Se busca blanco pura sangre, mulato con "conectos" en el MININT y chino viejo literato para colorear el negro bote de los suicidas altruistas

Dialogando con los lectores sobre la actual pandemia de suicidios turísticos

Por Jorge A. Pomar, Colonia

En efecto, Cristy: por parte del gobierno español, nunca me aburriré de repetirlo, estamos en presencia de otro de esos episodios circenses de buenismo y corrección política a ultranza. "Hipocresía al estado puro" a la que hace rato deberíamos estar todos acostumbrados hasta el ciclópeo bostezo.

Por ineptitud, ignorancia, ilusionismo y, sobre todo, desinformación selectiva, la disidencia insular y diaspórica se suicida al enganchar el mal aceitado carro anticastrista a un ejecutivo español que, desde que asumiera el poder al calor de los oportunos --aún por esclarecer ante jueces imparciales-- atentados islamofascistas contra los trenes de cercanías en Madrid, no ha hecho otra cosa que empecinarse en embromar a España a la mayor brevedad por todos los medios a su alcance.

Hemos de admitir que, puestos a hacer comparaciones didácticas, pocos bledos deben de importarles el deceso voluntario de nuestro física y moralmente impresentable Coco Fariñas. Desde esa atalaya lógica, su falsa huelga de hambre y sed no pasaría de ser ur débil argumento en manos de los socialistas españoles e Izquierda Unida trataron para dorar la píldora amarga de la crueldad castrista que le costará la vida Zapata Tamayo y, de paso, socavar la llamada Posición Común.

En balde, la Eurocámara no sólo acaba de ratificarla por una abrumadora mayoría de 509 votos contra 30 y 14 abstenciones. También ha vuelto a poner en ridículo a la actual presidencia monclovita mediante un mentís inequívoco al Palacio de la Revolución, al condenar enérgicamente la muerte "evitable y cruel" Orlando Zapata y exigir "la liberación inmediata e incondicional de los presos políticos y de conciencia".

El brutal escrutinio dejó tartamudo al señor Ramón Jáuregui, vice del PSOE en la Eurocámara: "Lo que he querido señalar es la conveniencia del cambio de la Posición Común... Más allá de cómo lo haya podido explicar, España quiere cambiarla… Pero no una ruptura absoluta de la Posición Común… Un obstáculo que bloquea cualquier posibilidad de diálogo y promoción de la democracia y los derechos humanos… La renovación de la Posición Común es lo que queremos…Si, eso: revocación. La revocación de la Posición Común es lo que queremos".

La conclusión a la que, según todas las encuestas, ya ha llegado la mayoría del electorado español: Zapatero, Moratinos y el PSOE son el monigote favorito de la Vieja Europa y el resto de Occidente. A pesar de las torpezas de Mariano Rajoy y el Partido Popular. Ignorar tales evidencias, como está haciendo nuestra recalcitrante oposición moderada, no tiene perdón de Dios ni del Diablo.

Un poco más de realismo maquiavélico en política exterior no nos vendrían mal. ¿Qué se ha hecho, verbigracia, de apoteosis de fe en el Mesías Negro de la Casa Blanca? Curiosamente, el Annual Report on Human Rights 2010 recién emitido por el State Department, que por cierto embute a los islamistas junto a los judíos dentro del mismo saco de las víctimas europeas, pasa por alto la flagrante segregación de la negrada cubana: "Palizas y abusos a prisioneros y detenidos, condiciones duras y peligrosas en las prisiones, incluida la negación de la atención médica; acoso, palizas y amenazas a disidentes políticos por parte de la policía, los oficiales de seguridad del Estado y mafias a sueldo del Gobierno, que actúan con total impunidad".

Sin pedirle peras al olmo, he de reconocer que algo de algo es aquí también mejor que nada de nada... Sigamos adelante con nuestros generosos benefactores peninsulares, que se quejan del "bloqueo" pero en más de medio siglo no han vuelto a poner un chorizo en las mesas proletarias de su entrañable Perla de la Corona. Lo que en a ojos vistas hacen Zapatero & Moratinos, con la solícita colaboración de sus astutos titiriteros insulares, es sacarle lascas al grotesco espectáculo del Coco Fariñas.

Con el ya más que obvio doble fin de, por un lado, mejorar el cuadro clínico de nuestra castroenteritis aguda (un tanto agravado por la muerte inducida de Zapata Tamayo). Y por el otro, tratar de persuadir contra reloj --en vano, según acaba de verse en Bruselas-- a sus obstinados socios de Bruselas para que le levanten sus anodinas sanciones cocteleras a La Habana.

Salvo por la perspectiva cierta de que al fin se reanuden los fraternales brindis entre el gobierno y la oposición durante los festejos nacionales de las embajadas comunitarias. algo muy difícil de creerle a la Moncloa, acostumbrada como está a ningunear especialmente a los deudos de las víctimas del terrorismo etarra. Y según acaba de volver a verse a las claras, apresurarse a cubrirles las espaldas a los hermanos Castro y su cotorra amaestrada del Palacio de Miraflores cuantas veces se descorre accidentalmente la hoja de parra de su añejo contubernio con ETA y las FARC.

Desengáñate, Tula, ese par de tíos sociatas no son serios ni roncando en el confesionario. De hecho, la tal huelga de sólidos y líquidos de ese histriónico, lastimero psicólogo narcisista (echa mano al descaro del imaginario retroprogre en pleno con tal de granjearse el favor del peor Madrid que jamás haya existido desde la República chekista del 36-39), ya ha sido violada más de una vez a fuerza de sueros y transfusiones. Nuestra actual tragicomedia ascética no se debe a un supuesto déficit sino al excesivo superávit de putativos héroes y mártires suicidas.

Esperancita, ¿recuerdas las exorbitantes ilusiones desatadas entre --no sólo-- los jóvenes miembros de la Academia Blogger y su vetusto entorno dizque socialista del siglo XXI por el soporífero y artísticamente pésimo Concierto por la Paz de Juanes & Bosé? Pues, bien, por si quedaba alguna duda al respecto, ahí está el desfachatado apoyo del más afónico de los dos cantautores a los insultos póstumos de su entrañable colega --y a lo mejor otro de los templantes de ese desaforado maricón de carroza-- Toledo contra Zapata Tamayo.

El estridente, absoluto silencio opositor alrededor de la escandalosa implosión de la Asociación Encuentro de la Cultura Cubana (AECC) es otro botón de muestra. A la vista de esos y otros vergonzosos antecedentes de la inefable farándula peninsular, seguir concediéndoles el beneficio de la duda sólo se puede explicar de cara a la creciente impotencia de nuestra oposición interna y externa.

A todas luces, ya aceptan sin rechistar el protagonismo absoluto de las virulentas quintas columnas castristas allá en su agujereado y mohoso seno de queso gruyer. Obviamente, son esas diligentes falanges diversionistas las que ahora lanzan las iniciativas epistolares de una disidencia que ha acabado izando bandera blanca justo a causa de su intolerancia al debate, el diálogo, la crítica y autocrítica internas. Así las cosas, no es de extrañar que hayan renunciado de manera suicida al saludable principio de la duda sistemática.

Para decirlo en términos facultativos, carecen del mínimo de inmunidad bioética frente a la hoy festinada penetración de toda clase de virus oficiales y agentes provocadores. De ahí que los Espinosa Chepe, Héctor Palacios y demás sicofantes lo tengan cada vez más cómodo tanto para dividir al presidio político como para desvirtuar a las Damas de Blanco, supeditando a ambos a meras resonancias mediáticas en el cotarro retroprogre occidental.

La reciente promesa de relevar al Coco Fariñas en la absurda, surreal y contraproducente campaña de huelgas de hambre, hecha por Félix Bonne Carcassés (foto de arriba), uno de los pocos opositores liberales con vergüenza que nos van quedando, viene a confirmar la decrepitud refleja del anticastrismo insular al cabo de más de medio siglo de delirio oficial.

Menos mal que el propietario de la finca rústica donde se celebró el 20 de mayo del 2005 aquel concurrido --y profusamente boicoteado-- Congreso de la Asociación para Promover la Sociedad Civil en Cuba ha tenido la cordura preventiva de advertirnos de que su solemne compromiso sólo se haría efectivo en caso de muerte de nuestro artista del hambre y la sed controladas, sobreviente a 22 conatos de suicidio publicitario.

Por fortuna, difícilmente Bonne Carcassés, hombre palabra a diferencia de tantos farsantes, acabe siendo el tercer negro muerto en fila. Pues, malicia mi truculento Alter Ego, si Fariñas vuelve otra vez en su vanidoso sí, a más tardar la semana que viene un jet de Iberia trasladará el deprimente espectáculo a las márgenes del Manzanares junto con el oportunamente reanimado guiñapo infrahumano que lo protagoniza en aras de la eterna amistad entre la Siempre Fiel y su Madrastra Patria. De todos modos, el anuncio del liberal Félix es otro síntoma grave de pérdida de la galopante pérdida de los últimos vestigios de cordura entre nuestras reblandecidas huestes opositoras.

Por cierto, este bote de la Caridad disidencial anda ya sobrado de negros: ¿qué tal si una pareja de correligionarios blancos, debidamente acreditados por el correspondiente certificado de “pureza de sangre”, sube a bordo? Provistos de GPS made in Spain, sentarían sus reales uno en la proa y el otro en la popa. Como manda nuestro mito fundacional multiétnico, se pondrían a remar con todas sus fuerzas proteicas, no rumbo a las costas de La Florida sino al Más Allá de la última sociedad de consumo oocidental. Entre tanto, los dos negritos entubados por el MINSAP arrodillados en el centro del bote entonan a todo galillo las notas jacobinas del himno bayamés: “Morir por la Patria es vivir…” en Miami y --si no queda más remedio-- resucitar en Madrid o Barcelona.

Finalmente, aquí les va, corregida y aumentada de todo corazón, la propuesta abicueril de mi entusiasmado Alter Ego para cubrir de manera idónea las mencionadas plazas aún inexplicable, vergonzosamente vacantes a bordo de la zozobrante chalupa de nuestras criollísimas expectativas suicidas: Héctor Palacios en la proa; a popa en rol de timonel, un mulatón resolutivo con "conectos" en las altas esferas del MININT: Oscar Espinosa Chepe y otras hierbas que, notoriamente de un tiempo a esta parte, ya no sólo rumian las consabidas ovejas de collar rosado dentro de nuestro cada vez más promiscuo concierto de berridos seudocontestatarios.

¡Alto ahí! --nos susurra a ambos al oído la voz engolada del fantasma de Severo Sarduy -- ¿Acaso ustedes no se han leído mi novela canónica sobre el tema. Concho, falta el chino que completa la Cubanidad?” Para nuestra común sorpresa, se oye entonces el no menos amanerado registro genuinamente oriental de otro literato difunto de gran autoridad en el fúnebre asunto de marras. Es el alma en pena de un Reinaldo Arenas con una sugerencia interrogativa igual de inapelable: “¿Qué les parece mi tocayo 'Macho Rico', disidente famoso y veterano con impecable pedigrí sociata?”

¡Bingo! Un narra literato. Nadie como el performático ensayista, y últimadamente actor repentista, Reinaldo Escobar de aquel por desgracia frustrado pero de todos modos memorable showdown quijotesco en G y 23 (en defensa del honor mancillado de su Dulcinea Digital) para llenar todos los requisitos del rigor antropológico criollo exigido por el elenco multirracial del penúltimo brulote mojado de Ochún contra la línea de flotación del castrismo terminal.

Y siendo por añadidura el pundonoroso cónyuge de Santa Yoani --bien podría hacer el papel de virgen magra de la nueva versión fariñosa de la fábula-- del influyente y plutocrático Grupo PRISA, no cabe la menor sombra de duda de que la Moncloa y el PSOE redoblarán sin falta sus buenos oficios ante la Unión Europea a fin de que nuestra flamante piragua de indígenas chiflados encalle triunfalmente entre los dientes de perro sato del nuevo infierno socialista.

Otrosí, guasa no quita cortesía: caso de andar (h)errados, mi Alter Ego y el que suscribe seremos los primeros en presentarles nuestras eufóricas excusas a los nuestros comentaristas más panglossianos. En reciprocidad, esperamos lo propio de todos ellos antes del fin de la semana entrante. A más tardar, porque lo interesante que tiene este culebrón de la fariñitis funeraria es lo rápido que se está poniendo cada vez más chusco y rocambolesco.

Por lo pronto, ya se reporta desde Santa Clara que nuestro mártir asistido ya no disfruta de sus lecturas predilectas, ni atiende a emisarios del embajador español ni concede una entrevista telefónica detrás de la otra. Tampoco tiene las niñas de los ojos encoladas al monitor de su laptop, a su ordenador de consola o el pabellón de la oreja izquierda soldado al celular.

Ha sido trasladado de a la carrera al cuerpo de guardia más cercano (foto de arriba: Fariñas camino del hospital en brazos del médico de la Generación de las Yes Ismely Iglesias) por un piquete de buenos samaritanos encargados de cumplir al dedillo su pormenorizado plan de emergencia para eventuales recaídas en estado comatoso. Curiosamente, caso de prolongarse el vahído martiricida, incluye el ostracismo de salvamento..

De repente --qué raro, ayer mismo parecía campana--, yace otra vez inconsciente entre una ensalada de mangueras reanimatológicas. Entretanto, piloto y copiloto de Iberia calientan las turbinas en el aeródromo de Varadero o Rancho Boyeros. ¿Continuará Guillermo Coco Fariñas su huelga de hambre y sed "hasta las últimas consecuencias" sobre el césped primaveral de la Casa de Campo?

Otrosí, la cancillería española corre el riesgo que la solución expeditiva del caso haga enseguida escuela a todo lo largo y ancho de la Isla, provocando una multitudinaria pandemia de suicidos turísticos capaz de eclipsar a la sangría de visas abierta por la controvertida Ley de Nietos de Rodríguez Zapatero. Apuesto a que, en vez de "ver crecer las papas desde abajo", el Villaclareño de la Triste Figura tardará menos en aterrizar en Barajas que en quedar restlos abgegrasst. O sea, "totalmente desyerbado", según la expresiva e irreverente terminología tedesca al respecto. Nuestra Isla es un caso benéfico. Hagan juego, señores. Rien ne va plus!