Saturday 16 May 2009

"Le amanso el cráneo; lo acuesto / Acuesto al muerto a dormir."

A propósito de la efemérides martiana del 19 de mayo
Por Jorge A. Pomar, Colonia


El hombre de actos sólo respeta al hombre de actos. El que ha encarado mil veces la muerte y llegó a conocerle la hermosura, no acata ni puede acatar la autoridad de los que le temen a la muerte" / "La razón si quiere guiar, tiene que entrar en la caballería y morir para que la respeten los que saben morir".
José Martí


Lleva razón Oscar Mario en Baracutey Cubano cuando hace hincapié en el origen fraudulento del presunto ultraje cometido por un par de marines ebrios que se encaramaron en la estatua de José Martí en el Parque Central. Sin embargo, como sin duda sabe el lúcido y bien informado autor, el epíteto bíblico "apóstol" --popularizado por el liberal Jorge Mañach en su célebre biografía-- garantizaba de antemano el alboroto provocado por la burda patraña mediática urdida por el joven Fidel Castro y un par de secuaces. [Martí rebelde, Carlos Henríqez.]

El próximo martes 19 de mayo se cumple --si no he contado mal-- el 114 aniversario de la drolática (desobediencia, caballo desbocado, ataque a lo loco) caída en combate de don José Julián Martí y Pérez en la escaramuza de Dos Ríos. Greñuda ocasión para el usual deshoje de la margarita a ambos lados del estrecho de La Florida con Martí en el centro del círculo de tiza, tironeado a porfía con similar argumentación épica hacia un lado y hacia el otro por encarnizados hagiógrafos contrapuestos.

Anticipándose a un nuevo episodio de la manida polémica entre hagiógrafos concordantes, mi Alter Ego aprovecha el convite involuntario de Oscar Mario para discordar una vez más, con riesgo calculado de incordiar a la vez a tirios y troyanos. Seré breve. Cuestión de arrojar la manzana de la discordia y retirarme a las gradas a ver si esta vez ocurre en el ruedo algo fuera del guión tradicional. Al grano...

El éxito del imaginario castrista remite al propio Martí en vida, hijo de españoles leales a la Corona paradójicamente empecinado en proyectar, a golpes de pluma de cara a la posteridad, su propia imagen mesiánica a semejanza del Moisés hebreo. Pero tiene su causa principal en el culto colectivo a su persona, instrumentado ex cátedra y tribuna tardíamente (en verdad, fue un líder controvertido a los ojos de muchos mambises
desde el altercado con Maceo en La Mejorana) a partir de los años 20-30 por la revancha española, la demagogia nacionalista de las elites criollas y el esnobismo izquierdista de los "pinos nuevos" republicanos.

Mella, Torriente Brau (su papel en las Brigadas Internacionales a favor del bando republicano durante la sangrienta Guerra Civil española aún está por dilucidarse), Villena, Guiteras, Grau, Chibás, Roa, Marinello, Rodríguez, Antuña, Aguirre, Echeverría y el resto de estridentes voceros auténticos, ortodoxos, universitarios y marxistas eran todos martianos, nacionalistas, antigringos, sociatas e incluso "internacionalistas". ¿Qué de raro hay en que aquellos estudiantes revoltosos apendiesen al pie del Alma Mater a hablar antes de pensar, a matar antes de dialogar, a conspirar antes de ganarse el pan?

("Vergüenza contra dinero", chillaba hasta la ronquera por radio el casto Eduardo Chibás, martiano hasta el tuétano. Burdo sofisma populista: se puede poseer o
--como la inmensa mayoría de los habitantes de la Isla y no pocos fuera de ella-- carecer de ambas cosas a la vez. Como dice el refrán, "Aquellos polvos trajeron estos lodos".)

Esa triada letal, hilo conductor del enlace con el vigente ideario castrista, arruina a la otrora próspera Perla de las Antillas desde hace más de cincuenta eneros. En síntesis, a fin de evitar que su falsa sobrehumanidad siga haciendo estragos después de los hermanos Castro, urge apear al Martí de los avatares estoico (el sentido del humor brilla por su ausencia en sus Obras Completas), romántico (claro desfase epocal en su prosa) e intransigente (el de la "guerra necesaria" y las citas del exergo) de ese inaccesible pedestal escolástico tallado en nuestras cabezas desde el jardín de la infancia hasta la universidad.

[Oscar Mario (foto de al lado), Baracutey Cubano, 15-05-2009: "El 11 de marzo de l949, durante la presidencia de Carlos Prío y en un clima de total libertad, el ultraje a la estatua de Martí por dos marines norteamericanos endrogados levantó un revuelo de protestas y disturbios que puso en riesgo la estabilidad pública. Hasta el embajador norteamericano de entonces se vio forzado a participar de los actos de desagravio. La propaganda totalitaria antinorteamericana le ha sacado mucha, pero mucha 'lasca' al asunto.

La idea parece habérsele ocurrido a Alfredo Guevara, que se la transmitió a Baudilio 'Bilito' Castellanos, aunque puede haber sido ideada por alguien de la agiprop del PSP, quien inmediatamente fue a ver a Fidel Castro, que formaba junto con los otros dos un trío inseparable en la Universidad de La Habana. Fidel inmediatamente consiguió a un fotógrafo callejero de apellido Chaviano y lo tuvo a la espera desde el día 10, logrando su objetivo en la noche del 11 de marzo".]

Operación profiláctica que presupone lo que casi nadie hace: leerlo más y citarlo menos. En modo alguno, resto al "Santo de América" méritos patrióticos (consagró su existencia a la causa), didácticos (divulgó como pocos coetáneos el genio de su época finisecular) o literarios (gran poeta modernista, y sensualista, faceta lírica que más me agrada de sus versos). Antes al contrario: sencillamente, sugiero devolverle su compleja estatura humana, mucho más rica, por contradictoria y polifacética, que la del marmóreo difunto de una pieza que, según reza un macabro danzón, "no debió de morir, ¡ay de morir!" Y en efecto, no ha muerto; para su mal y el nuestro...

Humanizándolo sin contemplaciones, le pondríamos a salvo de manipulaciones pasadas, presentes y futuras, siempre ruinosas para una cubanidad de a pie que ahora mismo anda sobrada de metáforas patróticas pero apenas tiene al alcance de sus mandíbulas el hambre racionada a la vista en las desiertas estanterías de esa bodega tal como lucían hace poco en el barrio habanero del Vedado. [Foto de Cubanet: Pinche sobre la imagen disfrutar la panorámica del local con lujo de detalles.]

(De ahí que el post anterior del Abicú sobre el tema se titulara "Un plato de puré de San Germán para el Apóstol por cortesía de Medvédev". El presidente fantoche putiniano recién había anunciado el flete a La Habana de un donativo de 25 mil toneladas de los granos secos más asiduos a las mesas plebeyas de la Isla durante el último medio siglo. Aludía a la irreverencia de ciertos pícaros incógnitos, consistente en ponerle clandestinamente un plato de chícharos al busto del Apóstol a guisa de castigo culinario por haber soñado la Cuba de Fidel.)

¿De qué le sirve, por ejemplo, al famélico Pánfilo, encarnación del Liborio socialista, el adagio martiano de "Ser libres para ser cultos"? ¿Idealismo a pulso con "Chispa de Tren" en el estómago vacío? ¡Joder! Peor: incluso teniendo el estómago pasablemente lleno, ¿son acaso más libres y dignos los miembros de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), los empleados y colaboradores de la Asociación Encuentro de la Cultura Cubana (AECC)?

Lo que no quita que, cada cual por su lado y a porfía, se proclamen por separado, a más de martianos de pura cepa, cuantitativa y cualitativamente representantes de lo más granado de la "cultura cubana de ambas orillas". Y de ese afán oficial por exigirle a la Casa Blanca, no ya diálogo incondicional, sino por añadidura --sea porque se considere al Palacio de la Revolución angelical o diabólico; "tanto monta, monta tanto"-- ahora sin concesiones de ninguna clase por la parte cubana. Demanda equivalente a pagar promesas al santo o pedir limosnas con escopeta, según el caso.

Añádase el dato estadístico de que --diga lo que diga quien lo diga-- la inmensa mayoría de nuestros egresados escolares jamás se toma la molestia de volver a abrir un libro de Martí hasta el fin de sus días. Poniendo al exaltado autor de "Yugo y estrella" en su justo tiempo humano sobre las páginas de nuestros textos pedagógicos e historiográficos, quedaría más espacio hagiográfico disponible para resaltar vidas y obras de un sinfín de personajes ilustres injustamente echados al olvido bajo la sombra absorbente de la idolatría martiana. [Foto: Profanación de la estatua de Martí en el Parque Central.]

Según como se les mire, pueden ser de menor talla romántico-heroica y, desde luego, nada mesiánicos. Por esa misma razón, son portadores de enfoques menos librescos y más pragmáticos. Por ende, más a tono con nuestra prosaica idiosincrasia y "horrorosa división". Vale decir, con esta posmodernidad relativista, el legado de próceres menores sería el antídoto idóneo contra los delirios patrioteros del castrismo terminal.

Por lo demás, redimensionar a la baja al
descomunal fetiche martiano nos devolvería a nosotros mismos nuestra real estatura de individuos comunes y corrientes, sin ese maniqueísmo del "Apóstol", sin esa belicosidad obsesiva que consumió al hijo de Leonor y Mariano. Por lo demás, el creciente flujo migratorio hacia Estados Unidos y España es un rotundo mentís a su proyecto de nación. El entusiasmo popular suscitado a todo lo largo y ancho de la Isla por la Ley de Nietos ha venido a ponerle la clásica tapa al pomo semicentenario del castrismo: dentro se revuelve, engulléndose la cola, la culebra histórica cubana.

Al Martí romántico lo empujó a inmolarse a destiempo el choque en vivo con la cruda realidad en la manigua redentora. Irónicamente, esta tajante confesión del general negro Guillermo Moncada: "...le digo que en Cuba hay una división horrorosa", no en balde citada entre los apuntes del Diario de campaña --sin duda, uno de sus textos más realistas-- se nutre hoy también del culto acrítico a su figura, de ese estrafalario epíteto neotestamentario que le endilgara el retórico Mañach.*

¿Del tirano? Del tirano
Di todo, ¡di más!; y clava
Con furia de mano esclava
Sobre su oprobio al tirano.

Estricto sentido, nadie que no combata con las armas en la mano (¿dónde están a día de hoy nuestros héroes?), o como mínimo se muestre verbalmente intransigente con el Palacio de la Revolución, tiene derecho a llamarse martiano en alguna medida. Habida cuenta de que el motivo dominante de la rebelión sangrienta en
Abdala, drama alusivo de ambiente árabe escrito a la tierna edad de 15 años, da fe de la precocidad de esa obsesión tiranicida que permea su poesía y su prosa.

El "Apóstol", qué duda cabe, era cualquier cosa menos "progresista", "pacifista" o "políticamente correcto" en el sentido peyorativo actual: toque
a degüello, carga al machete, metralla, atentado, cadalso y paredón, todo era lícito a sus ojos en tratándose de ajusticiar a déspotas o morir en el intento. Saña vindicativa siempre acoplada a otra omnipresencia sadomaso en la obra martiana: el martirologio y la muerte.

Como en los poemas "Los dos príncipes" y "Los zapaticos de rosa", (insuperables desde el punto de vista estético pero de dudosa pedagogía escolar), de su tanatomanía no se salvaban ni los colegiales de la enseñanza primaria. Para consolarse a sí mismo, y al resto de los combatientes en constante peligro, concibió una especie de marcial sobrevida marmórea. De esa mística estatuaria del martirio (recordar aquí el regodeo morboso, literalmente espírita, con la visión anticipada de su propia tumba con "un ramo de flores y una bandera") no dejan duda estas estrofas tétricas del poema XLV de los Versos sencillos (pinche abajo para escucharlo en boca de Carlos Muñiz):

"Sueño con claustros de mármol"

En efecto: enclaustrado
al pie de su gigantesco obelisco de mármol en la Plaza de la Revolución, sobremuere cada día contemplando allá abajo (si fuere cierto que ve desde el Más Allá) medio siglo ha el cuadro espeluznante de tantos Pánfilos (negros, mulatos y blancos) sin patria pero con amo; sin "dignidad" y con poca (y mala) "jama". O bien, dispersados a los cuatro vientos castristas. ¿Habrá prueba más patente del fiasco de su presunto apostolado?

Aquellos
prematuros furores martianos no eran simples arrebatos juveniles: delegado del Partido Revolucionario Cubano, el Martí maduro a punto de inmolarse por impaciencia e impericia en Dos Ríos abominaba de las ofertas de paz sin independencia, considerando alta traición cualquier tentativa de diálogo con Madrid. Con amenazas de aplicarles todo el rigor marcial a semejantes infractores. Ni siquiera a su amada esposa Carmen Sayas Bazán, madre del Ismaelillo del poema homónimo, le perdonó el poeta el desliz de haber intercedido por la suerte de su temerario consorte ante las autoridades coloniales...

Y eso que, a diferencia del Magno Paciente, pese a su mala prensa y peores estrategias de contrainsurgencia el capitán general Valeriano Weyler (Mi mando en Cuba, sus memorias de la guerra siguen siendo un texto prácticamente desconocido entre nosotros), de filia liberal para más señas, distaba bastante de ser un ogro, ofreciéndole al mando insurrecto un pacto decoroso con garantías legales y estimables concesiones políticas.

Como sea sabe, aunque a la sazón gobernaba en el Palacio de los Capitanes Generales el conciliador Ramón Blanco Erenas, la respuesta realista del mando mambí,
de nuevo con el agua al cuello y temeroso de una reedición del Pacto del Zanjón en 1898, fue optar por el mal menor y abrirles las puertas de par en par a los Rudos Jinetes de Teddy Roosevelt.

Fazit:
cuando era factible
negociar con provecho y dignidad, los cubanos nos decantamos por la guerra Ocurrió también con Machado y Batista. Mientras que hoy en día, cuando tenderle la rama de olivo al Gobierno es un gesto comprobadamente inútil...

Dejémos ahí esa paradoja criolla. Otrosí, se puede ser "hombre de actos" sin serlo de horca y cuchillo. Basta con no acaparar todo el crujir de dientes para uno solo y apostar en forma coherente, sistemática y pública por la libertad sin etiquetas. Si además se tiene el coraje civil de opinar dando las señas personales, requisito incumplido por la legión de los que prefieren el anonimato, ya se puede uno autoproclamar martiano a medias.
Con todo, no le vendría mal al candidato un toque adicional de sentido humor. Plus una pizca de la entre nosotros rara virtud de sufrir roces de pétalos de rosa sin perder compostura y amistad.

Huelga aclarar que mi Alter Ego y yo, más bien adictos al poeta sensual, no se consideran en absoluto martianos: individualistas contumaces, antes de hacer suyos cualesquiera credos ajenos, vengan de Dios o del Diablo, han de pasar primero por sus cribas encefálicas y luego enquistárseles en las vísceras. En suma, no pretendo aquí secuestrar a Martí para uso propio ni dejárselo por entero al castrismo y sus émulos de la oposición. Empero, "Al César lo que es del César": démosle la parte del legado que en buena ley le cuadra y corresponde.

A saber, sin remilgos entregarle al panteón gubernamental el visionario teleológico de la "tierra prometida" y la "misión histórica" de la cubanidad. Ese conspirador megalomaníaco, ya entonces fantasioso y trasnochado, descubre su recóndita fibra peninsular a título irresponsablemente póstumo en aquella fatídica carta-testamento a su "hermano queridísimo" (poseer un sinfín a fuerza de cumplidos formaba parte de su peculiar estrategia de poder) Manuel Mercado.

Por desgracia, la misión preventiva de "...impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América" se cumpliría trágicamente al revés: Cuba como foco originario de la peor pandemia político-ideológica en Sudamérica... [Cuadro: Muerte de martí en Dos Ríos, Carlos Henríquez.]

Así las cosas, visto que se han puesto de moda entre nosotros, no ya el repudio al recurso interno a la "partera de la historia" y la consiguiente deslegitimación de la rebeldía martiana en el seno del movimiento opositor, sino también los petitorios intelectuales al César y los llamados externos "al diálogo, la concordia y la paz social", ante los previsibles aspavientos conmemorativos por la efemérides luctuosa del 19 de mayo insisto abicuerilmente, por enésima vez, en la imperiosa necesidad de seguir el sabio consejo contra el delirio tremendo que se da a sí mismo el mártir (cuasi suicida) de Dos Ríos en estas elocuentes estrofas del más leído de sus poemarios:

Yo tengo un amigo muerto
que suele venirme a ver:
Mi amigo se sienta y canta;
canta en voz que ha de doler...

En cuanto llega a esta angustia
rompe el muerto a maldecir:
le amanso el cráneo, lo acuesto,
acuesto el muerto a dormir.

*************************************************************************
* Para enterarse de buena tinta de cuán voluble era el autor de Martí, El Apostol recomiendo conseguir y leerse un par de transcripciones de las conferencias para la Universidad del Aire, presididas por él y transmitidas en el horario estelar dominical por CMQ, primer canal de la TV republicana. Por cortesía del lamentablemente extinto Archivo Cubano de Colonia, obra en los anaqueles de la biblioteca privada del Abicú el precioso tomo empastado correspondiente al 52.

Sí, señor, el del año del incruento madrugonazo del 10 de marzo. Ni que decir que los ponentes, exentos de represalias castrenses en tanto que tribunos intelectuales,
reivindican acríticamente el ideario revolucionario martiano, prodigándose en lugares comunes contra los mandatarios anteriores y arrastrando por el suelo al jefe de los golpistas. Mi ilustre tocayo liberal, destacado ilustrador de la Revolución del 59, vitoreó hasta desgañitarse al Mesías triunfante de la Sierra Maestra, cavando él también su propia tumba antes de asilarse a las volandas aquel mismo año de la apoteosis de su aventajado pupilo. ¿Demasiado Martí incluso para un biógrafo liberal con ínfulas de revolucionario?

13 comments:

Cristina García said...

Como un sol, Pomar. Muy claro y necesario.

Unknown said...

Polemico pero necesario.
"Sayas"?

Anonymous said...

ESTO VA A DAR MUCHO QUE HABLAR
EL PANDILLISMO DE ICHIKAWA Y CUATRO O CINCO EXCLUIDORES SE HAN METIDO A LAS CARCAJADAS
DUDO MUCHO QUE LAS JERIGONZAS Y LOS TRABALENGUAS NOS DOBLEN DE LA RISA? EL PRIMERO QUE LO COMPRE QUE SUELTE LA BOLA...


REIRSE EN CUBANO A LO HERALD
Los comemierdas del Herald han sacado una comparsa con Wilfredo Cancio de farolero. Un suplemento sobre el humor cubano por el 20 de Mayo titulado Reírse en Cubano*, con el punto de vista de un piquete de intelectualoides sobre nuestro humor del 1902 al 1959. Pero lo risible son ellos, que pretenden--desde su pantomima--recontar, ensayar, cocer ajiaco, lo que sea, de un período del humor insular. ¿Por qué seccionar el humor cubano en antes y después? Porque ellos fueron parte de un humor que quieren esconder. Por eso no son creíbles. Porque son los que le escribieron las consignas a Robaina. Los doble cara, quedaditos, terciopelos, saltimbanquis de escalinata de Alma Mater, combatientes de dos orillas (lógico), en fin, el piquetico de Ernesto. No es lo peor de esa generación--ojo--sino los más pendejos**. Los que se ahogan en vodka fuera de la isla por la crisis de identidad y abandono o renuncia a la falda, váyase a ver (a las mujeres les ha de gustar el tipo que no se marea en el mar por eso ellos no se fueron por el Mariel ni hicieron narcotráfico). Son los cómicos que parodian hoy (en ósmosis intelectual simbólicamente triste) los mismos periódicos donde trabajaron ayer como trinchera contra el Dark Side (donde ahora pernoctan y publican). Vaya, no he visto las gráficas pero se salvan porque las ilustraciones son de Santana. Lo demás es crucigrama provinciano, que copia de todo, por añadidura. Hay que tasarlos nadamás por lo que obvian y no por lo que halagan. Siguiendo su cátedra de La Habana, donde antes omitían la era republicana ahora tachan el castrismo. Siempre halagaron por conveniencia. Es la generación culturalmente halagadora. Viven de eso. Allá a los Castro, acá a los Díaz-Balart. Todo en familia. Qué facilismo. ©varela

J. Ferrer said...

Tocayo, y para otro tocayo a quien interesa echar un vistazo a esas transcripciones que mencionas y vive en la Ciutat Comtal, ¿alguna alternativa que no sea llegarse hasta Colonia? Dime algo. jf

Anonymous said...

EMILIO ICHIKAWA
Emilio Ichikawa es un cobarde. Ahora no me contesta al teléfono por eso voy a contar la historia de Emilio y mía. Primero escribió mierda sobre mí cuando mi incidente del Herald (está grabada en su blog y no éramos amigos cuando eso pero Cancio me dijo una vez que Emilio le había dicho que yo era el tipo más inteligente de Miami y que Cancio diga si es verdad o no). Luego cuando lo llamé para confrontar la mierda que escribió sobre mí (lo hizo porque se pensaba, igual que Cancio, que yo nunca iba a salir de la cárcel) se apendejó y me dijo que lo que había escrito era sin base, que no tenía elementos de juicio (?). Después me compró muchos libros (para comprarme), se hizo amigo mío y yo lo empaté con Alina Fernández en una comida en mi casa donde Emilio terminó borracho acostado en el sofá de mi sala y meándome todo el baño. Alina lo botó por borrachín y porque está muy gordo y no quiere bajar de peso ni trabajar. Aún así seguimos con nuestra comunicación. Entró a mi blog y me propició donaciones y se lo agradezco pero caramba, es malo ser amigo de Emilio. Te contesta cuando le conviene... y cuando no, te cuelga y te evade. Parece que es su modus vivendi. Que le vaya bien. Yo no tengo problemas con Emilio. Es Emilio quien los tiene conmigo. Empezando porque fue quien se metió a mi blog a hablar mierda de mis lectores defendiendo a Cancio. Y ahora que diga si yo he dicho mentiras. ©varela
TOMANDO LOS ESQUEMAS "REPUBLICANOS" DE EMILIO, LE DIGO COMO DIJO BUSH: "ESTAS CONMIGO O EN CONTRA MIA".

Jorge A. Pomar said...

Gracias a todos, en especial a Lázaro y Cristina. Sí, Lázaro, la falta de debate a rajatabla (cortés, sin bronquedades) nos está matando.

Cristina, olvidaba decirte que no debes dejarte irritar por esa carroñera intención de reducir a piltrafa y cochambre el análisis de Criterio Alternativo.

Tales injurias honran a mi Alter Ego, al tiempo que retratan en cuerpo y alma a los consabidos instigadores. Lo de ex comunista y actual agente de la seguridad me resbala "lomo abajo", para usar el modismo alemán.

Como ves, tengo razón cuando insisto en que, amén de que tampoco entre entre opositores dialogamos en forma civilizada, poderosos intereses (insulares y madrileños) se empeñan en que siga siendo así sine die.

Tocayo Ferrer, el tomo pertenece a Rey Alfonso. Me lo dejó en custodia, con mil y una advertencias, antes de volar hacia la Tierra del Sol Naciente en compañía de su esposa nipona Kanako y su hijo nipocubinche Haro, que es un primor.

Tratándose de un valioso ejemplar empastado de la antigua Editorial Lex, está endiabladamente bien encuadernado, lo cual hace difícil escanearlo. Prometo fotocopiarlo y enviarte copia a ti y demás colegas interesados.

En efecto: ¡una joya de la imprenta prerrevolucionaria! Un auténtico cajón de sastre cuya retacería retórica dice horrores sobre nuestra veleidosa academia republicana.

Saludos a todos,

El Abicú

Cristina García said...

A veces siento la tentación de empezar una argumentación de verdad con muchos que opinan en cada espacio que existe para defender o atacar, pero enseguida entiendo que es perder el tiempo. Como debes haber notado, depende de la agudeza de los opinantes, o de su torpeza mayúscula, que me decida a aguijonearlos un poco a ver si salta algo que justifique el leer los comentarios.
Repito otra vez lo que dije antes en el blog de Forge Ferrer, ustedes dos son mis preferidos con mucho.
Sigo esperando que te animes a escribir lo que sigue de Criterio Alternativo, un tema que me interesa personalmente muchísimo. Saludos, Pomar.

Anonymous said...

Es mucha verdad que en Madrid, ni los encuentrosos hijos del PSOE, ni los otros, desean un debate de verdad sobre La Verdad.

Me gusta este blog much.
Kanko el Loco

Anonymous said...

Por favor.. dejen al muerto dormir.. jaja. Ese Marti (en realidad sus alabarderos)ha acabao con el cubano de apie hasta el dia de hoy..

Nobama said...

Estimado Abicú, su incorrección política es el rasgo que más admiro y disfruto leyéndole.
Un saludo afectuoso,

Nobama said...

Estimado Abicú, nos hemos tomado la libertad de colocar link en Nobama a su artículo.
Saludos otra vez,

Güicho said...

Te copio, Abicú.

Aunque esos versos del cierre parecen más bien una alegoría a las tensiones del padre Cutié.

Frida M said...

En este aniversario de su muerte, no hay mejor homenaje que traer al Maestro a la realidad actual.
Su ensayo nos hace meditar, necesariamente en el pensamiento Martiano. Gracias, amigo, por este trabajo tan interesante y sentido.