Saturday 30 January 2010

Medalla de Oro de la ONU en Criodesastres Gringogénicos para nuestro Magno Paciente

Para nuestra simpar y simpática colega Isis Wirth: Divertimento invernal a propósito de su post “La nueva Jihad de Osama bin Laden...” en La Reina de la Noche

Por Jorge A. Pomar, Colonia

Así es, mayestática Isis: el genocida Osama bin Laden acaba de ingresar a la Ecumene de la Calentología. A título póstumo, según parece. "Dios los cría y San Al Gore (caricatura) los junta". Con tal de acallar un rato los chiflidos que le está arrancando a la pareja de monos abicueriles la inusitada gelidez de este crudo invierno colonés (favor de echarle un vistazo al segundo videoclip para hacerse una idea cabal del paisaje circundante) fuera de pronosis meteorológica, voy a soltarle las alas a la fantasía para imaginarnos a continuación cómo terminaría un certamen internacional sobre el controvertido tema geológico...

El Primer Premio de la Ardua Batalla de Ideas Contra el Cambio Climático habría que otorgárselo a George W. Bush, quien por cierto ahora mismo ha de estar desternillándose de la risa de puro maldeobama en su remoto rancho tejano mientras --sí, no me harto de repetirlo-- se calienta las botas de cowboy al pie de una estufa que funciona con biomasa. El segundo lugar correspondería a la
Black First Lady: se pone un vestido nuevo de paquete cada día. Con el consiguiente dispendio en consumo de combustible para textilerías y lavanderías...

Bin Laden: Éste es un mensaje al mundo entero sobre los responsables del cambio climático y sus repercusiones, ya sean intencionadas o sin intención, así como sobre las acciones que debemos adopta... a pesar de que la mayoría de ellos han firmado el Protocolo de Kioto y aceptaron limitar las emisiones de gases dañinos... Estoy seguro de que esa acción causará serias repercusiones y un gran impacto...

El último lugar en la ecoemulación individual entre vipes se lo ganaría de calle el Calentólogo en Jefe Al Gore. Sin discusión: consta en factura eléctrica que su mansión familiar consume 24 veces más energía que el hogar promedio de Estados Unidos. Sin contar las estelas de gas de invernadero dejadas en el azul celeste por su jet particular, las emisiones tóxicas de su flotilla de limusinas y sus ajetreos aéreos intercontinentales.



Mención de Honor en la categoría de Embustes Catastrofistas Jakeados para el recondenado chairman del mitomaníaco Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC) de Naciones Unidas:
con toda la tosudez acumulada bajo su lujoso turbante hindú, Mr. Rajendra Pachauri se niega a colgar el dhoti* por la bagatela de haber anunciado en falso el deshielo a corto plazo del Himalaya.

Finalmente, la codiciada Presea Dorada de la ONU en Criodesastres** Gringogénicos Surreales en Pleno Trópico habría que colgársela en el pecho, de mano besada, al Magno Paciente. A saber, por la muerte de la noche a la mañana por "hipotermia", dentro de los predios modélicos del mejor Hospital Psiquiátrico tropical, de 40 a 50 ciudadanos enloquecidos en medida nada despreciable por medio siglo de continuos dislates castristas.

Única prueba irrefutable de que se tenga noticia hasta la fecha sobre la fulminante mortandad del apocalíptico Calentamiento Climático algoreano. Y hablando de locos de remate, dentro de la mencionada modalidad competitiva, la presea de plata en la subcategoría de Ecotruculencias Dignas del Guinness nadie se la quitaría de la solapa colorada al bufonesco camarada Hugo Chávez Frías.

Sergio Delgado, "Los huracanes de laboratorio de EE.UU". Aporrea.org, 11-09-08: No es fantasía la tecnología HARRP existe, la aplica EEUU con otros países aliados. Me podrían decir ustedes, con razón que estos ciclones están dañando también a EEUU a su paso, es verdad, pero EEUU es una potencia y puede superar estos conflictos, estos desastres en su territorio, tiene la tecnología y los recursos. Después de los ciclones vendrán los terremotos para los otros países incómodos a la potencia imperial. Lo cierto es que todos estamos en peligro. EEUU controla el clima. Por eso las informaciones secretas que se han colado a la prensa mundial, que hablan de catástrofes globales, EEUU y países Europeos se preparan con sus bunkers para hacerle frente a estos fenómenos naturales. ¿de laboratorio?

El Gorila Rojo se lo merece con creces. Por sendas proezas históricas afines a cada cual más impresionante: (1) haber importado a la gasolinera del Nuevo Mundo nuestra originalísima fórmula binaria para el "Período Especial en Tiempos de Paz" de los apagones-alumbrones; (2) descollar entre los ilustres inquilinos del Ecomanicomio Global arriba galardonados gracias a su paranoica hipótesis de que el terremoto haitiano se debió a una serie de sacudidas telúricas desencadenadas por ensayos nucleares secretos de la US-Navy en el Caribe.

Nada nuevo, pues, bajo el sol bolivariano de Caracas.
Aunque tal vez sí en Wasnhington donde, lejos de mejorar la imagen supuestamente deteriorada de Estados Unidos, por lo visto las premuras, ineptitudes e improvisaciones del Mesías Negro parecen estar consiguiendo exactamente el efecto contrario:

Breaking News! New York Times: "The military flights, usually C-130s carrying Haitians with spinal cord injuries, burns and other serious wounds, ended on Wednesday after Gov. Charlie Crist of Florida formally asked the federal government to shoulder some of the cost of the care. The United States has suspended its medical evacuations of critically injured Haitian earthquake victims until a dispute over who will pay for their care is settled, military officials said Friday. Hospitals in Florida have treated more than 500 earthquake victims so far, the military said...".

Pero justo es reconocerlo: ni siquiera con semejantes arrebatos conspirológicos, usuales por demás en todo Occidente, el Gorila Rojo y su mediocre cohorte de loros periodistas hacen otra cosa que plagiar al descaro a nuestro genial Magno Paciente. Como recordará el lector, más de una vez desde el devastador Flora en 1962 Fidel Castro ha acusado urbe y orbe al Gran Satán de desviar huracanes de su ruta natural con el torvo propósito de hacerlos atravesar la Isla de Este a Oeste a fin de sabotear la envidiable obra de la Revolución Cubana.



Igual a su Hermanísimo Raúl le corresponde el singular mérito científico de estar descubriendo la utilidad práctica de experimentar a discreción con revolucionarios métodos de ingeniería social consistentes en la proliferación policiada de nuevas cepas virales benignas --léase, castristamente correctos-- potencialmente capaces de "salvar el socialismo y la Revolución" a beneficio de los niñatos con dos manos zurdas de la Alta Nomenclatura.

Honor a quienes honor merecen. Pero, de ser cierta esa creencia popular sobre la capacidad de algunos orates para prever el futuro, sospecho que el extraño, simultáneo mutis por el foro de ese medio centenar de infortunados inquilinos de Mazorra es un pésimo, siniestro augurio sobre lo que resta de humoradas macabras por sacar de la caja de Pandora virtual del presidente y sus Pinos Nuevos Digitalizados durante este recién estrenado "Año del Poste"...

Ave, Regina Lucis Tenebrarum Esxilii Nostrum, vivituri te salutant…***


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*Indumentaria masculina típica de Bengala.
** El sufijo "crio" significa algo así como congelación. La "criología" es el conjunto de ciencias y tecnologías que investigan o aplican temperaturas ínfimas.
***"Salve, Reina de la Luz de las Tinieblas de Nuestro Exilio, los que van a vivir te saludan". Se agradecen enmiendas morfosintácticas a este alarde de diletantismo lúdico de negro catedrático latinizado hecho por mi docto Alter Ego. Tarea idónea para el puntilloso, irascible Wammaco, el Ecologeta con Escupitiña.

Friday 29 January 2010

El fantasma de Bin Laden cita a Noam Chomsky

Plus cuando veamos arder las barbas de nuestros homólogos afganos...*

Por Jorge A. Pomar, Colonia

Según Ecodiario, que se hace eco de Al-Jazira, el ubicuo, espectral maestro de obras de los atentados del 11/9 contra las Torres Gemelas acaba de declarar desde paradero desconocido: "
Noam Chomsky tenía razón cuando comparó a las políticas de EEUU con las de la Mafia".

Tan inasequible a las promesas de entendimiento de Barack Hussein como el Magno Paciente, aprovechó la ocasión para pedir un boicot internacional contra el dólar que
"tendría fuertes repercusiones, pero ésa es la única manera de liberar a la humanidad". Descontando la maldita gracia que les hará dicha sugerencia a los acreedores de Pekín, que especulan con el grueso de la abultada deuda externa norteamericana, nada para escandalizarse en Occidente en esa cita del desaforado Chomsky --ese Eduardo Galeano gringo--, por parte del fantasma del fundador de Al Qaida.

No sólo ésa sino cada una de las brillantes ideas de Bin Laden, Fidel Castro, Hugo Chávez, Evo Morales, el Loco de Teherán, etc., son simples retroalimentaciones, plagios groseros de la vulgata sadomaso occidental desde los tiempos de Sartre, Marcuse, los filósofos neomarxistas de la Escuela de Fráncfort y las recholatas estudiantiles de mayo del 68.

De ahí que no sea precisamente un Bin Laden con camisa de fuerza quien comparezca ante el tribunal de la opinión pública internacional para rendir cuentas por aquella horrorosa masacre de Nueva York, sino Tony Blair por el delito aún mayor de haber secundado al Gran Villano de la Aldea Global en la imperdonable faena de derrocar y enviar al patíbulo a un santo de altar retroprogre cual Sadam Hussein, más conocido en vida por el epíteto de "Carnicero de Bagdad".

En cambio, a Alí "el Químico" se lo acaba de cargar
por idéntico procedimiento, sin tanta algarabía en esta Eurabia expiatoria de Oriana Falacci, el flamante Nobel de la Paz 2009. Juiciosamente, cosa rara en él, Obama no estimó humanitario ejercer sus potestades imperiales para conmutarle la pena a un reo de segunda categoría. Es la misma razón por la que, haciendo causa con común con el Magno Paciente y el Gorila Rojo contra la expresa voluntad mayoritaria de los electores nativos, Bruselas y Washington pusieron rodilla en tierra por la afrancesada casquivana Ingrid Betancourt en Colombia y el impresentable oligarca Manuel Celaya en Honduras. No pasa nada...



Visto el asunto a través de este prisma, fuerza es admitir el acierto del ingenioso guasón incógnito que hace poco echara a rodar por la Red de Redes aquel simpático montaje fotográfico de Bin Laden con el rostro de Gaspar Llamazares, antiguo becario de medicina en Cuba, ahijado político de Fidel Castro en Las Cortes y destronado Coordinador General de la felizmente --en parte gracias a la irresistible yetatura de Rodríguez Zapatero-- desguazada Izquierda Unida (IU). El primero no existiría sin el segundo. Igual que los bolcheviques jamás habrían triunfado en el Imperio Zarista sin la "enfermedad infantil del comunismo", como atinadamente bautizara Lenin a la ya inefable progresía europea de su época.

El único aporte original de la canalla tercermundista se reduce al plano de las segundas intenciones. A propósito, el nuevo plan de pacificación de Afganistán anunciado por el Mesías Negro –otro que no ha inventado ninguna de esas aguas tibias–, y aplaudido con delirio por la Unión Europea, consiste nada menos que en legitimar a los jefes talibanes, o sea, a los mismos cavernícolas islamofascistas que los ataques comando contra el gobierno y organizan los atentados suicidas contra mercados y mezquitas.

La nueva estrategia se dio a conocer en Washington sin previa consulta con el ninguneado presidente Karzai, a quien se han cuidado arrastrar por el piso urbe y orbe. Por supuesto, todo ello a expensas del pescuezo de quienes se lo han estado jugando a diario por la democracia y han sido hasta ahora los aliados incondicionales de Estados Unidos y Occidente.

Así las cosas, la suerte está echada: el mensaje de paz obamita es tan inequívoco que equivale a un proyecto de capitulación en regla. Tanto en la tierra de Memé el Halcón como en Irak e Irán, donde el Mesías de Paz de los Sepulcros --fue a por lana a Boston y salió trasquilado-- aún no se ha dignado condenar los asesinatos jurídicos de opositores pacíficos.

Por lo que atañe a la oposición cubana, viendo arder las barbas de nuestros homólogos afganos, conviene irnos preparando para lo peor. Tanto más cuanto que ahora mismo, dada la conjunción de circunstancias adversas para él, la Isla se perfila como el único as bajo la manga del Mesías Negro para anotarse al menos un triunfo nivelador en la arena geopolítica.

Noam Chomsky, Rebelión, 29-09-2009: ... En Estados Unidos casi nadie sabe del caso de los Cinco. He estado hablando de los Cinco en Boston, una ciudad muy culta e informada, y nadie sabía nada de este caso tremendo de violación de la Ley. En Estados Unidos no tenemos grupos activos que puedan levantar la voz para que la población conozca de estos crímenes cometidos en nombre de la Ley y de espalda a la justicia...

Los comerciantes quieren vender su mercancía a Cuba, y los estadounidenses quieren viajar a Cuba. Sin embargo, hay una normativa en asuntos internacionales nueva que está en juego, impidiendo la normalización de las relaciones, y es lo que yo llamo ‘la regla de la mafia’, que supone no tolerar la desobediencia bajo ningún concepto...


Un dato que parece apuntar en esa dirección es la entrevista que le acaba de hacer Orlando Luis Pardo a Yoani Sánchez: aboga por el levantamiento unilateral, sin contrapartida, del embargo financiero. No en balde, como gatica de María Ramos que tira la piedra y esconde la mano, la avispada titular de Generación Y lo llamaba calculadamente “bloqueo” en el controvertido cuestionario enviado al Despacho Oval de la Casa Blanca. ¿Nuevo capítulo de una serie performántica con desenlace previsible iniciada en la populosa esquina de G y 23 en el Vedado? [Caricatura de arriba: Chomsky visto con ojos más bien amables por el agudo caricaturista californiano Paul Linsley.]

Juraría que sí, porque ya sabemos por boca de la sagaz Miriam Celaya –decepciona pero no engaña– en respuesta al post laudatorio de su ingenuo, desprevenido Iván García que la docta Academia Blogger no sabe lo que significa “economía de mercado” ni comparte esa elemental meta antitotalitaria. Si a tamaña ignorancia se añade el concepto de libertad de expresión que se desprende de su regañina en el post "Fe de erratas", pues ya quedamos sabiendo a qué atenernos respecto al programa de esa gorjeante falange cibernética neogeneracional.


Yoani Sánchez, Allvoices: ...In just 12 months, Obama has done more to normalize relations with Cuba than any previous American president did over his entire term of office. We are not No. 1 on his agenda, but neither have we been totally forgotten. He lifted the restrictions on Cuban-Americans visiting the Island and sending remittances to their families, and he is now “threatening” to freely allow Americans to come to the Island as tourists...

With his smile and his youth, the American president is admired by many of my compatriots... Unfortunately, many people on this Island are waiting for a “biological solution,” which would come with the natural ends of the lives in those now holding power... In its nearly 50 years, the “blockade” has done nothing to limit the material arsenal of our authorities, not one of them has ceased to enjoy their privileges. An example is the issue of Internet access...

Aunque matice y envuelva primorosamente el mensaje nada subliminal en mil y un celofán de precauciones, el pequeño resto esencial que más que sobreentendido: bajo la diestra mano de ocultos ventrílocuos, los telegénicos, glamorosos, psicodélicos monigotes electrónicos de la Academia Blogger --y su vetusto entorno originario socialista democrático del siglo XXI-- juegan con el castrismo terminal un papel similar al de todos los Llamazares del Primer Mundo con los gobiernos y movimientos de extrema izquierda o islamofascistas.

En cualquier caso, conviene estar sobre aviso, agarrarse fuerte a la pared exiliar para no caerse de espaldas de puro asombro ante el espectacular striptease colectivo insinuado en la cartelera virtual del reparto Plaza de la Revolución.

Algo empieza a moverse extraño por estos días en La Habana, donde ahora mismo el compañero Aruca y una nutrida delegación de halalevas y meroliqueros de la Diáspora rinden esmerada pleitesía a las autoridades. No hace falta ser vidente para figurarse de antemano las escenas que nos reserva para este "Año del Poste"** el grotesco*** guiñol raulista...

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* Versión ampliada de un comentario abicueril al post de Zoé Valdés "Noam Chomsky citado por Ben Laden".
**Así bautizado por la vox populi porque el "cable" del dicharacho criollo ya "se lo comieron" en el 2009.
***¿Habrase visto en toda la historia de la Isla un percance realmaravilloso que lo sea más que la muerte de frío en un manicomio estatal de 26 locos que en el curso de una semana suman 40?

Wednesday 27 January 2010

Entre el progreso de los hijos de Sión en Palestina...

...y el retraso de los herederos de Toussaint y Martí en el Caribe

Por Jorge A. Pomar, Colonia

[Versión ampliada de un comentario abicueril al post "La respuesta 'desproporcionada' de Israel en Haití" en
La reina de la Noche, 24-01-2010.]

La respuesta del pequeñísimo país se ha revelado crucial, además del efectivo apoyo médico a las víctimas. Good job, Israel!, corean los haitianos, diciendo Shalom, la única palabra en hebreo que conocen... una over-reaction fuera de toda proporción respecto al tamaño de Israel, la lejanía con Haití y la riqueza del estado fundado en 1948. Saludo tanta "desproporción". Isis Wirth

La salación del pueblo de Moisés es la peor de todas: ser discriminado por europeos que se sienten superiores a nivel universal pero con móviles políticos, científico-técnicos, artístico-literarios y cristianos de sobra para padecer de complejo de inferioridad agudo hacia unos hebreos sobrevivientes del Holocausto que son hoy por hoy el único estado de derecho en Tierra Santa y sus alrededores.

Por si fuera poco, árabes y musulmanes en general, ahora mismo distantes años luz de Israel según todos los indicadores de desarrollo humano de la ONU, les deben el Corán vía Biblia. Amén de que, respecto al caso haitiano, vale recordar el detalle histórico de que en realidad fueron ellos quienes introdujeron la Trata de esclavos en el África Subsahariana y todavía hoy masacran negros en Sudán y Nigeria.

La causa fundamental de ese furibundo antisemitismo habría que atribuírsela, según Schopenhauer en el recomendable ensayo El arte de tener la razón a: "La vanidad innata [del ser humano], que tan susceptible se muestra en lo que respecta a nuestra capacidad intelectual...". Pensándolo bien, no sería del todo descabellado trazar un paralelo entre el fracaso haitiano y el éxito hebreo. Veamos...

La estirpe de Abrahán debió pagar cara la ocurrencia rabínica de autodesignarse "pueblo elegido de Dios". Peor aún, habiendo inventado el mito cristiano usurpado por la Roma Imperial, los hebreos pasaron a ser en su conjunto la encarnación de Judas Iscariote, o sea, el deicidio congénito a los ojos de cristianos y mahometanos, las dos grandes religiones monoteístas derivadas del Viejo Testamento.



Para más inri, expulsados en masa de todas partes y hacinados en sus guetos, sobrevivieron gracias al fanatismo religioso y a la práctica de la usura, la cábala, la alta cultura, la ciencia y otras artesanías viles prohibidas a los gentiles desde la caída de Roma hasta los albores de los tiempos modernos. Círculo vicioso que, sionismo y Holocausto de por medio, los judíos rompen con la fundación de Israel y, a la vez, una razonable separación entre los asuntos de la polis y la fe.

Por fin, en forma gradual pero inexorable, se despojan de una última celada histórica potencialmente fatal: el comunismo de guerra, que había asegurado la defensa inicial de su diminuto país frente al asedio mancomunado de los árabes. Enseguida, a fuerza de sacrificios inenarrables, logran consolidar un modesto estado del bienestar.

Más aún, conociéndole los remiendos utópicos al paño socialista eurooccidental y habiendo sufrido en carne propia los experimentos de ingeniería social en el extinto Bloque Soviético, se han vuelto sordos de cañón a esos estridentes, seductores cantos de sirena de la cofradía neoprogresista que tantas piernas de barro burgués aflojan en Occidente.

Para hacer corto nuestro al parecer extravagante cotejo con Haití, baste sugerir que, por un lado, la desgracia originaria de los herederos de Toussaint Louverture y Alexandre Pétion se asemeja a la de los hijos de Sión en el sentido de que, al día siguiente de haberse convertido en la primera colonia en conquistar a sangre y fuego su independencia, aquellos negros desarrapados pasaron a ser, en vez del ejemplo a seguir, una verdadera pesadilla histórica para el resto de América del Sur y, muy en especial, para Cuba.

Consecuencia inmediata: el resto del mundo les puso bajo hermética cuarentena civilizatoria por motivos de raza, en primer lugar, y de religión, en segundo lugar. Formidable castigo al que unos haitianos enclaustrados en su territorio, al igual que los judíos en sus guetos, reaccionaron para su mal con una huida no menos suicida y artificial a sus antiguas raíces africanas. O sea, al atraso tribal disfrazado de pompa bonapartista bajo la batuta realmaravillosa del emperador Henry Christophe (magistralmente pintado por el farsante Alejo Carpentier en El reino de este mundo).

A mediados del siglo XX, el país más pobre, violento y retrógrado de América recibiría el tiro de gracia posmoderno de la mano de Duvalier y la negritud en forma de una anacrónica, demagógica, fatídica entronización del vudú como culto oficial. Con lo cual, diferencias de desarrollo humano aparte, los caminos de Israel y Haití se bifurcan en la misma época por móviles de orden más bien intelectual.



A primera vista, parece un desatino comparar dos países con niveles civilizatorios tan diversos, pero tal vez el desnivel de partida no sea tan infranqueable si ponemos a un lado el prejuicio de que todos los judíos que poblaron el estado de Israel eran cultos e inteligentes. Nada más falso: junto a científicos y humanistas occidentales arribó a Palestina cualquier cantidad de indigentes del Norte de África y oleadas de bosquimanos rusos.

Gigantesca tarea de civilizar y alfabetizar a millones de adultos en la lengua y cultura oficiales en medio del desierto y las hostilidades. En modo alguno, una hazaña sociocultural inferior a la que haría falta para sacar del hambre y la ignorancia a unos 8 millones de haitianos. Además, cualquier criollo con dos dedos de frente (la mayoría no pasa de uno) que haya vivido a fondo un par de años en Estados Unidos y/o Europa Occidental --donde por cierto está el bruto que da al pecho-- llega sin falta a la conclusión de que entre inteligencia natural y desarrollo humano no existe ningún nexo obligatorio.

De ser así, en vez de seguir de largo rumbo a La Florida a riesgo de naufragar, a los millares de emigrantes haitianos que cada año bordean la costa norte de nuestra preferirían les daría igual recalar en nuestro cultísimo "paraíso socialista" para, como solían hacer hasta enero del 59, ganarse la vida en los cañaverales, donde no tenían rival con el machete en la mano.

Pero sucede justo lo contrario: la miseria planificada es tan agobiante y la represión tan ubicua en el Archipiélago Cubensis que a día de hoy son nuestros cultos balseros quienes, dado el caso, ni siquiera durante los terremotos tendrían a menos refugiarse en el paupérrimo Haití. ¿Por qué? Elemental, (1) porque de allá no hay que escapar para largarse y de acá sí; (2) porque allá a lo mejor te convierte en zombi por encargo el chamán del barrio y acá sin falta el brujo estatal; (3) porque allá imperan el vudú y el capitalismo salvaje y acá, el "socialismo realmente existente" y la Seguridad del Estado...

Fazit: Por importantes y loables que sean, las ayudas de emergencia a las víctimas del sismo no traerán el ansiado cambio a Haití. Como a los cubanos las regalías rusas y venezolanas en la obediencia al castrismo y la resignación metafísica, lo más probable es que contribuyan a remachar más a sus beneficiarios en el hábito de la dependencia, la corruptela y la superchería.

A igual que nosotros y el casi toda Sudamérica, que padece del mismo síndrome de arrogancia y victimismo historicista, jamás saldrán del subdesarrollo antes de desintoxicarse ideológicamente, de desinteriorizar nuestros complejos coloniales de inferioridad-superioridad de antaño, reforzados hogaño por los infundios multicuturalistas importados de Europa y Estados Unidos por estudiantes e intelectuales de izquierda.

Trátase más bien de una cuestión de sistema y mentalidad, de un mínimo (el listón occidental tampoco es muy alto que digamos) de decencia ciudadana, racionalización del capital humano, cambio de hábitos, constancia en el empeño y voluntad de superación colectiva. En suma, de copiar el mejor ejemplo y no el peor, que es lo que hemos estado haciendo desde la era de la descolonización hasta el sol de hoy. Al efecto, el requisito-sin-el-cual-no universal sería, como lúcidamente sugiriera el filósofo español Ortega y Gasset, el surgimiento de una "élite egregia", o sea, de unas clases vivas con conciencia de sí, amor a la plebe nativa tal como es y visión de futuro. Inmune al contagio con el detrito académico occidental, añade mi Alter Ego.



Poco o nada tiene que el asunto ver con diferencias de genoma humano ni mucho menos con el farisaico alarde de altruismo que viene escenificando en Haití la comunidad internacional con el interesado Barack Hussein a la cabeza. Sirva como argumento gráfico ese elocuente fotograma con la niña chapoteando en un muladar: laboriosos como nos consta son los haitianos (entre nosotros nunca hubo” negritos del batey” del país vecino), ¿qué trabajo les costaría a los zánganos del vecindario recoger la basura y echar mano de un par de picos y palas para cavar una zanja de desagüe en el camino por donde forzosamente han de transitar a diario?

La triste escena trae a la memoria aquellas secuencias fílmicas con millares de afroamericanos, ciudadanos de la sociedad de consumo más opulenta del Primer Mundo, saqueando tiendas en Nueva Orleans mientras muy cerca del Downtown se ahogaban las víctimas del Katrina. A todas luces, el móvil del crimen --y de la indiferencia a la suerte del prójimo-- dista largo trecho de ser reductible a la mera lucha por la supervivencia en condiciones infrahumanas.

No en balde frente a nuestros edificios prefabricados de Alamar, construidos sin aceras, para algo muy similar. "El pez --reza un proverbio chino-- empieza a podrirse por la cabeza". Es el caso de la brillante pero nociva pléyade de intelectuales haitianos deformados en Francia y Europa propenso a todas las heterodoxias tercermundistas del siglo XX. Y el de la nuestra, ídem con la añadidura del plagio mimético a las generaciones literarias del 98 (revanchista) y el 27 (marxista) en España.

Modernamente, los haitianos han sido remachados en el oscurantismo por, entre otros, el poeta negrista Aimé Césaire, sus colegas René Depestre (huésped asiduo en la Casa de las Américas durante décadas hasta que se percató del equívoco) y el inefable Jacques Roumain*.
Sin olvidar, desde luego, al más perseverante, fantasioso e influyente de todos ellos: el ensayista sartreano-freudiano-marxista-estructuralista Frantz Fanon, epítome del eclecticismo teórico antillano.

Todos ellos y sus incontables epígonos depositarios de cuantos desvaríos multiculturalistas y neomarxistas brotaron en la Europa de posguerra. A nuestra vez, es asunto de vida o muerte acabar de desacralizar a José Martí por una razón igual de simple: llevado hasta sus últimas consecuencias, su legado testamentario nos impone la infelicidad como norma de vida mientras exista el poderoso "Norte revuelto y brutal que nos desprecia". [Cuadro: Martí y su pueblo, según el caricaturista Antonio Prohías.]

Vale decir, un grotesco, tragicómico y eterno conflicto de David contra Goliat que halaga nuestro ego chauvinista, pero cuyos corolarios ineludibles serían una fanfarronería retórica al estilo castrista y el comunismo de guerra perpetuos. No en balde
los cubanos aún nos asfixiamos bajo el peso aplastante de la megalomanía sacrificial martiana. Repitan lo que repitan por enésima vez los hagiógrafos escolásticos del "Apóstol" de la intransigencia este 28 de enero, efemérides número 157 de su natalicio.

Por mucho que vuelvan a desgañitarse insistiendo en los presuntos rasgos identitarios de la Cubanidad, lo cierto es que a día de hoy la inmensa mayoría más uno de los aludidos ni siquiera se atreve, no ya a oponerse abiertamente al régimen aunque sea de boca para fuera, sino ni tan siquiera a identificarse con nombre y apellidos en los foros subversivos.

Contradicción que grita al cielo: si Martí resucitara, se le hincharían las manos "echando por tierra" a hijos filisteos "de un revés", como el padre levitado de Versos sencillos. Por lo demás, si algo demuestra a las claras el caso criollo es la falsedad de toda falsedad del axioma martiano "Ser cultos para ser libres": cultos en el sentido cuantitativo del concepto puede que nos lo creamos más que nunca antes, pero eso no quita que seamos mucho menos libres que los haitianos en los tiempos de Papa y Baby Doc. Aunque, moralista romántico como era por temperamento y convicción, no cabe la menor duda respecto a que el poeta de "Yugo y estrella" debió de haber incluido
en la receta conductual un fuerte ingrediente ético que su autotitulado Discípulo en Jefe olvidó adrede.

Y junto con él --por pura cobardía, impotencia, conveniencia y/o contubernio con la tiranía--, la casi totalidad de las miriadas de hagiógrafos e idólatras del "Santo de América". Volviendo a nuestros judíos ya nunca más "errantes" en Israel, pero aún acosados en Eurabia. Por lo mucho que nos atañe en materia de desastres antropogénicos de matriz intelectual, tampoco es de olvidar que en el 59 el gobierno israelí, entusiasmado por el triunfo revolucionario, propuso al Gobierno Revolucionario enviar agrónomos para transferir a la Isla el exitoso modelo de los kibutz (cooperativas) hebreos en pleno desierto.

Oferta que, por desgracia, fue estultamente desechada en favor de ruinosos modelos maobolcheviques. Al borde del apocalipsis castrista --recién presagiado por un signo tan inequívocamente siniestro como el deceso simultáneo a causa de la hipotermia de unos 40 pacientes del Hospital Siquiátrico Nacional--, ¿cómo no cogerles aún más ojeriza a los hijos de Sión y aliarse hasta con el Orate de Teherán con la torva esperanza de ver el mal ejemplo judío al fin borrado de la faz de la Tierra?

He ahí, a buen seguro, la pista caliente, la punta del hilo rojo para descifrar la razón de ser antisemita de la rocambolesca patraña en curso entre el Palacio de la Revolución y la Casa Blanca alrededor del extraño espía de la CIA pillado en flagrante mientras cumplía la misión de proveer de equipos de computación a lo que queda de la otrora próspera colonia judía en la Isla? Es un argumento con garantías parroquiales a largo plazo entre gentes de confesión cristiana. Poco importa que los rayos y centellas del Magno Paciente hayan obrado el milagro de obligarnos a escoger entre seguir haciendo vida de zombies de la Isla o transfigurarnos en los judíos errantes del Caribe...


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OFENSA Y CAUSA*

--¡Asqueroso judío! --le espeta un señor francés a otro que acaba de darle jaque mate por enésima vez consecutiva en un café de París.

--¡Eh...? Si yo ni siquiera soy judío... --se asombra el ofendido.

--Mereces serlo por pisotear mi orgullo de esa manera --insiste el ofensor.

--Bueno, pero ¿por qué detestas tanto a los hebreos?

--Porque son los más inteligentes, los más ricos, los más cultivados, los mejores profetas, filósofos, científicos, psicólogos, banqueros, estrategas, mártires, sibaritas: Jehová, Moisés, Salomón, David, Cristo, Marx, Trotski, Freud, Dreyfus, Arendt, Einstein, Curie, Heine, Mann, Zweig (Stefan), Kafka, Schönberg, Gerschwinn, Mendelssohn, Chagall, Kokoshka, Dayan, Fugger, Rotschild, Rockefeller, Fisher... [Cuadro, El judío errante, Samuel Hirszenberg (1865-1908), Museo de Israel, Jerusalén.]

--Para colmo sobrevivieron al Holocausto, hicieron crecer naranjas, lechugas y hasta aguacates en pleno desierto, echaron a los palestinos de Jerusalén, corretearon a los árabes hasta el canal de Suez. Y lo peor: poseen un sinfín de ojivas nucleares con las que en el momento menos pensado quizás se vengarían de nosotros los europeos haciéndonos talco...

--¿Y qué me dices, ay... --suspira el ofensor-- de esas trigueñas judías con pecas en las tetas? Un abuso, puro favoritismo divino. ¡Joder, todo eso deja estupefacto, enerva, da rabia, ganas de completar la tarea inconclusa de Hitler y barrerlos de la faz de la tierra de una vez por todas! Por eso cuando grito "¡Abajo los judíos!" lo hago humanitariamente por el bien de ellos: cuanto más bajo caigan, tanto menos llamarán la atención. ¿Vale?

--¡Vale!

Moraleja asociativa: algo muy similar ocurre con los negros: cuanto más pintorescos y mono-ve-mono-hace, tanto más graciosos y tolerados; cuanto más inteligentes, cultos y orgullosos, tanto menos tolerados y disimulable la fobia racista que suscitan por el mero hecho de existir. Algo similar ocurre con los cubanoamericanos: en Occidente se les odia tanto como se dice amar a sus paisanos de la Isla. Por la sencilla razón de que en Miami no se puede comprar la gratitud y el aprecio de nadie regalándole una pastilla de jabón para bañarse...

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*...áfrica he guardado tu recuerdo áfrica / estás en mí como la astilla en la herida / como un fetiche tutelar en medio de la aldea / Haz de mí la piedra de tu honda / de mi boca los labios de tu llaga / de mis rodillas las columnas rotas de tu humillación / Sin embargo no quiero ser más que de vuestra raza / obreros campesinos de todos los países... / obrero blanco de Detroit peón negro de Alabama / pueblo innumerable de las galeras capitalistas / el destino nos yergue hombro con hombro / y renegando del antiguo maleficio de los tabúes de la sangre / pisamos los escombros de nuestras soledades

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Adaptación libre de un chiste original del humorista francés Wolinski en su hilarante antología La morale, @ Le cherhe midi éditeur, 1992.

Dos épocas y dos formas de luchar

A vueltas con las comparaciones de Gloria Amaya con Mariana Grajales

Por Esperanza E. Serrano, Florida*


Claro que capté el mensaje de tu post. Has hecho una valoracion muy justa sobre Gloria Amaya, la mujer, la madre, el ser humano… Entre Mariana Grajales y Gloria Amaya hay diferencias, como bien has señalado.

Coincidimos en eso de no sobredimensionar los valores humanos, de no convertir en piedras aladas, en seres sobrenaturales, divinos, ni mucho menos desnaturalizados, a aquellos que, con sus virtudes y defectos, han dado lo mejor de sí por el bien de la patria. [Foto de Baracutey Cubano: Gloria Amaya en familia. A su derecha, el opositor Ricardo Cabreras.]


Creo que quienes han endiosado a Martí, no lo han entendido como el hombre que fue ni han captado la esencia de su pensamiento ni la tragedia interna que lo llevó a la muerte... Los que han endiosado a Fidel Castro no han comprendido jamás la naturaleza de ese ser perverso, criado con leche de culebras, lleno de odios y de maldad. Quienes repiten hasta la saciedad el mito sobre Mariana Grajales enviando a una muerte segura a sus hijos, no la han comprendido sus motivaciones ni la favorecen, como madre, como mujer, ni como ser humano.

Mariana fue una gran patriota madre de titanes, con ellos se lanzó a la manigua y con ellos luchó por la libertad de Cuba. Quizás la comparación que muchos han hecho entre Mariana y Gloria se deba a que ambas estuvieron cerca de sus hijos apoyándolos en todo momento e incluso participando con ellos en la lucha. Pero es muy buena la aclaración que hiciste. Son dos épocas y dos formas de luchar diferentes. [Foto de abajo: Esperanza E. Serrano.]

Respuesta del Abicú: El inmenso mérito de Gloria Amaya consiste en haberse comportado como una ciudadana normal con vergüenza en la cara en medio de las relajadas mascaritas del actual carnaval criollo.

Incluso, yendo más lejos hasta el borde la tabla, podríamos atrevernos a afirmar sin temor a equivocarnos que ni siquiera Fidel Castro habría llegado a ser el ogro fuera de serie que conocemos sin el concurso coral de tantos aprendices de brujo progresista, por un lado, y la irresponsabilidad de unas mal llamadas "clases vivas" republicanas sin conciencia de serlo.

Prueba de ello es el dato fácilmente verificable de que hasta mediados del 58 suscitaba escasa idolatría entre los cubanos de a pie. En buena medida, fue un genio del mal fabricado adrede contra el Batistato a partir del traicionero asalto al Cuartel Moncada --a la sazón objeto de repulsa general en toda la Isla-- el 26 de julio del 53 por la prensa burguesa y los partidos auténtico y ortodoxo.

Una vez derrocado el dictador, teniendo la dorada oportunidad de hacerlo (una semana de plazo entre la fuga de Batista la Nochevieja del 59 y la llegada triunfal de Fidel a La Habana el 8 de enero), no sólo no quisieron volver a meterlo en la botella sino que le sirvieron lacayunamente el poder en bandeja de plata. Cuando por fin se percataron del fatal error de cálculo, ya era demasiado tarde: sin sospecharlo, habían sido puestos fuera de juego junto con el aborrecido dictador, garante del statu quo anterior...

A menudo se tropieza uno por doquier en cualquier taberna occidental con
especímenes rabiosos de similar calaña que, sin embargo, son unos solemnes desconocidos por mera falta de caldo de cultivo idóneo. A modo de comparación, el meteórico ascenso al poder de Hitler a la Cancillería Imperial igual habría podido ser evitado a tiempo. Pero, haciendo caso omiso de las turbulencias de la época, la clase política federal optó por castigarlo a vivir a cuerpo de rey encerrado en un palacio.

De no haberse procedido de esa manera suicida, el Führer jamás habría pasado de ser un pintor de cuadros más (pasablemente buenos como prueba de ingreso a la academia, digan lo que digan los críticos prejuiciados). Y nuestro Magno Paciente, abogado picapleitos bastante bien dotado para el oficio predilecto de los sofistas, ídem. Y en cuanto a su carrera política bajo la República, a todo reventar, quizás un diputado populista más en el Capitolio.

Sin embargo, en ambos casos el antídoto contra sus rabias habría consistido en tratarles judicial y penalmente como lo que en realidad eran: flautistas de Hamelin, psicópatas con delirios mesiánicos. En cambio, similares imaginarios nacionales y pretextos coyunturales (derrota en la Primera Guerra Mundial y crack del 29 en Alemania; bochinche auténtico-ortodoxo seguido de golpe de estado en Cuba) facilitaron a los dos un meteórico ascenso al poder total vía endiosamiento mediático. Empleando un símil: lo que hacemos en el barrio depende más de lo que los vecinos nos dejen hacer que de lo que seamos capaces…

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"Titular del blog Misceláneas-cubano-americanas. Extracto de comentarios de la autora al post "Gloria Amaya, ejemplo que debería hacer escuela", recién publicado en este blog. Esperanza misma es ya un ejemplo a seguir por el mero hecho de exponerse a dar su nombres y apellidos, a airear su rechazo al régimen urbe y orbe en el exilio, premisa cívica primordial para articular cualquier oposición digna de reconocimiento y respeto foráneos.

Friday 22 January 2010

Un poco más de respeto por la vida y obra del Magno Paciente

Glosas abicueriles a "Lo que el diario Granma olvida” / Post de Sergio Ramos en Cubaencuentro, 17-01-2010

Por Jorge A. Pomar, Colonia

Ramos: Ninguna dictadura es buena. Ni de derecha ni de izquierda. Ni laica ni teocrática. Ni del proletariado ni de la oligarquía. Se sabe que el poder corrompe, por eso es droga que hay que otorgar diluida, contrapesada y por tiempo limitado.

Abicú: Cierto, Ramos, pero difieren tanto entre sí que las de derecha --ni por asomo el caso del Batistato, régimen de corte socialdemócrata tolerante con los comunistasse encarnan en los subversivos violentos. Amén de que, por regla general, distan largo tramo de afectar la vida cotidiana del individuo.

Si gobernase el perfil aindiado del dictador nacido en Banes, en vez del grecolatino del oriundo de Birán, con toda probabilidad el Abicú y su Alter estarían ahora mismo sorbiendo sabroso batido de mamey en un cafetín de la Habana Vieja en la grata compañía de un par de sicarios o, en su defecto, redactando sin desasosiego un post contra el general a la vista del Palacio Presidencial (en este "jodido mundo" hay que escoger el mal menor con criterio práctico y, sobre todo, huir de las promesas utópicas igual que del cólera o la lepra). Como
solía hacer Blas Roca Calderío, a la sazón Secretario General del Partido Socialista Popular, PSP, vecino y amigo personal del "siniestro" Fulgencio Batista y Zaldívar.

Excepto las fascistas clásicas --cosa que igual distaron distaron mucho de ser las de Franco y Pinochet--, los regímenes autoritarios de signo capitalista nunca suprimen del todo ni a título permanente las libertades civiles y jurídicas, especialmente el Habeas Corpus (salvó la vida al autor material del asalto al Moncada y, de paso, jodió las de varias generaciones al hilo) el derecho de circulación interna y externa. Amén de fomentar propiedad privada y libre empresa dentro de los cánones corporativistas.

En cambio, las de izquierda, que suelen ser más longevas, son invariablemente totalitarias, o sea, cancelan todo esos derechos y muchos más a título constitucional. No era lo mismo vivir en la URSS de Stalin que en la Jruchov o Brezhnev. En el Vietnam del viejo Ho Chi Minh que en el de Nyguyen Minh Triet. Mucho menos en la China del "viejo chocho" Mao Tse Tung --de donde huyen despavoridos menos "narras" que cubinches de la Isla-- que en la de Deng Xiaoping y sus epígonos. [Foto de abajo: Fulgencio Batista y Zaldívar, Banes 1901-Marbella 1973.]

Incluso, poco después de la construcción del Muro de Berlín bajo la batuta del estaliniano secretario general del SED, al ser interrogados en el lado occidental A sobre sus móviles para asilarse en la revanchista RFA, consta en acta que los tránsfugas de la RDA solían recalcar con una frase tajante las notables diferencias existenciales entre su vida cotidiana bajo Hitler y Ulbricht: Kein Vergleich! (“¡No hay comparación!).

Y eso porque los hitlerianos, genocidas maniático-compulsivos con su propio programa Nacional Socialista Obrero Alemán (nazi), fueron de todo menos chabacanos en materia económica y mezquinos con sus propias "bestias rubias" (arios) en el plano económico. Para ceñirnos al caso criollo, que es el que el autor tiene en mente, basta leer, por ejemplo, “Cuba. Un recuento más”, elocuente artículo publicado por la exiliada de ambas dictaduras criollas Margarita Nogueras en Hispanicla.com. A continuación, cito un párrafo:

No olvidaré cuando fui llamada al primer piso del Palacio Presidencial en 1951 por un contacto de mi familia que le enseñó al General Batista [foto de arriba] un artículo que escribí : “Playas cubanas”, en donde yo denunciaba varias cosas de ese gobierno dictatorial. De acuerdo con lo que me contaron, a él le hizo mucha gracia que una chica tan joven escribiera con tanto entusiasmo. Me ofrecieron trabajar para ellos y me llamaron para tomar un examen. Asistí impulsada por esta curiosidad que no me ha abandonado nunca. Me examinaron en el lujosísimo piso con puertas blindadas. Pasé el examen, pero pobre como era, no acepté tal empleo”.


Ramos: El artículo en cuestión se basa en los crímenes del dictador Fulgencio Batista y hace un recuento de los muertos y esbirros de aquella triste dictadura que sirvió de pretexto a la actual…

Abicú: Kein Vergleich! Ya lo garabateaba a escondidas en las paredes el obstinado Liborio en el más célebre de los grafiti contrarrevolucionario: “Preferimos a Batista con sangre a Fidel con hambre”. Además de que no se sabe de Pánfilos clamando por “jama” antes del 59, los muertos del bando revolucionario durante los siete años de próspera dictablanda batistiana --que no fueron los 20 000 de las estadísticas oficiales sino, exactamente, 1 816 del total comprobado ascendente a 2741-- no eran precisamente disidentes perseguidos por opinar a secas sino por atacar cuarteles y palacios fortificados, poner bombas a diestra y siniestra y “ajusticiar” a civiles indefensos. O sea, a desertores, chivatos y esbirros que, hoy lo sabemos, defendían la libertad perdida a manos de los libertadores del "llano y la montaña”.



Ramos: Al igual que no podemos olvidar a José Antonio Echeverría y Frank País, tampoco puede borrarse de la memoria a Pedro Luis Boitel, César Páez y mucho menos los genocidios, como el hundimiento del remolcador "13 de Marzo" o la masacre de Río Canímar, en 1980.

Abicú: Por desgracia, el equívoco violento del líder de la FEU y el primer jefe de la clandestinidad del M-26-7 en Santiago de Cuba se lo disputan a porfía ambos bandos en pugna. Pero el destino trágico de Pedro Luis Boitel (lamento ignorar quién fue Páez, pero prometo averiguarlo), dejado morir en inútil huelga de hambre presidiaria por sus ex compañeros de causa en el poder, es la prueba más fehaciente de la funesta irresponsabilidad juvenil de Frank y José Antonio. Por lo demás, sabido es que, aunque ambos firmaron “pacto con el Diablo”, no cortaban el bacalao entre el pescuezo y la cabeza como el jefe del asalto al Cuartel Moncada, al que intentaron en vano disputarle el liderazgo de la errática rebelión. [Cuadro:

En cuanto a las víctimas del remolcador, suponiendo que hubiesen querido perderse del Morro a toda costa bajo el Batistato, nadie les habría podido impedir pirarse en una lancha por, pongamos, el embarcadero de Cojímar o a bordo de un avión de línea de Panamerican. Todo ello sin temor a que el Estado se incautara previamente de sus viviendas, autos, títulos, cuentas bancarias y demás pertenencias. [Cuadro: Carga al machete durante las Guerras de Independencia.]

Ramos: Del mismo modo que existieron Weyler, Machado y Batista, que torturaron y asesinaron por pensar diferente…”.

Abicú: Falso, amigo mío. Está bueno ya de confundir: al margen de que en el mejor caso los revolucionarios supliciados desde el alzamiento mambí de La Demajagua en 1868 hasta el uno de enero de 1959 compartían idiosincrasia con sus verdugos, al extremo de --con la notable excepción del interludio del 33 al 40, gracias a la mano de hierro de Batista y la mediación de los emisarios de Roosevelt-- representar un salto atrás, ninguno de esos tres déspotas mencionados por Usted mandaba torturar y asesinar a nadie “por pensar diferente”.

Gerardo Machado --“asno con garras” (muy liberales, por cierto) al decir del poeta estaliniano Rubén Martínez Villena, pero tan popular durante su apogeo que los Matamoros le dedicaron aquella solidaria tonada que canta: "Mala lengua, tú no sigas / hablando mal de Machado / que te llena la barriga / y te ha puesto aquí un mercado / y te llena la barriga…"-- corrió una suerte muy parecida a la de Batista. A manos de las veleidades de "nuestro pueblo", siempre casquivano como las doñas de la famosa ópera de Giuseppe Verdi. De ahí esa esquizofrénica amalgama de invocación al pacifismo a ultranza para el presente y culto al discurso maceico-martiano de "pluma y machete" de cara al pasado. Típica por excelencia de Cubaencuentro, el mal apuntalado portal digital para el que escribe nuestro equidistante autor.

Ramos: “Nadie niega la necesidad de reformas que el país requería entonces… y parece bien tener un pueblo educado y sano…”

Abicú: Una mentira monumental. Tergiversa a conciencia la realidad historia prerrevolucionaria. Que se sepa, hasta enero del 59 la lucha contra el Batistato se libró exclusivamente con el fin de restaurar la Constitución del 40, que en la práctica, salvo en lo concerniente a la usurpación de la primera legislatura de la República, nunca fue derogada del todo por los Estatutos de aquella dictablanda, a día de hoy todavía denigrada. Más bien de diente para fuera por la mayoría de los veteranos sobrevivientes en ambos bandos. Y sólo al objeto de exonerarse a sí mismos de cara al desastre nacional que ayudaron a crear.



Por lo atañe a salud y educación castristas, la segunda, casi sin personal docente a causa de la renuncia masiva de profesionales del ramo, está garantizada por la pericia y la buena fe de monitores, “maestros emergentes” y televisores chinos. La primera, poco más que un eslogan publicitario. Si no fuese suficiente con el deprimente espectáculo de unos hospitales en ruinas donde escasea el personal facultativo y la higiene brilla por su ausencia, ahí está aún,
urbe y orbe como un gigantesco signo de interrogación sobre la "Potencia Médica", la paradójica, surreal agonía colectiva de 26 (suponiendo que sea ésa la cifra real) pacientes en el emblemático Hospital Psiquiátrico Nacional.

Muertos dizque a causa de un síndrome de “hipotermia" (frialdad) infligido a los occisos, según se colige de buena fe, por efecto de una aguda falta de mantas, combinada con hambruna crónica y negligencia criminal continuada por parte del personal administrativo y asistencial. Sin añadir el trauma colectivo por haber perdido, a pesar de su enorme ventaja de arrancada en enero del 59, el Maratón Nacional de Chifladura con sus por entonces aún relativamente cuerdos rivales del otro lado de la cerca de Mazorra (antiguo nombre popular del manicomio, aún en uso).

Eso en una Isla tropical con medio siglo de paraíso experimental socialista a cuestas cuyos moradores, a juzgar por la fantasía del calentólogo mayor Al Gore y de nuestro Yacente Ecologista en Jefe, deberían estar asándose en su propia salsa durante un invierno criollo que jamás ha existido. Hum… demasiados difuntos a la vez.

Puesto que las autoridades sanitarias jamás le sacarían de dudas, vaya el lector en persona a saber si no habrán sido víctimas de algún revolucionario experimento a base de psicofármacos o tecnología electrónica de punta made in Cuba. A lo mejor, murieron de botulismo (intoxicación con cárnicos infectos) con, por ejemplo, sobras de nuestro sabroso “picadillo de soya texturizado”. [Cuadro: Casa de locos, Francisco Goya, óleo sobre tabla, 1812-19, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid.]

Descarto cualquier epidemia letal, dada la circunstancia de que no se reportan bajas entre el personal de plantilla. Y no por ser el remate menos importante: cualquiera haya sido el desempeño real de la Segunda República, donde me consta que la atención médica y magisterial eran mayormente gratuitas para la plebe de a pie, a la hora de cotejar pasado y presente de esos dos rubros ministeriales se debe tener en cuenta que median más de 50 años entre ambos, así como el dato arqueológico de que el segundo se construyo sobre la base del primero. No al revés...

Ramos: “Tampoco dice nada sobre la ineficiencia congénita de un sistema que desmotiva la productividad del trabajador. Lejos de abrirle vías de prosperidad y bienestar, lo hunde en la miseria y lo obliga a resignarse con un salario miserable…”

Abicú: ¡Bingo! Gran verdad de Perogrullo que podría tener su principal razón de ser en el enorme déficit de economía de mercado capitalista. Vale decir, de neoliberalismo gerencial puro y duro, según le diagnosticara al Reino del Medio el camarada Deng Xiaoping, ese médico chino del “socialismo realmente existente”. Por lo demás, desengáñese y tenga en cuenta el siguiente, genial aporte teórico del Abicú.

Junto a la “plusvalía capitalista”, inhrente al modelo socioeconómico bosquejado por Karl Marx en el siglo XIX --y llevado hasta sus últimas consecuencias por el Magno Paciente-- elimina de cuajo el “salario miserable” y los sindicatos.

De hecho, lo reemplaza con un sueldo estatal equitativo que, felizmente en el Archipiélago Cubensis, alcanza y sobra para sacar el patético rancho mensual de la cartilla de racionamiento desde hace 50 y pico de años. [Foto de al lado: Una de las tiendas de morires "normados" durante los albores del, según la vox populi, "Año del Poste" (el "cable" del dicharacho se lo jamaron completo en el 2009) ahora mismo en La Habana.]

De ñapa sendas contribuciones teóricas originales de mi Alter Ego a la teoría económica turbocapitalista y a las estancadas reformas del Hermanísimo: (1) “Para que alcance, tiene que sobrar”. De ahí el éxito occidental de las injustas, oprobiosas, mefistofélicas sociedades de consumo occidentales y la pasión de nuestras tránsfugas y balseros por sus abarrotados supermercados y tiendas por departamentos.

Ramos: Mientras el discurso reivindicaba la soberanía nacional, el país se entregó a los dictámenes de la URSS, y el pago en vidas de jóvenes cubanos, muertos en guerras ajenas y lejanas. Ahora el régimen reverencia al otro régimen, el de Hugo Chávez. Una declinación de la soberanía que sólo tiene un nombre: traición a la Patria.

Abicú: Aquí tampoco anda el autor menos errado, con y sin hache: nuestro Reflexivo Patriarca Vitalicio jamás ha delegado en ninguna potencia extranjera el ejercicio omnímodo de la “soberanía nacional” omnímoda sobre su plantación insular. No iba a donársela, por puro amor a los ilusos “bolos” (rusos en la jerga popular de la época) después de, más que traicionar (jugaban en la misma novena zurda), embaucar a unos cuantos aprendices de brujo político ansiosos por ser sodomizados a fin de conquistar la Perla de las Antillas para sí, su clan biránico y sus secuaces más contumaces de la Sierra Maestra.

Ahora bien, de principio a fin ese excéntrico matrimonio de conveniencia con Moscú --contraído por iniciativa unilateral suya por mediación de la doctrinaria, arribista e incauta elite del Partido Socialista Popular, para asombro y regocijo de la contraparte soviética-- nunca fue mutuamente ventajoso: el astuto gigoló criollo siempre llevó la mejor parte, material y espiritualmente. De calle...

En Sudamérica hizo y deshizo a su antojo, puso y quitó gobiernos. Salvo en Bolivia, reñida partida de ajedrez donde se esforzó bastante pero al final sacrificó al energúmeno rioplatense de la "estrella que ilumina y mata" en la frente. A saber, a diferencia de Fidel, pragmático, jesuita y maquiavélico como para él solo, el Ché era un lunático capaz de creerse sus propias fábulas hasta cuando no le cuadraban ni atrás ni alante.

Otro engorro, muerto en su ley manicomial, que le granjeó a la Revolución preciosas lealtades subcontinentales para luego hacer mutis por el foro en el sitio y momento adecuados. A la postre la historia le ha dado el espaldarazo al Quijote caribeño: sin necesidad de tirar un chícharo, Bolivia es hoy por hoy un cutre satélite de Cuba. ¿Quién lo duda? Igual de obvia la circunstancia de que el Palacio de la Revolución manda a su antojo en el Palacio de Miraflores y no al revés. ¿Estamos? [Foto: Con Nikita Jruchov en la ONU, septiembre de 1960.]

Recordemos la anécdota de un Hugo Chávez torpemente depuesto por los golpistas del 2002: apendejado, Biblia, rosario y crucifijo en mano, ha doblado la cerviz ante el Todopoderoso (a la sazón todavía no su padre adoptivo Fidel sino Jehová) y se dispone a abordar el avión rumbo a la Isla. Como Deus ex machina entra en escena el Magno Paciente y lo salva por un pelo.

Acto seguido, ya con esa impagable deuda de gratitud del Gorila Rojo en su haber, se las apañaría sin esfuerzo para que los pozos petroleros de Maracaibo sustituyeran providencialmente al “oro de Moscú”, que a su vez había costeado tanto sus desastrosos experimentos de ingeniería social con conejillos de Indias criollos como las fracasadas aventuras militares de gran envergadura en África.

Éstas últimas también iniciativa suya a partir de Angola en el 75, dieron al traste con la hasta entonces férrea hegemonía del general Siad Barre en Somalia (el caos tribal imperante ahora mismo en ese otrora próspero y estable país, piratería incluida, lleva el copyright de las tropas cubanas). De paso, desestabilizaron a Etiopía y ensangrentaron a Eritrea, pero a la postre cimentaron el lucrativo prestigio del castrismo en África. No es poco beneficio comparado con el descrédito ruso…

Hay más, entre las regalías de PEDEVESA y el celestinaje comunitario de Zapatero & Moratinos, que igual bailan al compás del sillón de ruedas-escribanía del Comandante en Jefe, compensan bastante bien las calabazas de Putin & Medvedev, que aún conceden créditos a La Habana en virtud de similares intereses geopolíticos. Sin contar los “amores perros” de la Unión Europea.

Si, no obstante, la economía isleña continúa en caída libre, la explicación dialéctica habría que ir a buscarla en la misma fijación que motivó a nuestro Máximo Líder a rechazar la sugerencia breshneviana de abolir la cartilla de racionamiento en el País de la Siguaraya: la certera suspicacia de que cualquier reforma exitosa que le mate el hambre de “jama” a Pánfilo surtiría el efecto contraproducente de multiplicar ipso facto ad infinitum los reclamos populares por toda clase de despreciables pacotillas occidentales.

F
enómeno que, como predijera el de la antaño tupida barba leonada hogaño rala, culminaría a buen seguro en un maremoto de alebrestamiento plebeyo idéntico al que echó a pique en un abrir y cerrar de ojos al Bloque Socialista. Eclosión popular que previó lúcidamente mucho antes que sus homólogos y, congruentemente, sigue conjurando de manera óptima incluso desde la postración absoluta va para tres años le mantiene atado a su versátil sillón de ruedas-escribanía. [Foto de al lado: El joven Fidel durante una arenga estudiantil en la Universidad de La Habana, 1947.]

Siendo de entrada la parte débil de la soga, se obligó a honrar ciertos compromisos geopolíticos conyugales con la Plaza Roja, más o menos ingratos, en coyunturas internas desfavorables donde no le quedase más remedio que enseñarle su famosa “sonrisa de Mona Lisa” a la poderosa consorte oligofrénica dentro de la ciudadela del Kremlin a fin de ganar tiempo y asegurarse nuevos y más jugosos créditos a fondo perdido. Como en efecto…

Verbigracia, el ruidoso fiasco de la Zafra de los Diez Millones a aceptar el Sistema de Dirección y Planificación del CAME, que sólo en el papel redujo sus potestades omnímodas. En la vida real --me consta por mi experiencia como jefe de la Sección de Traductores del MINBAS--, los presuntuosos e ineptos asesores soviéticos siguieron siendo el clásico convidado de piedra hasta su humillante mutis por el foro a raíz de la caída del muro berlinés.

Mi voluntariamente despistado Ramos, un poco más respeto por la paradigmática vida y obra del Magno Paciente. A quien, amén de que fue mi Jefe Supremo durante once años de conflictiva pero en general irreprochable militancia en las aguerridas filas del glorioso PCC, une aún al Abicú el mutuo aprecio y respeto de un duelo a primera sangre entre dos pundonorosos caballeros andantes.

Saldado con honrosa derrota de mi Alter Ego y regia magnamidad del honorable vencedor: tuvo con nosotros la, en él, excepcional deferencia de ordenar a sus jueces, fiscales y carceleros que el presidio nos fuese leve y breve (dos añojos que los pasaba un sapo roncando debajo de una piedra).

Finalmente, estimado Ramos, lo cortés no quita lo valiente: estamos hablando aquí de uno de los estadistas criollos dotados de más vista larga, conocimiento de la idiosincrasia nativa y voluntad de poder en toda la historia del Archipiélago Cubensis. Por no pecar por exceso de orgullo nacional y decir lo justo: a nivel sideral.



Cosa muy distinta, amén de mezquina, sería ponernos a reparar en el detalle intrascendente del para qué otra cosa útil le ha servido esa admirable trinidad de virtudes políticas. Además, su arrogancia y longevidad con las botas sobre nuestras malas cabezas no se entiende sin, por un lado, la ineptitud de sus rivales ortodoxos y auténticos".

Ni, por el otro, sin los de defectos de fábrica de nuestro megalomaniaco, flatulento imaginario nacional, caraterizado por una intrincada mezcla de fanfarronería, indolencia, credulidad, tracatranería... Por azar concurrente, tuvimos la mala pata de tropezar con la horma de nuestra lacayuna alpalgata hispana (anote ahí el lector a modo de referencia la perruna empatía de Zapatero y el PSOE con Barack Hussein) en la coyuntura adecuada. El caso es que a estas alturas ya ningún articulista erudito de valía en su sano juicio se atreve a borrar su nombre de las enciclopedias.

Y cómo no, Clío, musa de historia con notoria debilidad por los déspotas osados y victorioros, si no lo absuelve tan pronto su mórbida ánima descienda al Hades, por mor de no fatigarse sopesando loores, errores y horrores, tendrá que estudiar su inagotable leyenda hasta el fin de los tiempos. Sucede por estos lares teutones con Adolf Hitler, que no tiene estatua en ninguna plaza pero sigue siendo el tema retrospectivo número uno y el eje de una pujante industria biográfica, museológica y catártico-sadomaso nacional que deja cuantiosos dividendos a sus promotores. Al extremo de que malas lenguas locales conocedoras del paño propalan que, vaerbigracia, el prolijo historiador alemán Guido Knopp le ha sacado más plata al negocio historiográfico de marras que de por vida Goebbels, Himmler y Goering juntos al Tercer Reich...

Escudriñando al esperpento austrotedesco a través de ese telescopio cínico, no se puede negar la evidencia de que la historia acabó absolviendo de manera rentable al Führer, autor intelectual (Die Geschichte wird mich freisprechen: "La historia me absolverá", proceso de Múnich, 1923) de la cursilería jurídico-escatológica plagiada tal cual por el jefe del asalto al Cuartel Moncada tres décadas más tarde.

Así las cosas, no me cabe la menor duda de que el Magno Paciente va camino de trocarse en atracción turística y, por ende, fortuna futurible a beneficio exclusivo de las nuevas generaciones. Añádanse las homéricas carcajadas que mitigarán sin falta el complejo de culpa de los sobrevivientes al desastre al escuchar en boca de un sinfín de fanfarrones las historietas heroicas acerca de cómo tumbaron a Fidel Castro.

Por suerte --y démonos por ello con un canto en el pecho--, el triple virtuosismo mencionado arriba brilla por su ausencia en el anodino Raúl. Es que el Hermanísimo, siendo de cuna tan endeble de salud --de nuevo canto contra el pecho, plus índice y dedo del medio en cruz, por favor--, bien que podría prestarle a la obstinada Cubanidad un único y póstumo servicio: superar en algo por primera vez al Patriarca de Birán, virándose poco antes que ÉL. Por lo demás, ¿qué iba a hacer esa en el fondo tierna, tímida, turulata criatura cruel inconsolablemente a solas con los múltiples riesgos del poder absoluto sobre el frío granito del Palacio de la Revolución?