por el "camino correcto".
Los cuatro son hijos legítimos del sistema que los engendró, prototipos psicológicos del castrismo y/o de lo peor del pasado republicano. Pero, en fin, tremendo vacilón ese nuevo morbo de moda entre la Diáspora, consistente en hacerse compadecer por partida doble: allá como víctima de la incomprensión de acá y acá como víctima de la de allá. Brutos, zafios, teatrales, ególatras, dolidos pichones de la burguesía republicana y/o revolucionaria, hijitos inmaculados de mamá y papá frustrados lejos de casa, derramando lágrimas de tierno cocodrilo alterna o simultáneamente desairado por tirios y troyanos... ¡Ay, Dios, perdona a este ateo impenitente!
18 comments:
Puaaaaá!
Pomar, yo creo que la entrevista no se la hace Vargas Llosa, sino Cuba Nuestra. No me imagino al autor de "La casa verde" ocupado en estos menesteres. La confusión debe ser por el exergo y la firma.
Gracias, Ernesto. En efecto, me confundí con el exergo y creí que Mario Vargas Llosa había sido el entrevistador. Corregido el error.
El Abicú
Me caigo y me quedo mejor, acostao...
Menos mal que ya no soy cubano....
Matojo
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www.cubaencuentro.com
.....
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;=O
Está bien que te preocupes con lo de "no me concibo con un negro en la cama...", aunque no estoy tan seguro que no lo haga con una -a. Pero es mucho más alarmante pensar qué será el resto si un engendro como este era parte integral de la clase privilegiada. Nos pasó la planadora.
Abicu, no entendiste a Lissete: no es en especial, ni solamente, la tez, ... que a veces identificamos con la faz. La cosa de Lissete va más alla de la tez y es... la cosa en sí misma. Pero, eso sí, estoy muy de acuerdo contigo en que eres muchísimo menos racista que ella. Por el mismo motivo; al revés.
Abicu, te acuerdas de "Alegrias de Sobremesa"?
Que gente, caballero, pero que gente....!!!!!!
El Abicu menciona a Norberto Fuentes, otro personajillo lleno de añoranzas por su pasado "glorioso" de compañero confiable. Sabe alguien que paso con este gallo? Tenía una página web (norbertofuentes.com) que desapareció desde hace al menos un mes? Habrá virao pa Cuba?
Qué manera tan pomarosa de decir 4 HP o Four SOB:
"Los cuatro son hijos legítimos del sistema que los engendró...."
Pomar, no pongas ampanga con hache.... pero sigue poniéndote abicú y sin complejos. Te felicito por tu claridad a la carta. Cariños,
Precisa Mente
Abicú, Indamiro fue siempre un desequilibrado, incluso desde tan temprano como en los tiempos del Instituto Lafargue. De tratamiento psiquiátrico y todo. Me consta.
Pero ¿qué se ha creído el señorito Restano? Si quiere hacer periodismo independiente, hoy en día eso es muy fácil. Que ponga un blog como hacen muchos con más CV y más talento que él.
Y que no llore por su suerte de taxista. Millo Ochoa, constituyentista de la Constitución del 40, fue taxista en Miami durante 10 años y nunca se quejó.
Hace tiempo leí un texto tuyo sobre Encuentro y su directora (o "miembra" como se dice ahora en España) y me pareció que, aparte de coincidir contigo y saber yo también muchas cosas, el gran problema era que no habías cuadrado la caja con la señora. Me suscribo totalmente a este otro texto. Lo que sucede es que conozco tb otras personas que dilucidan a los fuite-y-vinite y a los reciclados con igual justicia salvo cuando están delante o cerca de ellos. Tanto Miami como España, como otros países sobre todo europeos, están llenos de personajes de este tipo. Lamentablemente a un pobre infeliz que no es nadie pueden devolverlo con facilidad a la Isla del Diablo, pero a estos camaleones se les permite intentar una nueva vida. Siempre me pregunto hasta qué punto ellos habrían permitido algo ligeramente parecido. Gracias por tu "explallada".
He entrado en los vídeos y he salido con un fuerte dolor de cabeza: necesito un chute urgente de dos gramos de paracetamol. Qué inconsistente es todo, qué cosa tan miserable y asquerosa ese afán que pone la mediocridad en sobrevivir a toda costa!!!!!!!!!
Es evidente que si no es una puesta en escena, esta señora está tramatizada por la violación del peso completo. Hubiera dicho en ese sentido lo mismo, si la hubierse violado un árabe o un chino.
Sin embargo, el problema no es ese (y disculpa Pomar, no te lo tomes tan a pecho), sino el fariseísmo de estos personajes que van llegando al exilio, después que como tú bien dices, le han pisado los callos. Entonces cuando disfrutaba de los privilegios y las prebendas, ni se interesaban por los acosos a los disidentes, ni los presos políticos, ni las injusticias que han venido cometiendo durante casi 50 años, al contrario las apoyaban plenamente, en la medida que pertenecía a la mnomenklatura.
(Las guasimas de aquella Isla no alcanzarían… ¡Qué Dios me perdone!)
Las verdaderas guásimas en Cuba -por verguenza-se han colgado a sí mismas
Ahora leo en una web que la Senora Bustamante no la dejan entrar en Cuba a ver a su mama.. Entonces para que C. vino y la dejo alla? Senor Pomares, creo que usted se debe sentir bien de vivir en Alemania lejos de todo ese infierno que es Miami con sus chanchullos politicos. Usted era una persona muy inteligente alla en Cuba que dominaba varios idiomas. Estoy seguro que en su exilio Europeo, ha aprendido mas de la vida que si viviera en Miami. Yo le doy gracias al cielo que cuando pedi visa en La Habana me enviaron directo a San Francisco,solo pase unas horas en el aeropuerto de Miami y no he ido nunca alla. Extrano las cubanas,pero aqui tengo asiaticas y mexicanas. Lo que no soportaria es ni el calor de alla ni la bananeria ni la incultura de su clase intelectual. Un saludo desde California. Julio.
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