Wednesday 24 June 2009

¿Despejada la incógnita sobre los titubeos de la Casa Blanca para condenar a los ayatolas?

Barack Hussein puesto de nuevo en aprietos por malas noticias de Teherán

Por Jorge A. Pomar, Colonia

BREAKING NEWS:
Escasas semanas antes de los comicios, Obama le había enviado una carta al ayatolá supremo Ali Jameini proponiéndole un compromiso vía postal. ¿Lo sabría Zapatero, agazapado en su despacho de La Moncloa desde que estallaron las protestas el pasado 12 de junio? A lo mejor, por esa oculta complicidad, entre otros móviles empáticos de público dominio, optó desde el principio por hacer oídos sordos a la tragedia y pasarse alevosamente con ficha.

Ni el texto del aprendiz de brujo bueno de la White House, ni el lapso de antelación han sido revelados, pero se sabe que el taimado ayatolá supremo no respondió a vuelta de correo, se guardó la oferta presidencial como un haz en la manga hasta esta noche, cuando le cuadra airear el doble juego al buen tuntún del presidente norteamericano.


Asediado por la prensa acreditada, el vocero de la Casa Blanca se negó de plano a entrar en detalles y contestar preguntas. La corresponsal estrella de CNN, Christiane Amanpour, hace de tripas corazón en el vídeo de abajo por situar la misiva comprometedora en un contexto favorable a fin de tirarle un cabo in extremis al Mesías Retroporgre, al borde del naufragio mediático.

Pero ni la mundialmente reconocida labia periodística de la Amanpour consigue atar todos los cabos sueltos en esta historia y despejar a medias las ahora reforzadas dudas de la semana pasada. Al contrario, las robustece con un talante apologético que impropio de cualquier prestigioso reportero independiente que se respete a sí mismo.

Entre tanto, corren fuertes rumores de masacre en Teherán. Tal vez por esa razón recién desengaveta hoy el geriátrico Líder Espiritual una carta con cuño oficial que sin duda pone en incomodísima evidencia al torpe remitente.

Otro indicio fiable: amén de acusar a la CIA de financiar las protestas y subirles la parada al moralmente resquebrajado Palacio de Westminster congelando los nexos diplomáticos entre ambos países, hoy el Consejo de Guardianes recrudeció al máximo la represión en las calles de Teherán y convocó a unos cientos de beatos y beatas para un auto de fe con quema de banderas de Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel frente a la embajada británica.

Nada, que el inminente desenlace del culebrón epistolar promete afear con un diente de menos la telegénica sonrisa Colgate del primer inquilino "de colores extraños" en el Despacho Oval de la Casa Blanca...

3 comments:

Cristina García said...

No nos sirvió ningún conjuro contra la mala suerte. Irán seguirá gobernada como hasta ahora. Lástima.
No apoyó al pueblo iraní Hussein porque estaba esperando la respuesta del "Ayatola en Jefe". De haber sido tibia nada más, se la hubieran acreditado como una victoria indiscutible al Uno. Pero los déspotas no parecen estar por la labor con este payaso egotista y la respuesta fue la habitual cuando se trata de cobardía ante los tiranos.
Gracias, Pomar.

Güicho said...

Quien se acuesta con tiranos amanece cagado.

Pero apuesto a que el mesías no aprendió la lección en este curso iraní.

Isis said...

Asqueante complicidad.
Nunca es suficiente con Hussein O.
Saludos,