Wednesday, 15 June 2011

"Mis derechos ciudadanos no dependen de Grau…"

Entrevista exclusiva con Fulgencio Batista

Por Ernesto de la Fe, Bohemia (Nueva York, 01-06-45)

[Transcripción abreviada de las fotocopias publicadas por el colega Javier de Castromori en Memorandum Vitae]

"Cuando la libertad y la vida no tienen garantías… 
Volveré a Cuba en este año… / Allá Grau 
con sus glorias o sus culpas…"

El primero de junio de 1945 fue el día que prácticamente madrugué en Nueva York… A las nueve y media llegué al Waldorf Astoria, situado en Paris Avenue y Calle 50, residencia temporal del ex Presidente de Cuba... Batista había rechazado de manera oficial la protección policíaca ofrecida por el gobierno americano por su condición de hombre prominente... Con gentileza que rayaba en franca cordialidad cambió las primeras frases. Sus preguntas iniciales fueron sobre Cuba. Y a continuación, al hacerle presente el saludo de mi querido amigo Miguel Ángel Quevedo, me encargó devolvérselo con todo afecto: [Fotos (las tres) de archivo de Time: Abrazo entre el presidente electo Ramón Grau San Martín y el mandatario saliente Fulgencio Batista y Zaldívar.]

--Acabo de hacer declaraciones de tipo político --comenzó-- y no quisiera repetirlas, pero deseo satisfacer a BOHEMIA y contestaré sus preguntas, según me pide.

Ha llegado la hora del análisis de Grau…¿Cree usted que el pueblo de Cuba ha recibido beneficios plenos con el traspaso de Poder al haberse procedido constitucional y democráticamente bien? Batista es un hombre que pesa mucho el valor de cada palabra; por eso antes de responderme meditó por unos momentos la respuesta. Y como un martinete empezó:

--En el respeto a la voluntad del pueblo radica el espíritu democrático y el imperio de la Constitución. Si el Gobierno que haya elegido el Pueblo no cumple sus deberes ni realiza el programa prometido, la responsabilidad es de quien incumple, y no del pueblo o del que haya propiciado la existencia democrática. Entiéndase por pueblo el conjunto de voluntades que representa sentimientos, ideales e intereses en la nación; no los grupos o partidarios que aplauden u obedecen según convenga.


Sin darle un ligero descanso inicié la otra pregunta, por supuesto ya meditada. Se cumplía exactamente un año de la elección del Dr. Grau y consideré que ya Batista tendría más que formada una opinión sobre la conducta gubernativa de su sucesor:

--Siempre, dije –me respondió—que debía darse tiempo al nuevo Gobierno para que llevase adelante sus planes o proyectos. Aconsejé a mis amigos la mayor ponderación en sus actitudes. Parece que no se ha comprendido bien el interés patriótico que inspiró esta conducta por parte de los que ejercen la máxima representación ejecutiva. Si miles de empleados públicos que cumplían sus deberes fueron cesanteados, llamándoseles botelleros, y la Administración parece que marcha entre confusiones e incertidumbres; si los que han querido ayudar a distancia el interés de Cuba, con su silencio y discreción y los que ejercen el derecho a pensar libremente, son llamados conspiradores; si los Poderes que garantizan la Constitución, basamento del régimen democrático, son agredidos y amenazados; cuando la libertad y la vida no tienen garantías, puede afirmarse que ha llegado el momento de que el balance de la obra de Gobierno se ofrezca, y de que el análisis se haga.

Hubo una breve interrupción originada por uno de sus secretarios, lo que me permitió estudiarle más detenidamente. Vestía de gris –su color preferido--, camisa blanca, corbata de dos tonos y zapatos negros. Aparentaba una salud espléndida y por sus movimientos ágiles y su tórax abultado se adivinaba al hombre que cuida gimnásticamente su físico. Después me aclaró que, entre otras cosas, todos los días camina un buen número de cuadras. ¿Qué opina usted --recomencé, mientras observaba los movimientos de sus facciones-- de las alusiones de que el Dr. Grau le hace objeto, con cierta frecuencia desde la tribuna pública? Sin mostrar sorpresa, respondió:

--Algunos periodistas me han hecho la pregunta ya. No sé a qué atribuir ese vicio del lenguaje. Siempre le ofrecí respetos y garantías. El Presidente Grau es médico y quizás él le encuentre una explicación adecuada. [Foto: Roosevelt-Batista.]

La ironía que encerraba su respuesta no pudo hacerme menos que preguntarle: ¿Es cierto que regresará a Cuba en este año? ¿En qué mes?...

--Ahora, después de haber oído tantas cosas, me interesa observar. Pienso regresar a Cuba dentro de este año. No sé todavía en qué mes será. De todas maneras daré tiempo a que los desaciertos del Gobierno no le puedan ser atribuidos a mi presencia. Allá él con sus glorias o sus culpas.

Mucho se ha hablado últimamente en nuestro país sobre los propósitos del general Batista y su deseo de formar un nuevo partido político. Ambas preguntas fueron contestadas así:

--Mis propósitos han sido mantenerme alejado de las actividades públicas., pero me parece que no podré lograrlo. Si actúo en política, como están señalando los acontecimientos en mi país, lo haré oportunamente, cuando mis actividades no influyan en el inmediato porvenir., de manera que Gobierno, partidos y líderes de todas las tendencias se encuentren libres de mi intervención política en la reorganización que se avecina y en las elecciones parciales próximas. El que ingrese en un partido de los existentes o que forme uno nuevo para orientar la opinión pública que me secunde, dependerá de los resultados de aquellas manifestaciones cívicas y de las actitudes o conductas que hayan observado los partidos y sus dirigentes...

Recobrado el hilo de la entrevista, proseguí. De acuerdo con las informaciones que posee de Cuba, ¿cree usted que el Dr. Grau le respetará en su condición de Ex Presidente de la República y hombre que le entregó el poder, permitiéndole ejercitar --libre de persecuciones-- sus derechos ciudadanos? Cual si ya hubiera meditado mucho sobre la cuestión, no fue tardo en responder: 

[Obra de un talentoso y corajudo alumno ecuatoriano 
de la Escuela Internacional de Cine, este impactante 
cortometraje refleja al más bajo nivel, por un lado, los 
efectos existenciales del apartheid y, por el otro, ilustra
la tragicomedia familiar en la Isla. 
OJO: escenas, desenlace y mensaje pueden perturbar.
No hallé mejor colofón audiovisual para la sabia pero 
deoída advertencia patriarcal al cierre de la entrevista.] 


--Mis derechos ciudadanos no dependen de la voluntad de un hombre. Son la Constitución y las leyes en las que debemos confiar. El Presidente de mi Patria, mientras impere el régimen democrático que el pueblo quiso y yo propicié, tendrá que subordinarse a ellos...

Fiel a mi plan me aventuré en la siguiente pregunta:¿Qué opina usted de la muerte de Enrique Enríquez? Batista me clava su mirada como queriendo penetrar en mi pensamiento. Hace un gesto muy peculiar con sus brazos, y despaciosamente responde:

--Las noticias que tengo de algunos crímenes cometidos en Cuba son las que me llegan de vez en cuando por el cable. Los de Llanillo y Enríquez, por ejemplo. El primero amigo personal mío y colaborador de mi Administración; el segundo, sirvió al Dr. Grau y a agentes policiacos de mi Gobierno en recíprocas informaciones. A éste último no lo conocí personalmente. Sólo lo recuerdo por los informes políticos que recibía. Según todos los antecedentes, esas muertes trágicas se han producido por elementos de la actual situación gobernante. ¡Figúrese lo que opino! ¡Pregúntele al pueblo!

La conversación recae sobre épocas pasadas, coyuntura que aprovecho para obtener su opinión sobre si estimó correcta la conducta de Migoya como Jefe del Ejército en el Gobierno de Grau y la de los otros generales. Por un instante creo advertir en sus pupilas el fulgurar de la ira. Sus músculos faciales se contraen. Va a decir algo pero se domina y, con esa inflexión irónica que a veces se advierte en sus palabras, dice:

--No merece el comentario. Pase la pregunta.

La entrevista comienza a prolongarse, pero el Ex-Presidente de Cuba se muestra en extremo gentil. Me intereso por su jira a través del Continente americano. Del conocimiento que esos pueblos hermanos tiene de nuestro país. Y llego a preguntarle además: ¿Por lo que ha podido constatar, considera eficiente nuestro Servicio Exterior o por el contrario lo cree necesitado de renovación como estiman muchos en La Habana? A todas estas interrogantes responde... 


--Mi jira por el Continente ha sido muy saludable para mí. Para mí, como hombre público, como representativo y como cubano. Ésta es una entrevista de las que pudiéramos llamar "relámpago". Ya hablaré detenidamente de esto en otra ocasión. Déjeme decirle --añade tras una breve pausa-- que el progreso en nuestra América es creciente, sobre todo en lo cultural y político. Falta mucho por hacer. ¿Y dónde no? Desde luego que lo democrático tiene grietas en muchas partes. Claro que me refiero a los países que se llaman tales. Resta por realizar una larga tarea en lo económico y en lo social. La América nuestra esta grávida de sentimientos de sincera fraternidad y el Pan Americanismo es positivamente vigoroso. 

Las potencias del Eje y sus doctrinas han tenido aliados eficaces en nuestras hermanas del Hemisferio. Cuba es bien conocida y sus instituciones y costumbres prestigiosamente acreditadas. Lástima que tan frecuentemente la pequeñez de ciertas pasiones localistas, por no decir pro¬vincianas, empañen el brillo que tan legítimamente tiene Cuba en los países hermanos... Nuestro Servicio Exterior no es malo. Lo que le falta es personal, presupuesto y estabilidad. Eso y la intensificación de los negocios y asuntos culturales, interamericanos, estrecharían más nuestras relaciones con las naciones del Continente.

Y a su libro, General --que tengo entendido que trata algunos de estos aspectos--, ¿cómo lo intitulará?

--Estoy recopilando datos --me responde--. No le pondré nombre hasta ver qué figura alcanza. Ni estridencias ni falsas posturas…

Ya de pie, el cameraman dispara sus últimos “flashes”, mientras le inquiero respecto a su visión del porvenir de Cuba en la Posguerra. A la pregunta, que parecía esperada, responde en tono firme:

--La posguerra tendrá para Cuba consecuencias lamentables de crisis económica y desempleo, si los llamados a gobernar el país no realzan de inmediato los planes coordinados indispensables para evitar el desastre. Si todos nos ocupamos de ayudar...

12 comments:

Reflexiones de Chocolatico Pérez said...

"Mulato lindo", como le llamaban los soldados a los que él le limpiaba las botas y le tocaban el culo en el comienzo de su carrera, según mario Kuchilán, llegó a General, primero a Sargento Taquígrafo..., eso si es ein Wunder! Al final, el hombre fuerte de Cuba, aquí hay para contar...

Reflexiones de Chocolatico Pérez said...

La foto del inicio no puede ser del 58 como dice el entrevistado... Ya no quedan muchos testigos para escribir la Historia, los que quedan están chochando; "no huímos, nos fuímos"...

Adela de Fernandez. said...

Chocolatico , cuando difames de los hombres , por favor hazlo con nombre y apellidos , a que temes en Alemania ?, a la negacion de la entrada a Cuba ? .No me vengas con el cuento de la represalia a tu familia . Fulgencio Batista fue macho hasta el final . Aborrezco a los oportunistas .

Cristina García said...

El señor que habla en la entrevista sabe mejor que el entrevistador qué pasó porque lo vivió; pero el muy impertinente parece estar dándole una lección al testigo de primera mano que tiene la suerte de poder entrevistar.
Cada palabra que cuenta la había oído antes de mi padre, que no tuvo nada que ver con el gobierno de Batista de ninguna manera, excepto vivir la prosperidad económica de su gobierno y ver a tiempo el desenlace del choteo estudiantil que tantos celebraban.
Aún esa más que mediocre entrevista es una mirada necesaria al pasado que nos han contado tan mal.
Gracias, Pomar.

Cristina García said...

Los dos bandos en la boda eran el gobierno de Batista y la universidad.
Para que luego alguien se asombre del recelo visceral que hay que tener con los intelectuales, con los instruídos, con la élte del saber, cuando se dispone a guiar al rebañó de ignorantes.
Ahí está la prueba de su ingenio, un joven abogado con antecedentes gansteriles en la universidad y que tomó el poder por las armas les pareció la mejor solución para Cuba.
Saludos.

list said...

Necesitamos se rescate la historia . Bingo !!!!

Mira como lo cogieron . Abicu , tenemos izquierda para rato , en Cuba todo listo .

http://www.youtube.com/watch?v=PomGjwSlyq8&feature=channel_video_title

list said...

Por desconocer y (o) ocultar el pasado de Fidel Castro nos cayo un infierno , ahora con este libro no solo evitaremos una reeleccion Obamica si no queda evidente y sin dudas que Osama esta vivo .

p-II de IV

http://www.youtube.com/watch?v=J9ag6j8ojZM&feature=channel_video_title

Javier de Castromori said...

Gracias Jorge por el enlace. En realidad no viene de Memorandum Vitae si no de Hojas de prensa...
Siempre que necesites servirte de los recortes de prensa que publico puedes hacerlo, ellos están libres de todo derecho y justamente lo hago para que todo aquel que quiera servirse (para bien o para mal) lo haga. Pero reconozco tu honestidad, eso vale mucho. Un saludo.
Siempre que quieras contactarme puedes hacerlo a : memorandumhojasdeprensa@gmail.com

Reflexiones de Chocolatico Pérez said...

Adela D., yo no tengo dudas de que Batista era y fué hasta el final Hombre, no he difamado de nadie, he escrito: "según Mario Kuchilán". Cuando digo que Batista "es ein Wunder" estoy manifestando mi admiración por ese Personaje Histórico. No me puedo explicar porqué tanto odio en tus palabras. Bueno, espero que sigas aborreciendo a los cobardes y oportunistas, que son bastante.

Anonymous said...

En The Washington Post, 13 de abril de 1958 Preguntas sobre Castro

Alguien debería decirnos algunas cosas sobre Fidel Castro. Para empezar, decirnos de dónde ha salido, a qué se ha dedicado antes, quién lo financia, y por qué toda la maquinaria de la prensa izquierdista de este país lo está respaldando.

Deberían decirnos por qué Fidel Castro no está en guerra solo contra Batista, sino contra todos los cubanos. Por qué amenaza a 200.000 cubanos que tienen que ganarse la vida empleados por el actual gobierno: por qué los amenaza con juzgarlos por traición. Y no por traicionar a Cuba, sino por traicionar al propio Fidel Castro.

¿Por qué tiene que sentirse amenazado con un proceso judicial por traición un recluta cubano obligado legal y físicamente a servir en el ejército cubano? No por traición a Cuba, sino por traición a Fidel Castro.

También deberían decirnos quién es ese Fidel castro que se niega a someterse a la prueba de las urnas en unas elecciones supervisadas por un comité panamericano nombrado aquí en Washington, una propuesta que ya cuenta con la aprobación del actual gobierno de Cuba.

En realidad, Fidel Castro no solo está en guerra contra Batista. También está en guerra contra el pueblo cubano, contra aquellos que no lo respaldan ni a él ni a Batista. Es decir, la mayoría de los cubanos.

Joseph I. Puente, Washington
The Washington Post, 13 de abril de 1958 - fuente
http://www.eltonodelavoz.com/archivo/www.cubaencuentro.com/jorge-ferrer/blogs/el-tono-de-la-voz/libertad-de-prensa.html

Jorge A. Pomar said...

Hola, Cristy, Adela, Chocolatico, List, Javier y Anónimo del 17/06/2011 13:08:

Bueno, Cristy, no cabe duda de que todos se pusieron para el cartón de Batista. Pero cada cual con su visión más o menos antagónica de la "Revolución" que había que hacer una vez derrocado el de Banes. Por ejemplo, los auténticos, que creían controlar la Plaza Cadena, eran enemigos acérrimos de los ortodoxos, que se decantaron por Fidel. A la postre, descabezamiento del Directorio de por medio, el todos contra uno se trastocó en todos para uno y el Uno pudo prescindir de ellos sin ceremonias. De ahí la facilidad con que, a la hora de picar el pastel de la victoria, el astuto Magno Paciente lograría "aplastar a todas las cucarachas juntas" con un par de merecidos chancletazos vindicativos. De ahí también --a falta de honestidad para ajustar cuentas con su propio pasado de memeces épicas por parte del mal llamado "exilio duro" y a causa de sus abultadas afinidades ideológicas con el Nuevo Régimen--, la persistente incapacidad del movimiento anticastrista para aglutinarse y posicionarse alrededor de una alternativa viable frente al Biranato.

Gracias a ti, Javier. Un honor tenerte por acá. A decir verdad, desde que descubrí el blog Memorandum Vitae me consagré concienzudamente a la tarea de entrar a saco en tu sitio, copiando textos y bajando fotogramas como un poseso. Por lo demás, yo también considero un deber colegial de primer orden promover a todos los colegas que merezcan el esfuerzo tanto por su seriedad y erudición como por su vocación estética y su voluntad de estilo. E indudablemente no otro es tu caso...

Desde ese punto de vista, viene muy a colación aquí, Anónimo del 17/06/2011 13:08, ese lacónico artículo inquisitivo del Washington Post, publicado en abril del 58, o sea, justo cuando la tortilla de la opinión pública empezaba a virarse irreversiblemente a favor del endiosado gánster de marras. Ya desde entonces "nadie escuchaba". Igual que hoy en día cada vez que los más se desviven por uno de esos tentempiés digitales o folclóricos que la Sección Contrabrutos (dada la baja calidad del material de estudio, “Contrainteligentes” sería, amén de un piropo hipócrita, un dispendio superfluo) del MININT arma al buen tuntún un mes sí y el otro también.

Me alegro de que Chocolatico ya le haya aclarado a List el sentido chota de su confuso primer comentario. Por cierto, a mí también me había sentado bastante mal la alusión al gacetillero sensacionalista Kuchilán, enemigo acérrimo de Batista. Tirria que, si la memoria no me engaña --corríjanme los eruditos si yerro por falta de consulta en la Red de Redes-- arreció hasta la demencia shakespereana a partir de la caída en combate de su díscolo hijo mientras ametrallaba a mansalva a la desprevenida soldadesca plebeya de la guarnición del Palacio Presidencial aquel fatídico 13 de marzo del 57.

De ahí, tras el evitable ascenso al poder de los "Barbudos" el uno de enero del 59, la sed de sangre que ahogaba frente a los micrófonos al famoso tribuno encaramado de la "masacre de Orfila" en sus comparecencias radiales, a cada cual más burdamente incendiaria, según recuerdo. Mucho más infumable incluso que sus irresistibles epígonos oligofrénicos de la Mesa Retonta...

Saludos a todos,
El Abicú

Anonymous said...

WAOOOO