Saturday 26 January 2008

Silvio Rodríguez y Pablo Milanes sobre...

...democracia, libertad y cambios en la Isla

(Sin comentarios ni desperdicios)

Silvio entrevistado por el presentador
peruano Jaime Bayly (diciembre)




Pablo entrevistado por Juan Manuel Cao (enero)



Y de regalía, Jayme Bayly "trajina" a su aire a
nuestro inefable "Canciller de la Dignidad"
Felipe Pérez Roque, más conocido en el giro
diplomático como el "Rotweiler" (nov. de 2007)


Friday 25 January 2008

Yoani Sanchez sobre censura y autocensura

"O tantear hasta chocar con el límite"

Por Jorge A. Pomar, Colonia


El castrismo vive más del miedo, del policía imaginario trepado sobre el hombre de la inmensa mayoría de insulares y emigrados, que de la omnipresencia y alcance real de su aparato represivo, por grande y cruel que éste sea.

Y es que en los cubanos de ambas orillas la cultura de la queja converge con una pasividad seudoapolítica colaborante por omisión. De hecho, la eficacia de la represión castrista es inversamente proporcional al número de individuos contestatarios que es preciso reprimir.

De alcanzar la resistencia pasiva --que es de lo que en sustancia proponen Yoani y toda la oposición pacífica interna
-- cierta masa crítica poblacional, el régimen colapsaría o se vería obligado a recurrir a la fuerza bruta, con similar desenlace a corto plazo sobre todo para un régimen ya al borde de la acefalia. Sólo que los cubanos de hoy ya no sólo no están dispuestos a "poner el muerto", como se decía en tiempos republicanos, sino ni siquiera a poner el contuso o el recluso.

Yoani insiste una y otra vez sobre el tema: ya va siendo hora de dejar de echarle toda la culpa al Magno Paciente y sus secuaces, y de identificar dentro de cada uno de nosotros al censor-autocensor que rige nuestra impostura civil. Reducido a la quintaesencia, el mensaje de Generación-Y equivale al refrán "Niño que no llora no mama".


Por consiguiente, es hora de decir por lo claro lo que se piensa, de admitir de una vez por todas que no se es más que una tuerca dúctil en el engranaje represivo del Ministerio del Interior y callar para siempre o irse a rezar al pie del altar de la iglesia o del ilé o cuarto
yoruba. "Para abajo --dice el refrán-- todos los santos ayudan". Para arriba los fieles han de ayudarse primero a sí mismos antes de obtener el favor del imperialismo como en el 95, del santoral católico o el panteón yoruba.

Nota bene:
esta breve descarga introductoria va dirigida sólo a aquellos que sin duda sienten temor y se abstienen por instinto de conservación, pero en su fuero interno añoran el cambio y, sea cual fuere, nada saldrían perdiendo con él, salvo las cadenas. Camajanes profesionales y mercaderes del anticastrismo insiliar o exiliar hacen bien en no darse por aludidos. Cierto, la general escasez de coraje civil y la paranoia colectiva de que habla Yoani hacen lo suyo.

Porque, con todo lo limitado que pueda ser el acceso a la Red de Redes, inútil negarlo: a estas alturas es imposible encontrar
en toda la Isla a un sólo pepillo o pepilla "en onda", de esos que siempre están a la que se cayó en Occidente, que realmente no sepa quién es Yoani Sánchez.

Otra cosa es que, como los tres monos místicos del santuario de Toshogu, en Nikko, al norte de Tokio, no quieran oír (Kikazarus), hablar (Iwazarus) y ver (Mizarus).

Cada primate con dos virtudes y un defecto invalidante a la hora de consensuar un testimonio acusatorio sobre los desmanes de los humanos, que en este caso serían los perversos gobernantes de la Isla. Igual sus progenitores (los de los jóvenes, no los de los simios) perjuran al declarar no haberse enterado todavía de la existencia de un movimiento opositor interno.

Eso pese a las constantes referencias al respecto en el discurso oficial y la prensa plana. Sin contar los altísimos índices de teleaudiencia alcanzados por diversos filmes documentales enfilados contra "camajanes", "agentes a sueldo de la CIA", "mercenarios al servicio de Bush y la mafia de Miami", etc.

¿Quién se lo va a creer? La calambrina, la envidia y la alegría por el mal ajeno a falta del bien propio considerado indeseable (intentar disputarle en buena lid a Yoani su bien merecido protagonismo equivale a sacar pasaporte para trasladarse en cualquier momento de la cárcel con rejas acuáticas a la de barrotes y cercas alambradas)
desempeñan tambien un papel nada desdeñable en el mantenimiento del statu quo en la Isla.

Hablo de la pauta igualitarista del castrocomunismo castrista extrapolada a un campo opositor y apolípico-maledicente insiliar o exiliar donde pululan los gatos pardos con sendas parejas de patas muellemente apoyadas en cada orilla del charco político-ideológico, según una moda políticamente correcta que manda ser moderado a ultranza.

(Por cierto, el lodo arrojado contra Yoani no ha podido ser más fecundo. Admito que esa propaganda negativa ha sido mucho más eficaz que la defensa todoterreno de este y otros blogs liberales. No creo en esas ideas ocultas al fondo de una cueva que pueden más que ejércitos entero, pero me inclino respetuoso ante el papel de la personalidad en la historia en "ciertas y determinadas" circunstancias, como las que nos ocupan. Y a ella le es dable hacer lo que otros no hemos podido o querido.)

Dicho de otro modo, Yoani duele a tanta gente dentro y fuera de Cuba porque demuestra cada día que sí, que se puede hacer lo que ellos no hacen --
no ir a votar, por ejemplo-- o hicieron cuando aún no se habían perdido del Morro: tantear hasta chocar con el límite de tolerancia castrista, que es lo que en principio han hecho siempre los grupos opositores más osados.

¿No clamaban los insulares --especialmente los jóvenes destinatarios de Generación- Y, aunque no sólo-- por un líder que diese el ejemplo, que marcara el rumbo a seguir, pues ahí tienen a la Rosa Park criolla: mestiza, joven, simpatiquísima, corajuda y comedida al mismo tiempo, carismática a más no poder, original e innovadora sin dejar de ser una figura de fácil identificación con.
Por lo demás, sumamente modesta en sus aspiraciones y exigencias: Yoani apenas pide a sus compatriotas decir lo que piensan y hacer lo que en el fondo ansían. ¿Demasiado?

Bueno, entonces a subirles el audio a todo lo que dé a radios, televisores, tocadiscos, grabadoras, etc. Recuerden: el 8 a las 8 de cualquier mes. Y ya que la cosa va de ascenso, igual pueden "alzar cada uno con firmeza la mano del otro". Surgerencia de la efímera FECU, fallecida prematuramente el mismo día de su inauguración que hizo preguntarse al Abicú si no bastaban con que cada cual alzara la suya.

O bien, en su defecto, exhorto a los insulares obstinados pero cautos a reunirse discretamente este 28 de enero, natalicio del Apostol, en los portales del hotel Inglaterra y la Manzana de Gómez e ir cruzando uno a uno hacia el Parque Central y, procurando no llamar la atención, depositar una florecita de cualquier color al pie de la estatua de José Martí.

La idea se la propuso, con toda seriedad, en el 91 al grupo opositor Criterio Alternativo el respetable caballero jabao que dirigía una organización disidente de vieja data con nombre artístico, "Proarte" o algo por el estilo. Mi pregunta retórica de entonces: "¿Cree Usted de veras que Marti toma nota del gesto?" En fin, todo esto para poner una vez más en limpio que no hay nadar y guardar la ropa ni oposición sin riesgo bajo el actual totalitarismo insular. Sin duda, Yoani Sánchez está corriendo el suyo.

Sin más, Yoani entrevistada ya hasta por la con el castrismo obsecuentísima CNN, que no es poco decir acerca de la magnitud de su fama:

Tuesday 22 January 2008

El 2008: Cuba y el exilio en Miami

Por Enrique Artalejo, ex expedicionario de Playa Girón

(Tomado de Nuevo Acción)

Comienza un año más y otro de castrato, con un tirano sustituto. Yo pertenezco a ese exilio llamado histórico, intransigente, viejo… pero que yo prefiero llamar… la memoria viva del exilio, la memoria de aquellos que enfrentamos el castrismo en Cuba primero y fuera de Cuba siempre. (Foto: Artalejo.)

Que salimos como muchos obligados, en los primeros años, en mi caso fines de 1960, mi única alternativa era la cárcel o el exilio y si hubiese esperado por la cárcel… yo sería uno más de los tantos fusilados por la canalla castrista, ya que mientras nos oponíamos al régimen por radio, la gran mayoría de mis compatriotas repetían… “Fidel esta es tu casa” y algo más estúpido aún… “Si Fidel es comunista... que me apunten en la lista”.

Y el castrato los complació a todos… se quedó no solo con las casas sino con todo y apuntados o no se han quedado bajo su sangrienta bota… y ahí están desde hace casi 50 años. Los nacidos dentro de la tiranía sueñan unos con salir, otros con más… cosas y los menos… con la libertad.

Los cubanos tenemos muchas… muchas virtudes, menos de las que creemos, y defectos… más de los que aceptamos o imaginamos, el individualismo y el protagonismo, por solo citar un par de ellos, y estos los hemos conservado y perfeccionado a lo largo de los años, en Cuba y en el exilio y ese defecto ha sido muy bien acogido, manipulado, administrado y explotado por todas las administraciones de este… nuestro querido país circunstancial.

Jamás ha existido ni en Cuba y menos en el exilio, el patriotismo necesario para lograr que un pequeño grupo de cubanos, renunciando a todo protagonismo, represente a la mayoría y tome las decisiones necesarias para lograr nuestros… supuestos objetivos… la libertad de nuestra patria. En el exilio enfrentar al gobierno de turno en Estados Unidos y exigir no solo que se cumplan todos los artículos del cacareado embargo, y que se reconozca nuestro derecho a derrocar la tiranía asesina y corrupta que ha destruido a Cuba, sin ser acosados, perseguidos y arrestados por nuestro supuesto amigo. Este país le ha puesto precio a la cabeza de cuanto títere ha querido arrestar o desaparecer… pero a Cuba y sus terroristas… es Estados Unidos quién los protege para que no sean tocados.

Y nosotros… ni siquiera hemos sabido utilizar el arma más poderosa con que contamos en esta democracia… nuestro voto. Tenemos que oír que la Florida hoy, es determinante para obtener la presidencia de esta nación y también hay muchos que se llenan la boca al decir que los cubanos eligieron al presidente Bush en el 2000 y también en el 2004. Y si fuera verdad… de que nos ha servido.

Tengo los años suficientes para haber visto al Presidente John F. Kennedy recibir en el Orange Bowl, en diciembre 1962, la bandera cubana entregada a él, por la Brigada 2506, la misma Brigada que fue traicionada en Playa Girón por el mismo caballero, y oírlo decir que la devolvería en una Cuba libre. Después de él, todos los demás presidentes pasaron por Miami, en época de elecciones por supuesto y chapurreando el español algunos, para hablar de una “Cuba Libre” … tanto demócratas como republicanos… y los cubanos llevamos 48 años oyéndoles el mismo cuento y lo que es peor creyéndoles. ¿Por qué?

Habrá como es lógico muchas opiniones y como dice un amigo, abogado puertorriqueño, existen tres verdades: la mía, la suya y la verdad que no necesariamente es la de una sola persona.

Esta es la mía. Desde que llegué al exilio, en septiembre de 1960, encontré un buen número de organizaciones… todas separadas y con muuuchos dirigentes, Presidentes, Tesoreros, Secretarios, Directores de todo y sus Vices…primero, segundo etc. y detrás de las más importantes siempre había… un norteamericano asignado por el gobierno, que le decía a cada una lo mismo… con ustedes contamos para que Cuba vuelva a ser libre. Alguna de ellas comenzó a reclutar y organizar ya… su futuro gobierno, ofreciendo puestos y designando hasta Ministros

La más conocida y reconocida fue el famoso Frente, con el Dr. Manuel Antonio de Varona, el Dr. Miró Cardona y otros distinguidos compatriotas… duró hasta que el cambio de gobierno el 20 de Enero de 1961 marcó el desastre de Bahía de Cochinos, que puede decirse que fue un fracaso anunciado, la supuesta invasión secreta, los famosos campamentos secretos.

¿Secretos?

A los miembros de la Brigada se nos retiró el pasaporte (por lo menos el mío me lo quitaron) y no se podía saber que saldríamos o habíamos salido de Estados Unidos, ni que este país nos estaba ayudando… pero The New York Times, siempre The New York Times, el mismo que le vendió al pueblo norteamericano, a través del su articulista estrella, Hebert Mathews que Fidel Castro era el Cristo Redentor de los cubanos, con 33 años barba y todo; publicó el 10 de Enero de 1961 en su primera plana, un artículo que decía “U.S. Helps Train an Anti-Castro Force At Secret Guatemala Air Ground Base”. Hasta ese día, si es que antes era secreto… lo fue. Tres meses antes de la invasión, ya el anti-cubano The New York Times, se había encargado de divulgar el “secreto”… el resto es historia.

A partir del fracaso de la invasión y después de la llamada Crisis de los Cohetes en 1963, el destino de Cuba se selló. Estados Unidos le garantizó a Cuba que no permitiría que un solo cubano tratara de desestabilizar a la tiranía y este compromiso lo ha horrado hasta el día de hoy y lo más triste es que los cubanos lo hemos aceptado sin chistar.

El resto también es historia, en 1960 había unas 200 organizaciones, hoy deben pasar de 2000, son tantas que creo que existe hasta una Sombrilla… y todas, con el mayor respeto para ellas, sus Presidentes, Tesoreros, Secretarios, Directores y todos sus Vices, funcionando por separado. ¿Y le pedimos a la disidencia en Cuba, que se una? ¿Qué salgan a la calle a protestar? Si aquí, donde nadie es golpeado ni arrestado por protestar, no se hace, ¿con qué moral pedimos que lo hagan en Cuba? Si aquí las miles de organizaciones, celebran más almuerzos que protestas.

Tenemos organizaciones de todo tipo, las que se han dedicado a que Cuba sea condenada en el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra. Cuba ha sido condenada sí… en repetidas ocasiones… y hoy resulta que Cuba, la tiranía asesina, corrupta y más vieja del continente… es miembro de esa Comisión, y ya no es condenada. ¿Y el exilio qué? Nada ha pasado... todo tranquilo y preparándonos para el próximo evento.

Otras organizaciones han realizado huelgas de hambre, por distintos motivos, incluyendo el problema de varios compatriotas con sus pies… si los tenían secos o mojados… visita de varios distinguidos compatriotas a Washington… algunas promesas… silencio después... pero el decreto que firmó el Presidente Clinton, sigue vigente y nuestro “amigo” el Presidente Bush, el mismo que según muchos compatriotas los cubanos lo eligieron… ha mantenido vigente el famoso decreto de los pies húmedos o medio secos y los visitantes a Washington y el resto de la comunidad ha guardado el más rotundo siiiiileeeenciooo.

Hasta donde yo se… hasta 12 millas fuera de la costa de Estados Unidos, son aguas territoriales de esta nación y lo de los pies secos o mojados es como el cuento de la pajita en el hombro… si me la tumbas te pego. Si se te mojan los pies te boto!!!

¿Huelgas de hambre para que? Hay cubanos presos como Santiago Álvarez y otros por el único delito de tratar de desestabilizar a la tiranía de los asesinos castristas… los mismos que este país ha catalogado de terroristas y que constituyen el “Eje del Mal”… pero los compatriotas están presos y no hay protestas callejeras ni huelgas de hambre ni nada por el estilo.

Huelgas de hambre sí… para exigir que dejen que vengan más compatriotas… no tendría más sentido una huelga para que no tengan que venir más y que puedan vivir decentemente en nuestra patria, como lo era antes de llegar el castrato. No me hagan cuentos tristes de Batista para atrás, la realidad es que antes de estos facinerosos tomar el poder… nadie se escapó nadando de Cuba, ni existieron balseros.

Hay otro grupo de organizaciones y compatriotas interesados en Radio y TV Martí, luchan para que entre mejor en Cuba y el pueblo la pueda escuchar… que si el Globo o el Avión. La única forma de entrar mejor es con trasmisores suficientemente potentes para que no sean bloqueados por la tiranía… y eso jamás los va a utilizar el gobierno de este país. Si no existe ya un convenio entre la tiranía y el gobierno de Estados Unidos, como el vigente desde la Crisis de los Cohetes, este país no va a arriesgarse a que Cuba interfiera las trasmisiones radiales y televisivas de este país, así que seguirán entreteniendo y entreteniéndose en ese empeño y los que puedan que sigan viviendo del cuento.

Para Cuba es hora sí… pero para Cuba es tarde… los de allá no pueden y los de aquí no quieren. Emisoras de radio y televisión que entretienen, a los exilados más viejos, con el bla bla bla de siempre y para los más jóvenes y alguno que otro viejos también, están los “Espectáculos Noticiosos” con los cuentos de… o los chismes de… y las revelaciones de las atrocidades de los Castro y sus castrados, precisamente en las voces de aquellos que de una forma u otra vivieron de… participaron con… y sirvieron a… los bandidos que han destruido a Cuba.

Sin olvidar desde luego a los que pretenden re-escribir la historia, desde las páginas de lo que fue El Nuevo Herald y hoy es El Viejo Granma de Miami y los no- periodistas… pero si eunucos mentales, que pretenden ignorar la Cuba que si existió en un mundo que ellos no conocieron.

¿Querrán los cubanos realmente… dentro y fuera de la isla… una Cuba Libre? ¿La querrán las miles de organizaciones en el exilio? ¿Le teme la Industria del Exilio a una Cuba Libre? ¿A Estados Unidos… le interesa una Cuba Libre… o le teme más a otro Mariel? ¿A quienes les interesa realmente una Cuba Libre… y a quienes no?

Para Cuba, desde hace demasiados años era hora… pero me temo que ya es demasiado tarde… cada día… de ella… salen más “hombres nuevos” y cuando salen… les interesa regresar… pero solo de paseo.

Saturday 19 January 2008

"Yo no sigo, no chivateo, no coopero, no reprimo, no repudio"...

Yo mañana no voto o anulo la boleta

Tres líderes de la oposición interna exhortan a vencer el miedo (plus un comentario del Abicú)

Por Jorge A. Pomar, Colonia

La reciente visita del presidente Brasileño a La Habana ha servido para disipar las dudas sobre la salud del Magno Paciente: está mal, muy mal, peor de lo declarado para la galería tercermundista ("...está con una lucidez increíble") por Inázio Lula da Silva al pie de la escalerilla del avión de vuelta a Brasilia; peor de lo que dejan ver las breves imágenes en vídeo editado de Cubavisión.

Él mismo Fidel se ha encargado de desmentir a los más optimistas con este parrafillo de "Regalo de reyes", su todavía penúltima reflexión:

No disfruto de la capacidad física necesaria para hablarles directamente a los vecinos del municipio donde me postularon para las elecciones del próximo domingo. Hago lo que puedo: escribo.

Pero aún vive y, puesto que el socialismo no colegiado criollo afronta un problema metafísico evidente con la disfunción y muerte de su Secretario General omnímodo, hasta que el Magno Paciente no exhale literalmente el último aliento continuará conjurando con su suprema, inamovible autoridad cualquier conato de reformas económicas por parte del sucesor designado. De ahí que, más allá del vago criticismo del presidente interino, hasta la fecha nada haya sucedido en más de año y medio de impasse insular.

A menos que la Parca alargue el brazo y se lo llevé a su reino de tinieblas, la vida seguirá, pues, igual de exánime en la Isla después de los imaginarios comicios dominicales. Postulado a la Asamblea del Poder Popular --por la fuerza del hábito de ordeno y mando, del mecanismo piramidal del proceso electoral y, sobre todo, de los intereses creados de la élite veterana y emergente convoyada en el "voto unido" a favor de los 614 candidatos gubernamentales--, el Comandante será a buen seguro reelecto, esta vez en artículo de muerte o casi, jefe del Consejo de Estado.

Por lo pronto, la única alternativa vislumbrable consitiría en que, una vez ratificado al frente del Consejo de Estado, el Magno Paciente delegara nominalmente sus poderes constitucionales en el Hermanísimo, quedando él, al igual que otrora Mao Tse Tung en el Reino del Medio, como titular honorario de la primera magistratura.

O bien, fuera de plantilla, como timonel espiritual de la Revolución.En tal caso, el poder, efectivo apenas para regentar la prolongación del actual estancamiento, seguiría siendo ejercido por la versión criolla de la Banda de los Cuatro: Raúl Castro, Ramiro Valdés, Juan Almeida y Guillermo García, auxiliados por similar número de talibanes duros y blandos.

Sin que veamos asomar por ningún lado su oreja peluda al émulo castrista de Deng Xiaoping dotado de la firmeza, capacidad de mando y vista larga necesarias para impulsar desde arriba un --con el piquete actual-- impensable proceso de transición a la democracia que permita a la alta nomenclatura salvar los muebles o, en su defecto, imponer resueltamente esa "vía china" que los raulistas ansían y a la que tantos ciudadanos de a pie se han resignado de antemano.

Solución asiática que, de iniciarse alguna vez, lo sabríamos al instante por una primera señal fehaciente: el sorpresivo, espectacular anuncio e inmediato montaje de un grandioso acto de fe gubernamental contra un par de chivos expiatorios idóneos, aportados por los jerarcas más impresentables --por especialmente "sangrones"-- del establishment.

Sólo a la vista de un espectáculo catártico de esa envergadura todos, tirios y troyanos de dentro y fuera, se percatarían de que el vetusto Sucesor ha sido investido con todas las potestades terrenales para echar a andar el plan de salvamento que supuestamente oculta entre pecho y espalda.

Elija, Usted, lector del patio, las cabezas que le gustaría ver expuestas en la picota pública al pie del obelisco martiano en la Plaza de la Revolución. Cualesquiera serían bienvenidas, si bien en ninguna selección de candidatos favoritos a la guillotina simbólica o real deben faltar las cabezas de turco del ministro de Relaciones Exteriores y el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, precedidas por el aperitivo de los moderadores estelares de la Mesa Retonta.

En cuanto al veredicto de las urnas mañana domingo, no hay que hacerse ilusiones: la inmensa mayoría de los electores de a pie sufragarán de nuevo por "más de lo mismo". De grado o malgrado, trazarán una cruz al lado de la lista oficial. Unos, los menos, creyendo salvar sus mezquinas prebendas. Otros, los más, rutinariamente, habida cuenta de que, como dijera alguna vez Lula da Silva:

Os pobres, na verdade, não dão trabalho... Os governantes não olham para eles porque eles não estão na rua fazendo passeata e fazendo protesto contra os governos. Muitas vezes o pobre quer apenas um pão... En quanto muitas vezes o rico, cada vez que encosta perto, quer um bilhão. Então, fazer política para pobre é uma coisa prazerosa... Os pobres, muitas vezes, não estão nos partidos políticos... Eles vão à igreja rezar e pedir ajuda a Deus.

Traducción: "Los pobres, en verdad, no dan trabajo... Los gobernantes no reparan en ellos porque no andan paseando por la calle y protestando contra los gobiernos. A menudo el pobre sólo exige pan... En cambio, el rico, cada vez que se le pone a tiro, aspira a mil millones. Por eso, hacer política a favor de los pobres es labor placentera... A menudo los pobres no están en los partidos políticos... Ellos van a la iglesia a pedir ayuda a Dios".

Buena explicación de la limitación de las ambiciones populares a la mera supervivencia y del revival religioso en la Isla. Amén del deseo de asegurarle una cuña del pastel poscastrista a las transnacionales de su pujante país, existía un segundo motivo de importancia para el controvertido viaje de Lula a la Meca antiimperialista iberoamericana: engatusar a las masas brasileñas, neutralizar con un gesto de solidaridad interesada a la molesta izquierda antisistema carioca.

Por lo demás, Lula envidia a su anfitrión la inexistencia en la Isla de las neuróticas clases medias y los alborotadores de la sociedad civil. Ese su antiquísimo credo filantrópico sobre la plebe --donde por cierto se echa de menos el circo cesariano, que en Brasil serían los carnavales y la cachaza, el costado festivo del drama de la vida en las populosas favelas-- es aplicable con creces a la situación del proletariado insular.

El ablativo "con creces" alude ahí, aparte de a la falta en Cuba de los incordios del entramado institucional democrático-burgués, prensa libre y sociedad civil incluidas, al enorme grado de envilecimiento de la población al cabo de casi medio siglo de totalitarismo. Vale decir, a eso que Carlos Alberto Montaner acertara a definir como "pérdida de calidad humana". (Martha Beatriz, de espaldas) repartiendo la Declaración de los Derechos del Hombre en el Paseo del Prado hace unos días.)

Por un lado, esa pérdida de calidad humana guarda relación con el éxodo masivo. El voto con los pies, principal recurso electoral de los obstinados, actúa como una válvula de escape favorable al statu quo. Por el otro, tiene que ver con el progresivo encanallamiento de "nuestro pueblo", de los que, por una razón u otra, se quedan, optando por sobrevivir a como dé lugar en un universo concentracionario regentado por un Máximo Líder que basa su estrategia de poder en el binómio adoctrinamiento intensivo-indigencia regulada.

Sin inmovilismo ideológico, sin penuria inducida (de las masas populares), el castrismo habría dejado de existir largo tiempo ha. Se infiere que cualquier tentativa de resolver la crisis de las "relaciones de producción" liberarando a las "fuerzas productivas" (Marx), léase, estimulando la iniciativa privada y la economía de mercado, daría al traste sin remedio tanto con el fidelismo como con el postfidelismo.

Que aun en su actual estado de delirio Fidel tiene plena conciencia de ese peligro de autodesmantelamiento, lo demuestra este otro parrafillo de su última cosecha reflexiva que, aparentemente descolocado en "Regalo de reyes", es un nuevo halón de orejas a Raúl y sus generales tecnócratas:

Cuídense en especial de los que inventan empresas del Estado con cualquier pretexto y administran después las fáciles ganancias cual si hubiesen sido capitalistas toda la vida, sembrando egoísmo y privilegios.

Entre tanto desvarío megalomaníaco, cuánta lucidez en dos vocablos: "fáciles ganancias". Que los aludidos se dejen de aspavientos con el cuento de su eficiencia gerencial, ya que sin competencia cualquiera posa de cumplido capitalista, sacándose plusvalía de la manga como los magos conejos del bombín en el circo. (Foto de al lado: sede del Grupo Cubanacán, principal holding turístico-comercial cubano.)

¡Sombrero para el Magno Paciente! No por gusto afirma Lula en el vídeo que "...está listo para asumir el papel político que él desempeña en Cuba... Goza de una lucidez como en sus mejores momentos". Obviamente, el sagaz ex dirigente sindical pernambucano, "apaixonado pela revolução cubana" prevée la reelección de su colega cubano, de quien años ha declarará tajante: "Ese tipo lo que tiene que hacer es celebrar elecciones libres". (Tanto para no cometer el craso error de tomar al pie de la letra lo dicho ahora en La Habana por el ilustre huésped, zorro viejo como es en todas las marrullerías de la sinuosa diplomacia iberoamericana.)

Como Lula, todos sabemos de sobra que mañana "nuestro pueblo" --aun en el supuesto caso de que se enterase de lo propuesto por la disidencia liberal-- acatará otra vez en las urnas la voluntad del Palacio de la Revolución. Igual, encuestados sobre el liderazgo de Fidel, la mayoría de nuestros compatriotas de a pie en la Isla responderán sin pestañar que, mientras viva, no conciben a nadie más al frente de la Revolución. Por la sencilla razón de que, corrompido ellos también hasta el tuétano, no osarán "señalarse". Opera aquí la maldición hispana del "Amamos las caenas".

Acudirán, pues, en masa a las urnas "apolíticos" (mayoría); funcionarios y empleados del Estado y las empresas mixtas, intelectuales y artistas orgánicos e inorgánicos de la UNEAC (ellos, como siempre, los peores de todos, a la cabeza de la infamia de turno); artesanos, obreros, campesinos; católicos, santeros y evangélicos; blancos y negros; mujeres y hombres; jóvenes y viejos; heterosexuales, jineteras, gays, lesbias y pingueros...

Los que planean irse porque planean irse; los que se quedan porque se quedan. Todos tienen o creen tener algo que perder o ganar. Y es que los cubanos de la Isla se han convertido en buscones consuetudinarios. Sin duda, los casos extremos filmados en el documental De buzos, leones y tanqueros no son la norma, pero en distintas medidas la inmensa mayoría de los insulares encajan en esa categoría humana. (Si ya lo vio, siga adelante.)


www.Tu.tv

La suya es la cultura de la pacotilla y el conformismo; el arte de simular lo que no se es, de sobrevivir contra viento y marea; del brete y el golpe bajo contra los de igual suerte y condición que la suya; del ""yo sé que tú sabes que yo sé"; del "Tongo le dio a Borondongo, Borondongo le dio a Bernabé, Bernabé le pegó a Puchilanga": del "yo puedo más que tú"; del "vivo vive del bobo y el bobo de su trabajo"; del más desaforado camajanismo tradicional criollo.

Vicios cubensis de añeja data exacerbados por va para media centuria de cultura de la cola y el barracón, de la delación mutua en barrio, escuela y empresa, de las Asambleas de Efectos Electrodomésticos (donde hay que sacarles los trapos sucios a los rivales), del robar, malversar, jinetear y reprimir para sobrevivir... En fin, el sórdido mundillo de la picaresca socialista caribeña prevaleciendo a pulso sobre las escasas virtudes de antaño.

De las arriba enumeradas deformaciones de la piquis colectiva cubana la única que se ha perdido del todo es precisamente aquella de "Aspiazu me dio botella [sinecura] y yo voté Varona". O tal vez sea la consigna que más se cumple bajo el castrismo, con la salvedad de que ahora hay una sola opción: "Votar por Castro o perder el frasco".

Y sabido es que los buscones nunca se meten a sabiendas en camisas de once varas, menos aún si son políticas. Así ha de ser hasta que surja un contrapoder confiable (posiblemente, en forma de un amotinamiento de la baja y media oficialidad de las Fuerzas Armadas, como la que en el 33 diera al traste con el machadato) capaz de darle un brusco, decisivo vuelco a la pegada tortilla castrista.

Eventualidad dentro de la ecuación biológica --susceptible de materializarse con el deceso anticipado del Sucesor-- en la que el intempestivo desencadenamiento de una ciudadanía hasta entonces acostumbrada a cepo y cabestro sería más de temer que de desear. No en balde la cotidianidad castrista los ha enseñado a ser oportunistas, a jugar al seguro apostando siempre al vencedor, quienquiera que sea...

Como de costumbre, mañana también habrá una minoría desafiante que no responda a la convocatoria o se atreva a invalidar las boletas. En vano. Contra tales desafecciones o estratagemas del pícaro criollo, las autoridades electorales pondrán en práctica el inapelable (no hay control de partes ni observadores extranjeros) recurso del fraude, que a todo reventar ascenderá a un 10 o un 15 por ciento del total de votos.

Más o menos la misma cantidad que arrojara meses antes de la caída del Muro de Berlín el fraude electoral en los últimos comicios comunales celebrados en la extinta RDA por la metodología real-socialista de la Einheitsliste (Lista Unida).

De hecho, casi todos los encaramados al Muro en la foto de al lado habían votado a favor de los candidatos del SED (Partido Socialista Unificado de Alemania) en los comicios municipales de junio de 1989, pese al llamado a abstenerse o anular la boleta hecho por la fragmentaria disidencia interna.

Significativamente, Egon Krenz, recién electo Generalsekretär y Staatsratvorsitzender (presidente del Consejo de Estado) en reemplazo del convaleciente Erich Honecker, no sólo había declarado sus simpatías por la vía china sino que, como hará Raúl Castro mañana domingo, trampeó en el escrutinio.

Un simple titubeo informativo de Günther Schabowski (foto de al lado), primer secretario del SED en Berlín Oriental, durante una conferencia de prensa celebrada el 9 de noviembre, fue el detonante del reventón popular que echó abajo el Muro de Berlín esa misma madrugada.

El ambiente estaba caldeado. Pero, más que el resultado de las multitudinarias protestas de los lunes en Leipzig o del momentáneo atortojamiento del siempre indeciso Mijail Gorbachov (firmó la carta a favor de la liberación de los cinco espías cubanos condenados en Estados Unidos y ahora mismo se ha aliado con Vladimir Putin), la causa de fondo del desplome instantáneo de la RDA fue el vacío de poder generado por la ausencia de Honecker, la inmadurez de Krenz y la decrepitud general de los miembros del Politbüro.

O sea, el derrumbe de la RDA sobrevino a consecuencias de un vacío de poder similar al que podría producirse en la Isla en caso de defunción o invalidez mental del Sucesor antes de las Magnas Exequias. Lo cual, dada la mayor vetustez y cerrazón de la cúpula castrista, quiere decir que la anunciada barrida gubernamental este domingo y la reelección o no de Fidel (si aún vive en marzo, como sugiere el vídeo) durante la sesión de estreno de la nueva vieja Asamblea Nacional a principios dentro de 45 días, no va a alterar el actual esquema implosivo.

Por analogía sistémica, cabe deducir que, aunque "nuestro pueblo" le dé el SÍ al voto unido, hay esperanzas: las reservas de civilidad de los insulares tampoco están del todo agotadas. Sea como fuere, no tanto los que están en contra como aquellos votantes que tengan algún interés en una incruenta continuidad del statu quo con perspectivas reformistas, harían bien en ausentarse a la cita con las urnas o echar a perder la boleta a toda costa.

Enviarían así al Buró Político una señal, una voz de alarma inequívoca que recuerde a esos embotados dignatarios que ya va siendo hora de efectuar el cambio de aguja o apartarse a tiempo de la vía para no chocar de frente con el expreso de la historia.

Conque, a falta de esas voces habitualmente estridentes y categóricas de la oposición "moderada" que suelen enmudecer a la hora de entrar al trapo rojo, escuchen unos y otros el llamado al abstencionismo de tres líderes disidentes que nunca se despintan. (Desde luego, hay muchas más igual de respetables y subversivas, pero en estos momentos no dispongo de las citas correspondientes).

Martha Beatriz Roque Cabello (Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba):

En Cuba no hay elecciones, hay un teatro en el que el gobierno hace participar al pueblo para poner en el poder a las personas que estima pertinentes... es tan ridículo que lo mejor es ni hablar de esas votaciones... Cuando digo ni hablar, es no escribir “No” o “Cambio” [en la boleta] ni decir no asista, es obviarlas.... No tengo duda de que nuevamente Fidel Castro seguirá de presidente. Sería un craso error.

Oswaldo Payá (Movimiento Cristiano Liberación):

...tomadura de pelo... grave violación de la soberanía popular... daño a la dignidad de las personas y al derecho de nuestro pueblo a definir su vida y su futuro... Violación de la Constitución... mecanismo de intimidación, y aunque la ley fuera inmejorable, la cultura del miedo instalada con todos los mecanismos represivos y opresivos ... es una penosa tradición...

Vladimiro Roca (Todos Unidos):

...no se puede hablar de elecciones, porque no se elige nada... ¿Dónde están las distintas opciones para que el ciudadano pueda escoger realmente?... No tengo duda de que nuevamente Fidel Castro seguirá de presidente. Que cada quien administre su miedo: el que tiene suficiente valor para no ir a votar que no vaya, el que tiene valor para anular la boleta que lo haga y al que le da para ir y echar la boleta en blanco también...

Monday 14 January 2008

A los lectores interesados en la Letra del Año

Donde el Abicú cuenta cómo se hizo agnóstico y emite un Odu alternativo

Por Jorge A. Pomar, Colonia


Favor de echar un vistazo a las importantes modificaciones del artículo de abajo, entre ellas el vídeo de CNN de la Letra del Año, que ya se puede ver en You Tube. Oggún, mi santo guerrero, que al parecer me sigue contando entre sus hijos predilectos a pesar de mi añejo agnosticismo, me ha susurrado al oído la verdadera Letra del Año 2008.

A saber, signo: Ogunda, "Discusión y tragedia", asociado a Eyioco, "Guerra entre hermanos". Entre diversas añadiduras textuales, he insertado también una danza filmada de Yemayá, la Marinera, y la foto de un Tablero de Ifá. Gobierna Oggún "el Alzado". Acompaña Oyá, reina de los camposantos. (Foto: máscara de Oggún, el "Guerrero".)

Oshún, la "Voluptuosa, deidad del amor desinteresado e interesado, amante del dinero, el oro y las orgías, por lo demás, patrona de Cuba y,
significativamente, de los náufragos, o sea, también de los balseros, jamás puede estar ausente en un Odu de babalaos cubanos que se respeten a sí mismos.

Sépase que el Abicú, quien en su condición de tránsfuga del reino de Ikú, la Muerte, mantiene estrechos lazos con ese orisha vindicativo, está rayado en ambos brazos y un famoso babalao cardenense que no cobraba por sus consultas porque no le hacía falta (era mecánico de Arechaba y ganaba ocho dólares diarios), el difunto Cornelio
Montalvo, su abuelo materno para más señas, le pronosticó al nacer una vocación especial para el sacerdocio yoruba.

Leyenda de Oggún



La crueldad del rito mediante el cual, para amarrarme como Abicú me hicieron sendas series de sajaduras en ambos brazos en el ilé (cuarto de de los santos) de mis abuelos maternos, más la vergüenza que me hacía pasar constantemente la cadena de hierro rústica que debía llevar a perpetuidad en el tobillo izquierdo, me vacunaron de por vida contra la mitología de mis ancestros.

A malquistarme definitivamente con la Regla de Ocha contribuyó un incidente que me hirió en lo más sagrado para mi dignidad pueril: mi madre. Durante uno de aquellos atronadores bembés con cuatro o seis tambores, no recuerdo el número exacto de batás pero en todo caso eran demasiados para aquella casa de madera vieja, observaba yo a los frenéticos bailadores --algunos de ellos ya en trance-- agarrado a la falda de mi madre Mercedes, hija ella que fue de Yemayá, la que danza y canta alborozada sobre el encaje marino.

De buenas a primeras, mi tía mayor, Santa de nombre de pila, que había heredado las prendas de mi abuelo y presidía el aquelarre litúrgico-danzario, se detuvo frente a Mercedes, le clavó la vista en los ojos con una expresión extrañamente feroz e inició una especie de danza hierática de convite que fue subiendo de tono a medida que los tamboleros redoblaban hasta la locura el repiquetear de los cueros.

Bailaba que se pasó mi tía, que era (ya murió) una negra colorada entrada en carnes, de muy buen ver y con mucha vida debajo de la blusa dorada, pues era hija de Ochún, la Seductora. Además, vestía bata y pañuelo de cabeza dorados y estaba literalmente forrada en oro, plata y piedras preciosas. P
ara aquellas bacanales sacras en su ciudad natal solía venir de La Habana cargada de obsequios, entre los cuales nunca faltaba un juguete y golosinas para su "Abicusín", que ya era glotón.

Así que yo quería muchísimo a aquella tía habanera, también porque poseía la talla de pecho que inconscientemente el sobrino echaba de menos en la madre. Con el pulgar de la mano que me quedada libre en la boca --con la otra mano recuerden que estaba aferrado a la holgada falda azul de franjas blancas, símbolo del oleaje del mar (atributo de Yemayá), de mi madre-- la contemplaba bailar, como embelezado.

Baila Oyá, orisha de los cementerios (danza artística)



Pero ahí, caramba, noto de pronto que mi madre había empezado como que a contorsionarse espasmódicamente. Todo su cuerpo temblaba y, cuando volví la cabeza hacia atrás y arriba para mirarle a la cara... ¡Eh...? Una fiebre salvaje hacía brillar sus ojos dilatados. Atemorizado, seguí su mirada y vi que entre ella y mi tía se había establecido un raro contacto, un enigmático rejuego visual.

Como si Santa hubiese descubierto en su hermana a un ser distinto del flemático y afable que yo conocía, mi madre estaba respondiendo al desafío con un frenesí que se iba desencadenando, zarandeando su delgado cuerpo cual espiga al viento.

De golpe y porrazo, aquellos movimientos convulsos pero hasta entonces estáticos de la dulce y comedida progenitora de mis días se transformaron en concertada, rítmica locomoción: Mercedes había salido al ruedo a bailar con mi tía y, con la fuerza de un torbellino, me arrastraba consigo. Aquello no podía ser, aquello, aquello... era imposible. ¿Cómo hacerme eso a mí, coño, olvidarse así de su hijo del alma?

Única canción conocida dedicada a los abicúes (no me gusta mucho, pero se agradece)



Hecho gritos, la halaba de vuelta en sí y hacia mí con todas mis fuerzas. En vano. Con ternura pero con fuerza, manos piadoras me asieron por la camisa, intentando separarnos. Ahí me dio la ferecía. Montado a mi vez por Oggún, mi orisha rebelde, me volví un remolino de coces y manotazos, mordía, arañaba soltaba pestes como una fierecilla acorralada.

Escupí a alguien, persona mayor y venerable, en pleno rostro cuando, como por encanto, sentí que una mano poderosa me alzaba en vilo de espaldas por encima del gentío, me viraba hacia el otro lado en el aire...
Enseguida un par de restallantes bofetadas en cruz me encendieron las mejillas.

Ya iba a escupir también al intruso cuando un súbito desmadejamiento se adueñó de mi pequeña anatomía engarrotada: era Félix Pomar, y sólo le faltaba el hacha rojiblanca de doble filo para ser Cabiosile, Changó, el orisha colérico de los truenos y relámpagos. No había nada que hacer: estaba frente al único varón
mortal facultado para apaciguar mi espíritu en tales circunstancias. A todas estas, mi madre seguía bailando a dúo con su hermana mayor, como si tal cosa...

Mi padre, que no es muy alto --vive todavía-- extendió a todo lo que daba su corto brazo de jaiba y, bogando por encima del pasudo cabecerío circunstante, me sacó del cuarto de los santos. Enseguida, desde la misma altura, me arrojó sin piedad debajo del mosquitero en el dormitorio. (Menos mal que el colchón, aunque no de resortes, era grueso y mullido.) A partir de ese instante, al redoblado oscuro rencor contra el culto yoruba, se sumó una incipiente malquerencia hacia Félix, encarnación de Changó, el también orisha de la prepotencia patriarcal.

Y entre esos dos armónicos sentimientos de vago rechazo, creo yo hoy en día, a medida que fueron haciéndose conscientes, me inmunizarían a largo plazo contra los dos grandes azotes de la razón ilustrada: las religiones, metafísicas y laicas (como los socialismos), y el patriarcado, base y fundamento de todos los despotismos. Tarde al día siguiente,
hipante todavía, me reconcilié con mi madre y mi tía, hija que era ella de Oshún, el orisha del cariño, la miel y el usagaré (dinero).

"¿Qué demonio te montó, abicusín, cabezón, espíritu de contradicción?", saludó la bella Santa por encima de un generoso escote que dejaba ver más de la mitad de unos senos recién entalcados, inquietos como peces. Con mil amores, mi madre me tomó en sus brazos.

Sonrientes cual dos hadas madrinas, habían venido juntas a despertarme y levantarme el órdago paterno --poco antes Félix tronante me había mandado de vuelta al mosquitero-- con un cartuchón de frutas y chucherías del altar que, según la segunda, por descuido había olvidado entregarme con el ajetreo de los preparativos del bembé.

Igual hice las paces con mi padre."¡A ver si te vuelves a atrever, so cabrón!", advirtióme, ceñudo y señalándome con el índice, al verme salir por la puerta del fondo, la de la cocina. Ya estaba otra vez dándose tragos en el patio con sus cúmbilas. Sólo que en su caso jamás olvidé la ofensa.

Mesa de Ifá en La Habana 2007 (I)



Mesa de Ifá en La Habana 2007 (II)

Tuve también la suerte de tener un tío guasón, complejista y guapo de cuchillada fácil, pero igual hombre de luces naturales. Cierta noche que se celebraba un ruidoso bembé (toque de santos) en casa de mis abuelos y llegaban representantes de las autoridades municipales, rezongó para que yo lo oyera: "Ya la negrada puede darse por bien servida: hasta la flor y nata de la más selecta blancura cardenense ha venido a besar respetuosamente el piso delante del altar mayor del barracón".

Creyente a su manera, mi tío no podía ver a los blancos ni en pintura y había considerado siempre un sacrilegio que, en vida, mi abuelo Cornelio les permitiera profanar con su presencia el sagrado ilé, tradición que, muy a su pesar, mantenía mi abuela Inocencia.

Por lo demás, a diferencia de ese millar de acicalados, circunspectos nichardos que se cuidan sistemáticamente de elaborar vaticinios anuales al gusto de la élite seudocomunista, a mi tío y sus siete hermanos, al igual que a mi padre y sus amigos, que a toda aquella desorbitada plebe multicolor (pululaban en el ilé de mi abuelo los "negros pintados de blanco que comen santo") adicta al bembé orgiástico, se habrían mordido la lengua antes que declararse apolíticos en público ni en privado.

La diferencia entre vivir de la sumisión al poder, apreciable en las declaraciones de los babalaos insulares encargados de descifrar la Letra del Año (ver vídeo en la entrada anterior), y la autonomía religiosa de sus colegas de Ifá en La Florida, consiste exactamente en la libertad que, en cambio, se toma al final el sacerdote mayor cubanoamericano Yindra Ayube Indago (el segundo en hablar, el negro) para hablar sin ambages del drama político en la Isla:

Letra del Año 2008 (Miami)



Ya oscuramente resentido contra la santería (de los bembés apenas me gustaban las comelatas de dulces, frutas y carnes variadas), y por extensión contra todo lo que oliese a religión, la católica incluida; confusamente sesgado a la izquierda por influjo de una parentela afiliada a la Central de Trabajadores de Cuba (encabeza por Jesús Menéndez, Lázaro Peña, Aracelio Iglesias, a quien por cierto debo mi segundo nombre de pila, y otros líderes negros) que votaba en su mayoría por partidos situados a ese lado del espectro político, era
yo el caldo de cultivo ideal para aquellas chanzas irreverentes del hermano mayor de Mercedes.

De modo que, a raíz del triunfo del ateísmo marxista en enero del 59, pasé sin esfuerzo a definirme como ateo. En realidad, no hace mucho que me percaté de que más bien soy agnóstico. Es decir, tengo mi metafísica particular, pero la administro por cuenta propia, a mi manera. En cuanto a los mitos afrocubanos y judeocristianos, lejos estoy de despreciarlos pero los considero tan sólo parte esencial de mi acerbo, de mi identidad cultural.

Ese tío mío curóme tambien contra la credulidad en las artes adivinatorias yoruba. Otro día en que, de repente, uno de los asistentes al bembé había entrado en teatral trance y, echando espumarajos por la boca, tartamudeaba a media lengua entre el lucumí y el español bozal de los antiguos esclavos el mensaje del orisha que lo había montado, me apartó a un lado y, con una expresión de fingido misterio: "¿Abicusín, tú entendiste lo que está diciendo el chapapote ese?"

Claro que yo no lo sabía, porque era un chama de 6 o 7 años y aún faltaban muchos años para que me graduara de traductor de cualquier idioma. Septimio, que así se llamaba mi difunto tío, se quitó el sempiterno sombrero, se rascó la tonsura natural en la cocorrotina, frunció el ceño y tradujo: "Quimbombó que resbala pa' la yuca secaaa!" Y ante mi perplejidad infantil, prieto y de bemba colorada como era, enseñó su doble hilera de dientes blanquísimos.

Todavía tuvo que explicarme en qué consistía la broma, pero por fin comprendí para siempre: el secreto del secreto era que no había ningún secreto. El esotérico telegrama del orisha transmitido por boca del médium era una soberana tomadura de pelo. Pues, bien, la Letra del Año de los mil babalaos privilegiados cubanos me trajo a la mente aquel sarcasmo sacrílego del irreverente hermano de mi madre.

De modo que muy bien podría haber algo de cierto en el gravísimo oráculo alternativo con que da comienzo este artículo. Y después de todo, si hay tanta gente capaz de tragarse sin rechistar los inverosímiles, cuasi surreales pronósticos del Consejo Cubano de Sacerdotes Mayores de Ifá, ¿por qué no habrían de creerme a mí, ¿ehhh...? En todo caso, al final del año en curso, si no antes, se verá de qué lado estaba la verdad. Vivir para ver... (Foto de al lado: máscara de Oyá.)

Atentamente,


El Abicú

Saturday 12 January 2008

CNN: Santeria Priests Forcast 2008

De babalaos sigilosos y éxodos caucasianos: ¿se van los blancos?

Por Jorge A. Pomar, Colonia

Los babalaos cubanos alegan no ser políticos. Menos mal. Es una ganancia. Ojalá que, como sus colegas de las iglesias de Cristo, sigan ese precepto también después de la era castrista.

A criterio sagrado de los sacerdotes de Ifá, la principal preocupación del año para los adeptos a la Regla de Ocha o Santería son los elementos desencadenados, al apocalipsis climático de Mr. Al Gore que supuestamente hará estragos en la Isla este año. Habrá más ciclones, tornados, trombas, penetraciones del mar, terremotos
, derrumbes... ¿No será esta alharaca con el mal tiempo un disimulado intento de disuadir a los aspirantes a balseros en 2008?

¡Lázaro, Víctor, por favor! Parafraseando un sabio refrán peninsular, los Liborios "de colores extraños" que no creen a pies juntillas en vuestros
acomodaticios Odus, os están gritando a voz en cuello: "¡Líbrennos del sátrapa, sus gendarmes y sicofantes, que de los arrebatos del clima nos libramos nosotros!"

¿Por qué, ya que tenéis diálogo con la Virgen de Regla a través de vuestras artes oraculares del Dologgún y es el orisha que gobierna el año, no implorarle amparo para los balseros, a fin de que les sirva de guía en su incierta travesía hacia el Norte, ayudándoles a eludir a la guardia costera de esta y la otra orilla para arribar con los pies secos a las playas de su loca esperanza? ¿No es Yemayá
reina de los mares, patrona de los marineros y, por ende, también de los balseros?



A lo que añade el Abicú respecto al manido consejo de no adueñarse de bienes ajenos, sobre todo de los de propiedad estatal: "En la Isla casi todo el mundo está obligado a robar para sobrevivir; sólo que cada cual lo hace desde su posición y los hijos de los orishas están fuera de la vidriera castrista".

Habría bastado con que advirtierais: "No robarás ni abusarás bajo ningún concepto de tus congéneres de raza y condición, so pena de incurrir en la maldición eterna de Ifá".

En cuanto a hurtos, robo con fuerza, estafa y malversación, siempre que sea al Estado y las joint-ventures y no haya violencia con derramamiento de sangre (los sopapos no cuentan), bien que podríais calcar de vuestros colégas católicos el invento más genial de la Iglesia de Pedro: el sacramento de la confesión.

Una vez que el creyente yoruba confiese haber cometido alguno de esos delitos veniales y haga catarsis, el babalao o la santera le exigiría un despojo con gallina prieta que, a fin de proteger el medio ambiente y reforzar la deficitaria canasta popular de productos cárnicos, no se arrojará en la bocacalle ni debajo de una palma del parque, sino que se deberá comer en familia.

De los cinco refranes del signo que dais, el primero, "Lo que el viento se llevó", contiene un error de tiempo gramatical. Lo correcto habría sido usar un futuro inminente: "Lo que el viento está al llevarse". O tal vez yerro y os habéis propuesto conscientemente dejar esa posible interpretación a los creyentes. En tal caso, el segundo, "Con la calma todo llega a la normalidad", se contradice meteorológicamente ("viento" choca con "calma") con el primero y el tercero, "Hojas del árbol caído juguetes del viento son", que podría ser una alusión a las cabezas de turco que sin falta van a rodar en breve, porque todo cambio de gobierno, añade el Abicú, se anuncia con chivos expiatorios.

El quinto, "Se puede oír, pero no mirar lo que sucede detrás de la pared", es un disparate semántico (de significado), habida cuenta de que por definición lo que está detrás de la pared no se puede ver, a menos que previamente se haya instalado una cámara de vídeo oculta en la habitación contigua. Dada la situación imperante, lo correcto habría sido lanzar un anatema contra las malas lenguas y los malos ojos, con énfasis expreso en la chivatería. El cuarto refrán, "Es preferible la muerte a la humillación", lo he dejado intencionalmente para el final, porque os viene como anillo al dedo a vosotros mismos los mil babalaos que habéis firmado ese falso Odu para 2008.

Yo, el Abicú, que estoy rayado en ambos brazos desde la infancia y que de chico retocé en sendos fambás en casa de mis abuelos maternos y paternos, puedo asegurarle al lector no iniciado en cultos afrocubanos, que el veredicto a la postre arroja las lecturas del Até o Tablero de Ifá tiende a coincidir punto por punto, o al menos a grandes rasgos, con el vaticinio previsto por el ibalosha ejecutante.

Tanto más cuando, como en el Odu o Letra del Año, intervienen en la predicción mil sacerdotes, porque entonces no hablan
sólo los orishas y los secretos deseos o conveniencias de los sacerdotes: habla la aritmética nada aleatoria (casual) sino emparejadora del promedio, que lima aristas indeseables o, bajo el régimen castrista, harto peligrosas para todos los involucrados.

Sigilosos, pues, vuestros vaticinios, demasiado a tono con la últimas ondas occidentales para ser creíbles. Por lo demás, advierte el Odu de que es tabú matar hormigas, de que hay que encamarse temprano para no meterse en líos y demás lugares comunes. A eso se le llama en Cuba hacerse el Congo-Me-Dispense, que entre nosotros equivale a hacerse el sueco.

El gran resto de la vida cotidiana en la Isla: el acoso policial preferencial, el apartheid turístico, el trabajo mal remunerado que no da para que el padre de familia honesto mantenga a la prole con el sudor de su frente, los productos racionados de la libreta de abastecimiento que no alcanzan ni atrás ni alante para alimentarse,
ha quedado escandalosamente fuera de sus cautelosos pronósticos.

Ídem tocante al hecho de que negros y mestizos (y blancos jíbaros) son una mayoría larga en las cárceles, de que están excluidos de hoteles y empresas dolarizadas, de que sus hijas se dedican cada vez más a jinetear, de que aumentan los precios y escasean los medicamentos, de que la educación ya no es ni la sombra de lo que fue, de que ellos mismos, los babalaos, predicen lo que predicen porque nadie puede decir en alta voz lo que uno piensa, etcétera, etcétera.

Comprensiblemente, faltó la pregunta clave en mente de todos los cubanos de ambas orillas: ¿Acaso ni Ifá sabe cuándo Ikú, la Muerte, le entregará al fin el alma del Innombrable --a quién el Odu tampoco se atreve a mencionar-- al reino tenebroso de Oyá, dueña de los cementerios y, por ende, también del Panteón de las Fuerzas Armadas? ¿Se irá primero el Hermanísimo? ¿Cuándo y, sobre todo, cómo acabará este angustioso compás de espera nacional al cabo de meda centuria? (Foto de al lado: Tablero de Ifá.)

Tanto remar en el bote de Ochún para naufragar material y espiritualmente de tan lastimosa forma. Escuchando a esos jerarcas yorubas de la capital, he comprendido al fin por qué en un documental de la TV alemana sobre religiones afrocubanas en Santiago de Cuba un anciano de la raza, medio desdentado y peor vestido, se ufanaba de que la municipalidad les había autorizado a refundar los antiguos cabildos de nación.

Disueltos o extinguidos a raíz de los decretos abolicionistas durante los últimos quince años de la colonia, esos concejos étnicos refundados son una entidad inconcebible, anacrónica bajo el socialismo. Pero hete aquí que, de repente, los cabildos vuelven a ser
instrumentales para la comunicación de la negrada con las cicateras autoridades castristas de la antigua capital oriental. Lo cual no es de extrañar, a juzgar por las imágenes de misería candonguera que llegan de la Ciudad Héroe.

Aquel desquiciado santiaguero en harapos consideraba ese enajenante salto atrás institucional como una "conquista de la Revolución".
Se cumple así aquel chiste de barracón sobre las razas antes y después de 1959. La diferencia consistía en que entonces los blancos estaban arriba, los mulatos en el medio y los negros abajo, mientras que ahora los negros están abajo, los mulatos siguen entreverados y los blancos arriba, pero todos más abajo que antaño.

Entre otras cosas, ya no va quedando duda alguna de que los orishas y sus sacerdotes no son lo bastante poderosos para apartar a sus protegidos de lo ajeno cuando agenciarse lo propio de uno con el sudor de su frente está fuera de alcance. Tampoco para librarlos del castigo, justo o injusto pero a menudo diferencial con respecto a los reos de raza blanca, sobre todo si no son de la misma extracción social.

No Lázaro, no Víctor, no jueguen con los santos como esas Mayeyas turísticas de la Plaza de la Catedral. Evidentemente, vuestros ekueles (cadenas de conchas), cauríes (caracoles), afochés (polvos mágicos), ebós (ofrendas), tambores, collares, despojos, rogaciones de cabeza, iniciaciones y otros ritos de conjuro, no surten efecto en los juzgados castristas. Aparte de que hacerse santo, iyabó, se ha puesto demasiado caro y en dólares o CUC (moneda convertible de circulación local).

Y dicho sea con todo respeto: no sigan arrastrandose ante el gobierno, por más que vuestros colegas caucasianos de la cristiandad no os den precisamente el ejemplo en ese orden de cosas. Sabido es que estáis en una coyuntura atípica, en la encrucijada difícil para los sacerdotes de Ifá en toda nuestra historia. Pero recordad aquello de que "el perro tiene cuatro patas y coge por un sólo camino". No se puede estar bien con Dios y con el Diablo. O se está con los fieles oprimidos y discriminados por negros y por pobres, o con el régimen más opresor y discriminador que ha regido el destino de la Isla desde los tiempos de Diego Velázquez hasta el Hernán Cortés actual.

Mucho me temo que estáis enrumbando vosotros también por los trillos de la baja nomenclatura, de la cultura de la pacotilla y el igualistarismo desigual. Sé que igual lo hacen los líderes católicos y protestantes, los de la UNEAC, la CTC, la ANAP y demás. Pero lo que hacéis, hermanos, está muy mal; no le sienta en particular a un sacerdote yoruba en tiempos de injusticia y miseria especialmente para sus fieles.

¿Fe y caridad, o lucro con la credulidad del creyente menesteroso? Es hora de definirse, de hacer causa común con la feligresía en desgracia. Me imagino que la inmaculada vestimenta, las prendas que lleváis encima ante las cámaras de CNN, cuestan ya casi tanto como el atuendo litúrgico de los curas.


A lo que el Abicú añade la circunstancia nada simbólica de que el conjunto de la población insular vive dentro de una especie de olla de presión a toda mecha cuya tapa se va hundiendo poco a poco. Incapaces de aunar fuerzas para levantar la tapa y escapar, la ralea de "nuestro pueblo" reacciona como aquellos durísimos chícharos soviéticos: golpeándose unos a otros cada vez con más rencor, maña y alevosía hasta hacerse boronilla.

En una situación tan extrema, tampoco es de extrañar que, aprovechando la nueva ley de inmigración aprobada por las Cortes españolas, unos tres millones de nietos de españoles ya hayan reclamado a la Embajada de España su derecho legal a emigrar a la Madrastra Patria o estén en estos momentos en la cola al final del Paseo el Prado para iniciar los trámites para pirarse, perderse del Morro.

Éxodo sin precendentes: se van en masa los blancos, dejando a sus compatriotas "de color" sin abuelos hispanos en una Cuba haitianizada. Desde luego, se agarran a un clavo ardiente, porque las promesas del presidente sociata José Luis Rodríguez Zapatero, siempre tan deslumbrantes como incumplibles, no son más que puros espejismos, cantos de sirenas.

Al final, de prolongarse indefinidamente la actual agonía del régimen, a la inmensa mayoría no les va a quedar otra que remar rumbo a la Florida en la rústica balsa de la Caridad del Cobre con sus negros rezando en el centro, a no ser que quieran verse pronto con la boca llena de hormigas. No por estar muertos, sino para matarse el hambre con esos diminutos insectos que hoy, siguiendo el consejo de un millar de babalaos, les está prohibido pisotear. (Foto: Oggún.)

El signo para 2008 no es, pues, ese falso Iguori Ogbe (debieron reformularlo gramaticalmente para que dijera: "Lo que el viento aún no se ha llevado") emitido en La Habana por el Consejo de Sacerdotes Mayores de Ifá, sino: Ogunda, "Discusión y tragedia", asociado fatalmente a Eyioco, "Lucha entre hermanos".
Gobierna Oggún, orisha de la rebeldía, rival de Changó, que encarna siempre al rey cruel y arrogante. Acompaña Oyá, reina del reparto Bocarriba.

Oshún, la Afrodita, la Astarté, la Hator, la Freya criolla, diosa del amor por el amor, de los placeres sensuales, de la miel y la dulzura, del placer y del usagaré (dinero), amante de juergas y aventuras, patrona de Cuba y de marineros y balseros, juega un papel determinante.

De hecho, será ella, la lúdica Oshún, quien quede como dueña absoluta de la plaza insular tan pronto caiga por los siglos de los siglos el
pesado telón de tedio existencial y muerte en vida del totalitarismo castrista.

Única manera de conjurar el maleficio bélico, de evitar que Ikú, la Parca, tome cartas en nuestros asuntos en castigo a medio siglo de delirio y falso orgullo, cobardía y doble moral (individual & colectiva), según el Abicú: cambio grande, radical, desde arriba para que se cumpla en 2009 el primer refrán de Iguori Ogbe, prevalezcan el sentido común, el perdón (que no el olvido) y la concordia, y podamos exclamar todos a una voz de una vez por todas: "Lo que el viento se llevó".

Bueno, tanto para descargar la leche cortada que le ha provocado a medianoche a este lego en la materia la visión de las imágenes que van a ver. Pinchen la flecha ahí abajo para poder captar en toda su extensión ese aspecto denigrante de la decadencia mental de los cubanos bajo la bota castrista. No siento vergüenza ajena porque hace rato que se me agotaron las últimas reservas:

La Letra del Año (2008)