Dramática victoria del NO

Venezuela vota contra el socialismo

Por Jorge A. Pomar, Colonia

Horas después de que los primeros escrutinios parciales a pie de urna hubiesen dado al SI como vencedor por amplio margen de 6-8 puntos, con varias horas de inquietante, tenso retraso con respecto a la hora anunciada por el Consejo Nacional Electoral (CNE), el presidente Hugo Chávez Frías debió admitir la victoria del "NO".

Según el CNE, fueron éstos los resultados de ambos escrutinios (la Reforma Constitucional se votaba dividida en dos bloques):

Bloque Uno: SI 49,29 / NO 50,70 Bloque Dos: SI 44,90 / NO 51,05 Abstención: 44,90%

Vídeo del comunicado oficial del CNE



Los venezolanos habrían emitido 4 504 354 votos por la Carta Magna vigente y 4 379 392 por la Reforma Constitucional socialista. Extractos del discurso de Chávez: "Felicito a mis adversarios por esta victoria... Con el corazón se los digo, tengo varias horas debatiéndome en un dilema... A quienes votaron por mi propuesta y a quienes votaron contra mi propuesta, les agradezco y les felicito porque han comprobado que éste es el camino.... Ojalá se olviden para siempre de los saltos al vacío, de los caminos de la violencia, de la desestabilización".

A su vez, Leopoldo López, del partido opositor Un Nuevo Tiempo, declaró eufórico pero a la vez haciendo gala él también de un tacto indicativo de la conciencia general del riesgo de un estallido de violencia: "Nosotros nos queremos abrazar con todos los venezolanos... A partir de ahora lo que tiene que ganar es la paz, la inclusión... Doy gracias al presidente por reconocer la victoria".

Por su parte, el líder estudiantil Stalin González, clave en el triunfo pese a su infamante nombre de pila, hacía un prudente llamado a la reconciliación nacional: "Entre todos podemos construir un país distinto. Hay que asumir con humildad la victoria. Se trata de que podemos convivir todos los venezolanos".

Otro oponente que había llamado a la calma al inicio de la jornada dominical fue el ex candidato presidencial (derrotado por Chávez en diciembre de 2006) y actual gobernador de Zulia Manuel Rosales: "Se puede tomar un camino de desencuentro o uno de tranquilidad, por lo que resulta necesario participar para darle a Venezuela un mejor futuro. Se trata de una manifestación de amor, por nuestro futuro y por nuestros hijos. Éste es un día de alegría, de fiesta y participación". (Foto de arriba: Stalin González en p. pl.)

De la volatilidad de este momento histórico dan fe también la demora del CNE en dar los primeros resultados irreversibles (después que el vicepresidente avivara la tensión anticipando un desenlace "reñido") y la actitud de Hugo Chávez, condescendiente sin renunciar a la porfía: "Ésta propuesta no está muerta --dijo, tras calificar de "pírrica" la victoria del enemigo de clase--. Sigue viva, y yo no la retiro. No es ninguna derrota. Es otro por ahora". (Pinche aquí para ver vídeo de El País)

Todo indica que el presidente no dio su brazo a torcer por iniciativa propia. Detalle harto dospechoso: el CNE no permitió que representantes de la oposición fueran testigos de los cómputos finales. Y durante la madrugada el injustificacle retraso en el anuncio oficial hizo que la tensión subiera de tono. ¿Tiempo para manipular las computadoras electorales o ponerse de acuerdo entre ellos?



La prepotencia, la impunidad con que había hecho y deshecho hasta el domingo el "Mico Mandante", apreciable en el vídeo de arriba, inducía a dar por sentado el trucaje. Por las dudas, el ex ministro de Defensa, Raúl Isaías Baduel, lanzó un pitazo de advertencia al gobierno: "...el CNE está en posesión plena de poder haber emitido hace rato el primer boletín. De manera inexplicable, el árbitro con suficiente información está sometiendo al país a un compás de espera inexplicable".

Por otra parte, se sabe de buena tinta que, mientras la expectación iba en aumento entre partidarios del SI y el NO, Chávez sostuvo una larga reunión de urgencia a puerta cerrada con su gabinete, jerarcas del Partido Unido Socialista de Venezuela (PSUV) y el alto mando de las Fuerzas Armadas. La noticia, me recuerda un atento lector (gracias, ver segundo comentario), apareció en El Nuevo Herald y dice así: "Chávez ha estado reunido durante varias horas con el alto mando", confirmó el comandante Joel Acosta Chirinos, uno de los líderes del golpe del 4 de febrero de 1992, que se convirtió en disidente y apoyó la opción del "NO".

En ese tenso conciliábulo, especula el Abicú, fue donde él presidente, de cara a la conocida doble escisión entre la alta oficialidad y la cúpula partidista, habría sido obligado a desechar la idea de violentar los numeros lo bastante para ganar "reñido" y reconocer la victoria de sus rivales.

Un indicio: al filo de la medianoche el Corriere della Sera ya se hacía eco de rumores según los cuales los primeros resultados a pie de urna arrojaban una holgada victoria del SI. Quizás, una vez descartado por consenso el estupro electoral, para salvar la cara presidencial, el mencionado cónclave reunido en clausura optara por reducir la cuantía del fraude.

Cuestión de unas décimas por debajo de la línea roja, de modo que el escrutinio electrónico arrojase una derrota oficial por la mínima. (Foto de AP.) Si les sonara a conjeturas, por favor, hagan una lectura semántica de este otro pasaje (El Mundo) de la alocución presidencial: "Pensé por un momento que, dado el escaso margen de ventaja del adversario, podía darse un vuelco. Pero luego decidí que sobre todas las consideraciones precede la unión de Venezuela y actué según lo que dictaba esa conciencia".

Significativo cortocircuito entre "pensé", "luego decidí" y "actué". ¿Qué debía pensar y decidir él, tratándose de un conteo de votos registrados por un autómata digital bajo la custodia del CNE, entidad en teoría imparcial, equidistante de gobierno y oposición? ¿Qué otra opción podía contemplar, sino dar por bueno el veredicto de las urnas? Desde esta perspectiva, el carácter impersonal de la locución verbal "podía darse un vuelco" se torna ambivalente al admitir la posibilidad de un sujeto personal.

Como ven, no se trata de un exceso de sutilezas semánticas del Abicú sino de un elocuente desliz oral y mental del señor presidente, empecinado explícitamente con seguir adelante con el proyecto gubernamental recién derrotado en las urnas: "Para mí ésta no ha sido una derrota. Continuaremos en la vía al socialismo del siglo XXI en base a la Constitución vigente, que la oposición ha terminado por adoptar como suya y me alegro que así sea".

Con esos truenos, ¿quién duerme? En fin, estoy sugiriendo que la victoria del NO ha tenido, con un gran margen de probabilidades, su trastienda extraelectoral. Conociendo el paño chavista, juego limpio no debe de haber habido. Sus razones tendrían para deducir que esta vez los venezolanos no se tragarían el sapo. Ése dato se sabrá a ciencia cierta durante las próximas semanas, tan pronto amainen los temores compartidos al sangrero y se reanude el pulso político-ideológico entre los dos bandos en pugna, en el fondo irreconciliables.

Chávez seguirá controlando a su antojo los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, además de las arcas públicas y, en buena medida, los institutos armados y las favelas. Le quedan seis años de legislatura para llevarse su desplumado pato socialista al agua. Pero acaba de encajar una seria derrota. En lo adelante lo tendrá más cuesta arriba aún.

Los antichavistas, hasta el domingo vapuleados y dispersos, empiezan a ver luz al final del túnel. Le han bajado los humos al "Gorila Rojo". Por lo pronto, los cubanos contestatarios de la Isla y el exilio no podemos menos que gritar a voz en cuello...

¡GRACIAS, VENEZUELA, POR QUITARNOS ESE CANTO DEL PECHO! ¡FELICIDADES DE TODO CORAZÓN!