El reo de conciencia de la Primavera Negra Normando Hernández opina desde
su celda en Kilo Siete sobre el Concierto por la Paz en la Plaza de la Revolución
Por Jorge A. Pomar, Colonia
"Cantar por la paz [...] donde todos se sienten que están constantemente vigilados; donde se teme decir hasta lo que se piensa; donde se vive dentro de la postura del miedo y de infinitas calamidades; donde la política de Estado es el terror. Cantar por la paz sin enfrentarse a estos males sería pura hipocresía". Pinche AQUÍ para leer la carta completa en Baracutey Cubano.]
Peras al olmo: pedirles a Juanes & Bosé lo que quiere el prisionero de conciencia Normando Hernández González tras describir el drama criollo con tanta concisión y realismo, es una soberana ingenuidad. (El adjetivo "soberana" no es mero énfasis; alude al derecho de Normando a expresar su criterio al respecto, sea éste cual fuere). Esos usureros de la trova sesgada a la izquierda caviar han descubierto un nicho lucrativo en el mercado de bienes culturales y se dedican a explotarlo a saco. Con pleno conocimiento de causa y efecto, de modo que sólo cabe condenarlos a ellos también junto con los creadores de semejante statu quo...
En efecto, igual que Silvio & Pablo, Amaury, los Orishas y comparsa, lo del dueto promotor colombo-español es "pura hipocresía". Admitido el dato, huelgan ilusiones. De entrada, en el mejor de los casos Normando Hernández peca por exceso de modestia al subestimarse a sí mismo con estas palabras introductorias: "Pienso que poco vale mi opinión, o si estoy o no de acuerdo en que el popular cantante Juanes viaje, o no, a Cuba para realizar un concierto por la paz".
Craso error: la opinión de este corresponsal independiente, uno de los presos más famosos de la Primavera Negra del 2003 que purga sentencia de un cuarto de siglo en el penal camagüeyano de Kilo Siete, pesa bastante en la balanza del orgullo herido de nuestro presidio político, recién desequilibrada por el celestinaje diversionista de Oscar Espinosa Chepe y adláteres.
Por lo demás, no creo que sea éste el momento más adecuado para que el aún joven Normando (39 años de edad), cuyo canto en el suplicio merece respeto y admiración, haga propaganda desde la cárcel a favor de su particular "Proyecto Libertad", que vale justo por lo que tiene de común con un sinnúmero de programas similares de la oposición desleal (al régimen), a la que él mismo pertenece de lleno.
Tampoco es hora para repetir lugares comunes, escandir metáforas humanitarias y adoptar posturas equidistantes. Se echa de menos en el texto el gesto inexcusable en la situación actual. A saber, una clara toma de posición del autor de la epístola en pro o en contra del contrasentido chepista de exhortar desde la calle a sus antiguos compañeros de cautiverio en activo a apoyar el exitoso "acto de reafirmación revolucionaria" que, a no ser por un milagro, sin falta será dentro de cuatro días el cacareado Concierto por la Paz de Juanes & Bosé en La Habana.
Dicho de otro modo: se comprende sin más que un hombre en la fuerza de la edad, condenado a envejecer en una de las peores ergástulas del planeta, sopese bien sus palabras en una querella susceptible de beneficiarlo o acabar de remacharlo en su cruel destino. Vaya por delante que mi recalcitrante Alter Ego, sentenciado a dos años por idénticos motivos en diciembre del 91, no puede asegurarnos lo que habría dicho o hecho en el pellejo de Normando.
Sin embargo, es un hecho incuestionable que, allí donde los 30 reos firmantes (incautos o cautos), incineraron para siempre su prestigio a cambio de una incierta perspectiva de trueque de favores con altos huéspedes extranjeros o concesión de la codiciada pero casuísticamente sospechosa "licencia extrapenal", a buen seguro Normando ha chamuscado el suyo de buena fe.
Sin caer tan bajo como ellos. Aunque haya rehusado firmar, de un modo sutil cuyo alcance él no puede medir desde el aislamiento de su cutre mazmorra, a la postre lo han uncido publicitariamente al carro de los reos claudicantes contra su expresa voluntad. Es lo que parece desde la lejana ribera opuesta del Atlántico...
Lamentable pero comprensible, tanto la cautela crítica de Normando como el vergonzoso despelote de los firmantes a instancias del ladino Espinosa Chepe y comparsa. Sea como fuere, lo cierto es que si el castrismo terminal sigue matándonos a sombrerazos media centuria después de su sanguinaria apoteosis en enero del 59.
Y no sería justo atribuirle un éxito excluyente a la labor de zapa del "Aparato": su parte en el asunto hemos de reconocerle también al exceso de afán protagónico y neoprogresismo, amalgama inextricable de egolatría y buenismo que causa estragos en las filas opositoras. Y que, por lo visto, induce a incongruencias incluso a los reos más militantes de nuestra zarandeadada Causa.
Después del fiasco orbital con la absurda puja para retener en Miami al balsero huérfano de madre Elián González contra la voluntad expresa del cambiacasacas paterno en la Isla, el órdago al que, por interpósita sicofancia, somete el gobierno al medio centenar largo de reclusos restantes del Grupo de los 75, promete ser la segunda gran derrota mediática del movimiento opositor en su conjunto.
Resumiendo, un desenlace de consecuencias imprevisibles que habría podido evitarse mediante el sencillo recurso de no darnos por enterados, está ahora mismo a punto de consumarse. Así las cosas, apenas nos queda esperar hasta el día 20 de los corrientes para ver cuántos reos de la Primavera Negra asistirán escoltados al tal Concierto por la Paz.
Apuesto sin reservas a que, a despecho del rigor penitenciario y de las tantas enfemerdades contraídas en la tenebrosa prisión de Kilo Siete, el periodista alternativo Normando Hernández González no se rebajará a posar en esa extraña foto de familia penal al pie del escenario improvisado para el aquelarre musical del domingo 20 de septiembre en la Plaza de la Revolución. Por los demás no meto la mano en esa hoguera atizada por reptiles mimetizados como "disidentes moderados"...
Wednesday, 16 September 2009
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2 comments:
2 Comments:
At 9:42 AM, Jorge A. Pomar said...
Un administrador del blog ha eliminado esta entrada.
At 9:46 AM, Jorge A. Pomar said...
Un administrador del blog ha eliminado esta entrada.
http://baracuteycubano.blogspot.com/2009/09/el-preso-politico-normando-hernandez.html
Porqué Abicú te borraron estos comentarios en baracutey?
Gracias y muy buen blog
No, Anónimo, en realidad Pedro Pablo borró el comentario a solicitud expresa de mi parte. Había trocado nombres (Norberto por Normando varias veces), cosa que ya me había ocurrido poco antes en ese excelente blog.
Nada, gajes de escribir a vuelo de teclado. Por otro lado, este post no es más que la versión ampliada de aquel comentario errático.
De todos modos, gracias por la atención prestada.
Saludos,
El Abicú
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