Monday 26 November 2007

Cría cuervos...

Chávez congela a Zapatero

Por Jorge A. Pomar, Colonia

Eso no se queda así. Qué va, eso ahora se hincha de mala manera, pensó el Abicú con un confesable arrebato de alegría ajena al escuchar el desplante de Su Majestad en plena Cumbre Iberoamericana. Como en efecto, se ha hinchado a reventar:
Hasta que el rey de España no se disculpe, yo congelo las relaciones con España. Porque aquí hay dignidad”, acaba de proclamar urbi et orbi un ofendido Hugo Chávez.

Al parecer, esta vez no consultó previamente con su mentor convaleciente allá en la Isla. ¿Se habrá pasado de listo el presidente español José Luis Zapatero? Todo indica que talante y diálogo no han funcionado. El colega venezolano no se dejó "comer a la muela" por la diplomacia obsecuente de La Moncloa. A estas alturas, la sonrisa socarrona, de titiritero con marioneta díscola pero dócil, exhibida por el vallisoletano (de Valladolid) en la foto de a arrriba, debe de haberse trocado en mueca de asco y desengaño.

[Incidental: aunque Aznar le diese las gracias por pura cortesía, Zapatero no defendió al expresidente español en Chile, de quien dijo estar en las antípodas. Sin duda tenía razones de sobra para reprender pro forma al colega intruso, que se había vuelto a ir de boca.

En sustancia se limitó a abogar por sus mantras retóricos: el talante, la corrección política, los buenos modales en el foro... Por lo demás, el sambenito de fascista a Aznar es original del PSOE, de quien lo tomara en préstamo Fidel Castro, autor de la frase "fühercito con bigoticos". No despitarse. El desencuentro de fondo, la incompatibilidad entre el proyecto totalitario bolivariano y la expansión del capital inversionista español en Sudamerica, estaba ya sobre el tapete desde el inicio de la Cumbre. He ahí el origen real del conflicto.]

En el mismo discurso, Chávez anunció su firme intención de meter en el congelador las relaciones con la vecina Colombia, a cuyo mandatario tildó de “mentiroso” a propósito de la reciente suspensión de su mediación venezolana con las FARC decretada en forma unilateral por su colega colombiano: “…no creo en nadie del gobierno de Colombia. Lo que el presidente de Colombia hizo es lanzar un escupitajo brutal en nuestro rostro”.

“Señores ministros, señores militares --añadió el César venezolano--, lo que he dicho implica ponernos en alerta. Lo que he dicho es muy grave, pero tenía que decirlo. Así que, todo el mundo tiene que estar alerta en relación con Colombia”. En tono dramático, previno a sus secuaces sobre un conjunto de medidas que aplicará sin falta también a la Madrastra Patria:

“Las relaciones económicas, las empresas que tienen aquí los colombianos, las empresas que tenemos allá, todo eso se va a perjudicar. Es lamentable, pero ¿cómo se hace!” La culpa es del propio Álvaro Uribe, por contratar al chivo como jardinero en casa. Pero, con ser importante, dejemos a un lado el diferendo con Colombia para concentrarnos en el conflicto con la entre atribulada y cabreada Península.

La de San Quintín... La política, se sabe, es uno de los campos del conocimiento menos parecido a una ciencia que pueda imaginarse. A ratos, como en el caso que nos ocupa, admite la comparación con una partida de billar en la que una mayoría de principiantes anula la maestría de los jugadores expertos. (Pobre del bribón de Lula y demás zorros regionales.)

La imprevisible subjetividad humana, las irregularidades del tapete político y el “azar concurrente” juegan en el billar histórico un papel tanto más importante cuanto más inmediato el suceso en cuestión. Aún más que en la lisa superficie plana de la mes de billar, en el terreno corrugado de la política todo suele depender del último golpe de taco, que puede ser decisivo aun cuando sea errático.

La pregunta retórica --un gruñido en modo imperativo-- espetada por el rey al histrión de Hugo Chávez durante la Cumbre Iberoamericana, pasará a la historia como una de esas travesuras trascendentales del azar concurrente en el áspero billar de la historia. El prodigioso golpe de taco de Juan Carlos ha sido un “tiro de leche”, un “chiripazo” que cambia de golpe y porrazo la dinámica de la partida. (Pinche sobre la imagen de al lado para vacilar la parodia.)


Como por arte de magia, el intempestivo “¿Por qué no te callas?” del Borbón, contemporizador él también pero distante de la línea apaciguadora de La Moncloa, ha generado un carambolaje sísmico de consecuencias imprevisibles. Todo a beneficio de un tercero sonriente, que esta vez somos, felizmente, nosotros los vapuleados opositores cubanos. Conque a reír se ha dicho, señores. (Chávez alega no haber escuchado la frase, pero obviamente hasta la Bachelet, que actuaba de moderadora, la escuchó.)



De nada valió que Zapatero y Moratinos no se dieran por aludidos, que el Borbón guardara silencio desde que se marchó del cónclave a la francesa, que La Moncloa no haya llamado a consultas a su embajador en Cáracas, que se tragaran todos los insultos, que bajo cuerda ofrecieran al venezolano zanjar el engorroso incidente con una declaración conjunta, que...

[Incidental: Meses atrás, hostigada al unísono por la oposición parlamentaria de ambos países en las Cortes y la Asamblea Nacional, La Moncloa dio su brazo a torcer, sustituyendo a su despelotado embajador en Caracas. E
l diplosociata Raúl Morodo fue acusado de "agente más del Gobierno de Hugo Chávez" y "falta de sensibilidad" hacia la colonia peninsular de a pie. Sensible a los intereses de las transnacionales de su país, no movió un dedo, en cambio, por los agricultores españoles, víctimas de "invasiones de fincas, secuestros, incendios de casas, robo de maquinarias", etc.

Aparte de negociar el frustrado contrato de venta de aviones de guerra y patrulleras con patente USA a Venezuela, Morodo se jacta de haber sido el hombre que presentó al ex coronel golpista a Fidel Castro. Su gestión en Caracas destacó por "artículos de alabanza al régimen, visitas personales, fiestas, agradecimientos...". Su abierto contubernio con el palacio de Miraflores dio lugar a que 440 personalidades del patio firmasen una carta de protesta pidiendo su dimisión. Gesto inconcebible en La Habana, donde su émulo, don Alonso Zaldívar, ex comunista mal reciclado, mantiene un perfil más discreto sin dejar de ser sumiso al Palacio de la Revolución.]

¿Llegará Zapatero al extremo de conminar al rey a disculparse? No creo. El Borbón jamás se rebajaría a tanto. Además, equivaldría al suicicio simultáneo para monarquía y gobierno. Trinidad Jiménez, la inefable secretaria de Estado para Iberoamérica, anuncia que se va reunir con el embajador venezolano en Madrid para tomarle, "exactamente", la temperatura al congelador chavista. Para tomarle el pulso al guirigay peninsular y a la diplomacia del PSOE (¡cuán errados están están!), nada mejor que la siguiente entrevista en tres partes con doña Triny, dama de muy buen ver, por cierto, un colirio. (no se dejen disuadir por la imagen fija en pantalla con la escena del altercado verbal en Santiago de Chile):



La segunda opción, seguir callando, es ya imposible. La tercera opción, perder la compostura, daría al gobernante PSOE un montón de votos adicionales de cara a las parlamentarias de marzo de 2008, pero costaría un ojo de la cara a España. Existe una cuarta: rogarle a Fidel Castro que le saque las espuelas al bocazas caraqueño. Algo de eso ya ha hecho a su manera el Magno Paciente, a quien no conviene darle candela a todo el bosque sudamericano. Sin éxito.



¡Ay, Agripina! Marcado a fuego por ese “¿Por qué no te callas?” que le sale hasta en la sopa, Chávez, que venía subiéndoles la parada a los españoles, ha dado una última, estridente vuelta de tuerca a prueba de sordos. Con esta nuevo pitazo ultimativo, incauto como es, se pone otra vez en solfa a sí mismo y en conteo de tres y dos a un ejecutivo zapaterista que, más que por una cara que hace rato ya no tiene, no tiembla tampoco tanto por la suerte de los 300 subditos de la corona en Venezuela o las inversiones españolas en Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador y Cuba, como por su propio porvenir inmediato.



Cría cuervos para que te saquen los ojos…Crujen dientes en el palacio de La Moncloa, temiendo sobre todo un enésimo descrédito internacional fatal ante un electorado español, que dentro de un par de meses debe escoger entre PSOE y PP. Sonrisa de oreja a oreja del Abicú, que ve rodar las bolas sobre el rudo terciopelo del billar sudamericano, previendo carambolajes peligrosos para el chavismo y, de rebote, para sus dependientes mentores cubanos.



La Península habría perdido tarde o temprano una partida mal planteada desde que, para secundar las inversiones de capital español, lanzó en los años 90 la idea de crear esas “cumbres vergonzosas” ahora a punto de irse a pique junto con la ficción de unidad sudaca e iberoamericana. Y no está nada mal que le pase mucho antes de lo esperado.

Acomodémonos en la butaca frente al monitor de la computadora, o en el sofá de la sala frente al televisor, para asistir al mayor espectáculo del bufo español en lo que va de tercer milenio. El País está ya en candela. (Pinche ahí para escuchar el pasaje de marras en la voz original de Chávez. Un vacilón.)

De por sí, ya sumaban cientos los comentarios donde sale a relucir la ranciedumbre neocolonial de nuestros parientes peninsulares, pero a la vez una lucidez que no puede menos sernos beneficiosa. Ya iba siendo hora.

Ahora bien, lo más importante, el beneficio más inminente para nuestra causa disidente es el hecho incontrovertible de que, guiado por su prepotencia e irascibilidad solariega, Chávez ha incurrido esta vez en un error de cálculo garrafal.

Con el estudiantado manifestándose en las calles, colas cada vez más largas en los supermercados, una fobia creciente al "socialismo del siglo XXI" con jeta castrista y un influyente general Baduel cuestionándolo, el inquilino del palacio de Miraflores tiene casi todas las papeletas para que este golpe de taco mal colimado le salga por el cabo en el para él trascendental referendo del 2 de diciembre sobre la reforma constitucional.

La bravata del "mico mandante" enardecerá sin duda a sus leales pero le enajenará definitivamente a los vacilantes. A partir de esa más que probable derrota, o bien del gigantesco fraude que se vería forzado cometer para eludirla, podría producirse una reacción en cadena cuyo eslabón final sería un golpe de estado más o menos incruento o una sangrienta guerra civil en la que tropas y personal de inteligencia cubano tendrían que quitarse la careta y salir a defenderlo, para mal de los cubanos y de sus anfitriones mirafloreños, que acabarían cayendo a los sacos esquineros del billar de la historia junto con las transnacionales españolas (ese es el temor de La Moncloa, como refleja este otro vídeo).


Cuando menos, Chávez sufriría una merma de poder susceptible de poner sobre el tapete un petróleo subvencionado de vital importancia para supervivencia del castrismo y sus sucesores. Por lo pronto, parece que de nada han valido los consejos del Magno Paciente: "¡Qué lástima! --pensará alarmado el Comandante. Con lo bien que había salido Cuba, reconocida por todos en Santiago de Chile como una democracia ejemplar a pesar del bloqueo!"

¡Fallaste, Fidel! Con tipos brutos, semianalfabetos y arrogantes como ese plutocrático discípulo venezolano que te has agenciado por imperiosa necesidad hay que hablar claro, masticarle las cosas hasta que se las aprenda de memoria, halarle las orejas, si es preciso para que te entienda.

El muy bestia interpretó mal tus elogios sobre el tema. Tendrás que hacer acopio de toda la inteligencia que te reste para redactar una reflexión lo bastante genial y perentoria como para hacerlo entrar en razones. Se habrá vuelto loco: ¿fajarse con España y Colombia a la vez, como está el dado en Venezuela?

¿Quién se lo iba a decir al Comandante en Jefe? A esta hora y con ese recado. Todo echado a perder a causa del exabrupto del Borbón, que no estaba previsto en el protocolo de la Cumbre, y de la --al decir políticamente correcto del canciller español-- "persistencia declarativa" de Chávez.

Que se prepare, si está apto para tamaño empeño. Pues --el Abicú mete aquí la mano en la candela-- Moratinos, o Zapatero en persona, le implorarán por teléfono de rodillas que, por amor a Dios, tercie en un contencioso de imprevisibles consecuencias para todas las partes involucradas. No sea cosa que Bush se despida de la Casa Blanca en camilla, presa de un ataque de hilaridad convulsiva.

Las perspectivas de carambolaje incontrolable en el billar histórico son reales. En fin, como decía un aforismo muy popular en la Cuba republicana: “Lo bueno que tiene esto es lo malo que se está poniendo”. Crispación para todos nuestros adversarios juntos, con alto riesgo a corto plazo de debacle chavista y orfandad financiera para La Habana. Relajada curiosidad para nosotros. Esta vez nos toca ver los toros desde la barrera...

6 comments:

Anonymous said...

pobres los estudiantes venezolanos y ya les han matado a un par y en europa nadie se entera, que arreche

Anonymous said...

gusano

Anonymous said...

¿Qué quiso decir el anónimo de las 16:55? ¿A quién se refirió? Gracias adelantadas por la respuesta.

Jorge A. Pomar said...

Lo de "gusano" lo interpreto como elogio. Pero, siguiendo la terminología popular, soy más bien una crisálida felizmente metamorfoseada en "mariposa".

El Abicú

Anonymous said...

No hagas caso Abicú de ese clasificador frustado discípulo de Cuvier y Linné. Sigue sacándolos de las casillas que ya no les quedan ni palabras, sólo el intento de barbotear un insulto empobrecido

3XXX

Anonymous said...

Dan pena los que todavía usan el lenguaje Fascista ése de llamar a las personas con nombres de animales y lo siento también por los pobres animales que no tienen culpa de ése lenguaje reaccionario e imbécil
cuca