La "nueva" AECC : ¿ha pagado el cuentista Luis Manuel García su libra de carne a Shylock?

A propósito del post de Isis Wirth "Nureyev, la ficha 'política¡"

Por Jorge A. Pomar, Colonia

Entre sus viñetas sobre personajes tristemente célebres de la Revolución Francesa, al parecer alejadas del monotema cubano, nuestra colega Iris Wirth aborda hoy en La Reina de la Noche el caso Nureyev. Pero las apariencias engañan: el drama del bailarín ruso acosado por el KGB es todo un escalofriante paradigma en el que, para aumentar el efecto disuasorio, no falta el ingrediente de la colaboración de sus colegas en el acoso. [Cuadro: Maurycy Gottlieb, Shylock y Jessica, óleo sobre lienzo, 1876, Museo Nacional de Varsovia.]

Revela como pocos antes y después los extremos de sevicias y falta de escrúpulos a que es capaz de llegar cualquier estado totalitario de "izquierda o derecha" contra científicos, escritores, artistas, deportistas y otros apóstatas de renombre irreductibles en el destierro.

Abundan indicios de que, por ejemplo, el escritor austríaco Stefan Zweig, considerado el mayor enemigo cultural del nacionalsocialismo, y su esposa Lotte Altman no se envenenaron de mutuo acuerdo en Petrópolis, Brasil, en 1942. Con toda probabilidad fueron truculentamente "suicidados" por la Gestapo con ayuda de secuaces culturales nativos.

Por orden de la policía política de Getúlio Vargas, aliado de Hitler, e incomprensiblemente a petición de sus amistades cultas, no hubo autopsia, ni se conoce el veneno ingerido ni se respetó la voluntad testamentaria de la pareja ser enterrados en el cementerio judío. Hasta hoy, afirma el profesor Jacob Pinheiro Golberg en el vídeo de abajo, el cadáver del celebérrimo autor de El mundo de ayer no ha sido exhumado...

De similar modus operandi se valió el NKVD (antecesor de la KGB) para asesinar al renegado Trotski en México. Ibídem, de nuestro adonis rojo Julio Antonio Mella --para nada santo de devoción abicueril pero integrante del promiscuo panteón patriótico de "ambas orillas de la cultura cubana"-- se sospecha que su conturbadora "templante" (compañera de juegos eróticos, según nuestra jerga callejera) a la sazón, la célebre fotógrafa y comprobada agente rusa Tina Modotti, a cuyo lado fue abatido el criollo una "noche de farra y alegría", en realidad sirvió de señuelo a los matones.

Muerte atribuida hasta hoy por tirios y troyanos al entonces presidente Gerardo Machado, el "asno con garras", según el epíteto que le endilgara otro pupilo criollo .Hace unos meses un canal de la TV pública alemana cuyo nombre no recuerdo, o tal vez ARTE, no recuerdo bien, transmitió un largometraje biográfico sobre Nureyev. De excelente factura e indiscutible veracidad histórica, por cierto. ¿Lo viste?

Aparte del rifirrafe en el aeropuerto parisién, donde -- gracias a la suspicacia preventiva de sus anfitriones galos, que alertaron a tiempo a la gendarmería-- el traumatizado, despavorido bailarín se salvó por un pelo de ser secuestrado a la salida por agentes de la KGB, el filme ofrece otro detalle sádico que nos cortó el aliento sobre el sofá de la sala a Anna y a mí. A saber, entre las medidas meticulosamente estudiadas por el Kremlin para neutralizar el impacto publicitario de la deserción del virtuoso Nureyev, figuraba nada menos que... ¡una encerrona para quebrarle las prodigiosas piernas a golpes de mandarria! Espeluznante...

Coda larga pero no excursiva sobre la Asociación Encuentro

Sobre otros casos, como la "extraña [y oportuna] muerte" natural en el 2002 del difunto Jesús Díaz, planea la sombra de una duda aterradora. Ninguno de sus colegas exiliares puede ser tan amnésico como para haber olvidado tan pronto la suspicacia que rodea la el deceso del fundador de la nebulosa Asociación Encuentro de la Cultura Cubana (AECC).

Anatematizado en términos homicidas por el inculto Ministro de Cultura Armando Hart a raíz de aquella famosa controversia con Eduardo Galeano en Zúrich, Jesús pereció justo cuando recién intentaba romper el tabú totémico erigido por el Palacio de la Revolución para la diáspora cultural: estrechar lazos de solidaridad con la "mafia de Miami", hacer causa común con los enemigos acérrimos del castrismo...

Pasaje de la carta de Hart a Díaz: "Las leyes no establecen la pena de muerte por tu infamia; pero la moral y la ética de la cultura cubana te castigarán más duramente. Hubieras podido colocar tu nombre dentro de lo más grande y noble de la cultura del país; pero perteneces a la categoría de apóstata. Te has vendido, Jesús, por un plato de lentejas. Debieras llamarte Judas". [Si no ha tenido el disgusto de conocer el texto, pinche AQUÍ para leer el resto y la replica del destinatario en El País, 14-01-93.]

Amén de carisma y poder de convocatoria en Occidente, sin duda el otrora "parametrado" autor de La piel y la máscara poseía un caudal de datos confidenciales que, suponiendo una subida de tono del conflicto con sus antiguos mentores y la correspondiente huida hacia adelante del hombre ambicioso y dominante que en el fondo era, resultaban demasiado peligrosos tanto para la imagen exterior del régimen como para la de sus gerifaltes de la UNEAC y el MINCULT...

Todos estos casos verificados o sospechosos, y muchos más en el haber del "socialismo realmente existente" que desbordarían las carátulas de la guía telefónica de Pekín, explican la modosa, elitista, equidistante cautela asumida --de motu propio pero no sin poderosos acicates ajenos-- por la inmensa mayoría de nuestros tránsfugas intelectuales.

Prof. Jacob Pinheiro Golberg sobre el extraño suicidio de Stefan Zweig



Buena cuenta habida de que, si bien por lo general su fama no da para que a los discípulos criollos de la KGB en Villa Marista les sea menester apelar a recursos tan macabros, pululan en todos esos gremios sicofantes locales y exiliares en grado de amargarles, de hacerles la sobrevida exiliar imposible con sólo sacar a relucir los trapos sucios del pasado castrista...

O los acuerdos tácitos y no tan tácitos suscritos con testaferros migratorios del régimen. A falta de una genialidad inmune a la labor de zapa de mecenazgos interesados, los susodichos o susodichas guardan celosamente en su bolsillo las llaves del éxito o el fracaso de los aspirantes a la fama en el extranjero.

De ahí que no sea de extrañar que hasta la fecha los redactores que ahora regentan por cuenta propia --según se nos dice a media lengua, en situación de quiebra-- las ediciones impresa y digital de la AECC hayan dejado las cosas exactamente tal como estaban cuando llovían los donativos y todo el equipo trabajaba a sueldo bajo las órdenes de una presidencia cuasi fantasma.

Desde luego, nada que en sí pillase de sorpresa al escamado Abicú. Sin embargo, sería hipócrita omitir aquí el desencanto autoconfirmativo de mi paranoico Alter Ego al constatar el hecho de que se conminase justamente a Luis Manuel García a poner en juego en su blog personal Habaneceres (pinche ahí para acceder a la fuente) su bien ganado prestigio literario sacando la cara por la desprestigiada Asociación con el post apologético "Perdonen que sí me levante", desabrida parodia del hilarante gag de Groucho Marx.

Inquietante pero nada sorprendente que el talentoso narrador de Habanecer, que ha brillado más bien por su ausencia autoral en Encuentro en la Red (EER), haya redactado esa anodina retrospectiva laudatoria por iniciativa propia. Más una vaga, enigmática promesa de continuidad que una declaración formal de bancarrota y cambio de rumbo, la proclama de marras se nos antoja a ambos desafectos incurables de este blog poco más que una desvaída copia al carbón de la alocución de Annabelle Rodríguez con motivo de la primera efemérides decenal de la AECC.

Puestos en libertad condicional los redactores, la total ausencia de señales de cambios editoriales da pie a la grave sospecha de que todos ellos se sienten de algún modo plenamente identificados con la política de apaciguamiento y vasallaje monclovita a ultranza preconizada por la presidenta, quien en buena ley debió haber hecho el anuncio a título oficial en tanto que máxima autoridad de la casa disuelta en lugar de quemar a Luis Manuel. [Foto: Tina Modotti retratada por su colega y amante gringo Edward Weston. No tenía mal gusto Mella.]

Miente a sabiendas al incluir donantes privados entre las fuentes financieras sin explicar a dónde han ido a parar los millones de euros donados por los diversos patrocinadores de los cuales sobra constancia documental. Calla de manera vergonzosa acerca de la humillante censura impuesta de un tiempo a esta parte a tantos viejos colaboradores de la casa, de las flagrantes jubilaciones virtuales de muchos otros que no han roto abiertamente pero han tenido a bien mandarse mudar. Hace caso omiso de las críticas a la toma de decisiones, los nombramientos y la política editorial.

Nada nos aclara respecto al papel que aún juega o jugará la presidencia, insinuando una cohesión interna que él mismo sabe a ciencia cierta desde su escritorio en Infanta Mercedes # 43 que jamás ha existido. Por contra, traza un paralelo histórico arbitrario, estudiadamente mendaz, al alinear a la revista y a la bitácora, publicaciones exiliares subvencionadas (por intereses extranjeros) que debían ser de choque frontal con el totalitarismo castrista, de lleno en la tradición de Avance, Ciclón y Orígenes, en puridad clubes literarios exclusivos (para iniciados) políticamente inocuos financiados a duras penas por chequeras burguesas del patio sin presión gubernamental en contra durante el período republicano, cuando se desconocía la persecución por motivos delitos de pensamiento.



Siguiendo la pauta conmemorativa de Annabelle et allii, Luis Manuel sobredimensiona a ojos vistas la escasa influencia real de Cubaencuentro tanto dentro como fuera de la Isla. A decir verdad, al margen de sus panegíricos merecidos e inmerecidos; de sus debates artístico-literarios más que gastados desde hace décadas en la UNEAC, las Brigadas "Hermanos Saíz", Casa de las Américas, La Jiribilla, Temas, etcétera; de enfoques político-ideológicos equidistantes y refritos de agencias de prensa que confunden más de lo que ilustran, lo cierto es que en Cuba apenas se empata con las ediciones impresas de la revista o lee los estupefacientes textos de EER un exiguo puñado de intelectuales orgánicos y/o dolarizados con acceso libre a la Red de Redes.

Allá en la Isla cualquier encuesta arrojaría un resultado nulo. Acá en la Diáspora ni siquiera el migrante de a pie al doblar de la esquina de la sede en Madrid se ha enterado de la existencia de ninguna de las dos publicaciones de la benemérita Asociación. Para no hablar de esta Colonia Agripinensis, donde sus lectores, entre asiduos y ocasionales, se podrían contar con los dedos de una mano y sobran dedos.

¿Por qué? Pues, porque en virtud de un ultimátum fundacional complementario al tabú totémico que prohíbe so pena de excomunión fulminante cualquier nexo íntimo con el mal llamado "exilio duro" de Miami, la nebulosa sucursal madrileña del MINCULT ha temido siempre, como el Diablo al agua bendita, involucrar a la plebe de ambas orillas en sus elitistas esfuerzos conciliadores.

Por tanto, a buen seguro nadie en el Ministerio de Cultura o el Comité Central tienen motivos para descorchar botellas de champán por el alivio que "sacarse una piedra del zapato" que no puede incomodarles por la sencilla razón de que ellos mismos la pusieron en el sitio en que todavía cumple el rol asignado. Amén de que, habiendo sido camarada y funcionario cultural durante, puedo dar aquí fe de lo que Luis Manuel le consta: en ambos organismos del Estado castrista hay más transparencia que en la AECC, donde el apagón burocrático no admite relumbrones...

En cuanto a la fábula surreal de que dichos negociados "deberán temer que una nueva ola de represión tenga como respuesta una carta abierta firmada por cientos de los más prestigiosos intelectuales europeos y americanos", movería a risa si no fuese un argumento tan soso como el de la "envidia socialista" y la coña contra la blogósfera libre, dirigida especialmente al titular de Penúltimos Días.

Es obvio que el reproche de haber "clamado por el cese de la financiación a Encuentro como si ello pudiera trasvasarse automáticamente en financiación propia" es una puya contra Hernández-Busto, quien aun si albergase esa intención no dejaría de tener toda la razón del mundo, ya que los blogueros independientes llevamos años haciendo gratis lo que está por verse por cuánto tiempo a partir de ahora los redactores de la AECC harán por amor al arte.* [Foto: Luis Manuel García.]

Suponiendo que sea cierto el cuento de que les han cerrado el grifo hasta el tope. Por la parte de la indirecta que corresponda al Abicú y su Alter Ego, baste con decir que, en efecto, echaríamos de menos a Encuentro en la Red en la medida exacta en que, como al diario español El País, lo hojeamos a diario en busca de pistas para descifrar en ciernes las últimas tretas diversionistas del Palacio de la Revolución. Lo cual no es poco servicio...

En fin, aunque no sea ni de lejos lo que se dice un amigo de mi Alter Ego, le he leído con placer (Habanecer es un clásico de la narrativa criolla) y lo siento en el alma por Luis Manuel. Pero, visto que al parecer por solidaridad gremial hasta la fecha que se sepa nadie se ha atrevido a rechistar, ¿quién mejor que el apestado Abicú, amante de la polémica abierta y sin prestigio que perder, para enmendarle fraternalmente la plana y llamarlo a capítulo?

Sin compromiso ni piedad, aunque sí con la secreta esperanza de que él y sus socios, que sí se juegan la cara en este oscuro asunto, se percaten de que les están cobrando la shakespeariana libra del usurero Shylock en El Mercader de Venecia y aprendan al fin a darse a su lugar como intelectuales. Lo cual no es pedirles ningún sacrificio letal, ya que ninguno de ellos corre el riesgo de que lo envenenen o le quiebren las piernas. Sin desdoro de sus virtudes literarias, que las tienen...
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* Garganta Profunda de las 00:09, 30-10-2009:

"Abicú, es pura pirotecnia. Cubaencuentro será relanzado en febrero (ni siquiera se lo han dicho a varios de los que ahora cobran el paro en esa empresa). Y vuelve sin Annabelle, demasiado quemada".