Tuesday 28 December 2010

Mamma mia, signor Caruso, che mal gusto!

Malina Herrera compone y el tenor Miguel Cervantes vibra de emoción cantándole al mártir Zapata Tamayo

Por Jorge A. Pomar, Colonia

El colmo de la cursilería necrófila. A Orlando Zapata Tamayo --en todo caso víctima a la par de su propia ingenuidad, la represión gubernamental y la inescrupulosa explotación del martirio ajeno, característica también de la oposición-- no se le puede olvidar por la sencilla razón de que, más allá del estereotipo, aún no sabemos quién fue en realidad.Así que el difunto "Zapata vive". Vale, pero, si aún fuese de este mundo y siguiera "jodiéndose allá" en la Isla por sus idólatras exiliares, ¿cual sería la gran diferencia con respecto a cuando hacía lo mismo en carne y hueso? ¡Eeehhhh?  

Joder, por no saber ni siquiera nos consta a ciencia cierta que en efecto esté muerto y enterrado donde nos muestran. (Dicho sea de paso, ya se vio AQUI en esta risueña encuesta videograbada sobre el poema martiano "Los zapaticos de rosa", a menudo confundido por encuestados de las tres edades con las coplas para párbulos "Los Zapaticos me aprietan, las medias me dan calor...", cuán viva está la memoria del "Apóstol" entre los insulares de a pie.)  Por si fuera poco, la inesperada decisión de Reina Luisa de escapar a Miami junto con toda su parentela y las cenizas de su hijo, contrariando la presunta voluntad del difunto de no abandonar la Isla bajo ningún concepto, añade un rotundo colofón de escarnio y esperpento a toda esta tragicomedia.

Y vaya honor póstumo: por “azar concurrente”, como diría Lezama (otro manso difunto en boga como encarnación de la rebeldía criolla), nada menos que el estelar perito en anatomía patológica al frente del equipo forense que ubicó e identificó la presumiblemente falsa osamenta del asmático “Guerrillero Heroico” cubano-argentino en Bolivia resulta ser también el designado voluntario encargado de la delicada misión de certificar oficialmente la autenticidad del cadáver aún fresco del nuevo mártir epónimo de la contrarrevolución.

Aunque me repugna esa extraña mezcla de hagiografía, pacifismo y belicosidad, a la cual mi Alter Ego viene (no “se viene”, locución verbal que se prestaría a lamentable confusión este morboso contexto) oponiéndose desde mucho antes del drama del clan oriental Zapata-Tamayo, sin duda no es ésa precisamente la conducta que cabe esperar de una señora equiparada a la mítica Mariana Grajales de los manuales escolares. A la postre, suponiendo que no haya sido su intención desde el principio, la devota progenitora de Orlando Zapata Tamayo (siempre de blanco luctuoso, con colonial pañuelo de cabeza y grueso manojo de collares de santería, recuerda a uno de esos figurantes folclóricos de La Habana Vieja) acabó ella también acogiéndose al buen vivir.


A propósito, ¿por fin se va o se queda? En lo que el palo va y viene, corre el riesgo de que algún palero mande profanar la tumba y el cráneo de su hijo recale en la nganga (caldero mágico en el culto afrocubano conocido como Regla de Palo) de oráculo de algún mayombero. O a lo mejor, quién sabe, el día menos pensado aparece en su Mesa Retonta de Cubavisión el granuja (tanto en sentido literal de la palabra como en el metafórico, dado el paisaje lunar de su horripilante jetadura) anunciando la milagrosa resurrección del muerto. Acto seguido, sube el telón y hete aquí que vemos entrar al mismísimo Orlando del brazo del Comandante en Jefe. Pero dejemos ahí temores y suspicacias plausibles para seguir aporreando a gusto y disgusto nuestros tambores de mal agüero.

Además, ¿a santo de qué no habría de ser olvidado su hijo --cuyo historial precontestatario tampoco da, por cierto, ni por asomo para un manual de virtudes--, si a lo largo de nuestra sangrienta historia hemos olvidado por completo a quién sabe cuántos miles de héroes famosos y anónimos de la Patria, de cuya vida y obra hace rato que nadie se acuerda? Digo más: "ambas orillas de la cultura cubana" se siguen disputando a cara de perro el monopolio de la memoria justo de aquellos mártires que abonaron con su sangre la tortuosa ruta sacrificial de ascenso al poder de nuestros actuales verdugos.

En buena medida por culpa de la temeridad de jóvenes ignorantes y desaprensivos como Orlando Zapata, pero sobre todo de la insoportable hipocresía de viejos parlanchines, como la panda de mangantes que ahora mismo hacen su agosto rindiéndole esos irrisorios homenajes póstumos, es que llegamos a la triste situación en que seguimos empantanados va para 52 calendarios. 


No en balde sobre el cadáver, real o imaginario, del humilde albañil de Banes se está hoy graciosamente encaramado, con su Rolex, seis celulares y la medalla del Sajarov, el ex teniente coronel de rancheadores --y plusmarquista mundial en ayunos asistidos interruptos-- oriundo de La Chirusa. En suma, que entre las numerosas lecciones inculcadas a sangre y fuego a la Cubanidad por nuestro didáctico Magno Paciente tal vez la más provechosa sea la de habernos extirpado del cerebro la chifladura del culto al martirio.

Y a fe mía que no fracasó en tan encomiable empeño, visto que a día de hoy ya apenas nos desvivimos por la arenga incendiaria, la tángana coreográfica para consumo diplomático (en el ballet de las Damas de Blanco y Apoyo con motivo de la efemérides de los Siniestros Humanos sólo eché de menos la bella nariz y las patas de grulla de Alicia Alonso), el tuiteo melodramático, la señal de vitoria a barricada tomada (santo y seña de toda disidencia de desiño), el simulacro de suicidio (asistido sólo para el favorito Fariñas), la inmolación del prójimo (en Cuba y Miami los muertos frescos se venden como pan caliente; si negro, tanto mejor, por el irresistible gancho multicultural). 

Mención de honor para el coraje de la compositora Malina Herrera y el cantante lírico Miguel Cervantes (nada que ver con (permítaseme el gongorismo) del célebre autor del Quijote el árbol genealógico, que del tiro debe de haberse deshojado de pura vergüenza caballeresca. El fantasma de Caruso (Erico, 1873-1921, tenor napolitano que cantó en La Habana): "Porca miseria!: caso de no haber fallecido el día asignado, ahora sí que dondequiera que lo tengan escondido se le habrán enfriado definitivamente las ganas de vivir".

9 comments:

Anonymous said...

Abicú: ¡Siá, cará! Ya nadie puede ni morirse por la patria aunque otros no sean capaces o no quieran.


Tula Gómez

Anonymous said...

Pomar: Nadie cree en nadie ya, lo que sucede es que nadie quiere decirlo. Son pocos los que creen-los hay-en la sinceridad de los opositores. Ayer mismo me dijeron que uno de los firmantes de la Carta de los Diez junto a Maria Elena Cruz Varela, visita a Norberto Fuentes en Miami. No recuerdo ahora el nombre pero fue director del desaparecido periódico Hoy de New York que olía mucho a Patilla. Cualquierea es libre de escoger sus amistades pero Norberto es un colaborador del Régimen.

Le debo el nombre, en cuanto lo tenga, lo incluyo.

Tula Gómez

Reflexiones de Chocolatico Pérez said...

Para mi, como el Imperio Romano, la Cultura Cubana llegó a su fin en 1959 cuando fué tomada por los Bárbarosbarbudos, todo lo que estamos viviendo es a costa de la Historia anterior y en decadencia, cuesta abajo.

Cristina García said...

Y yo me pregunto, ¿por qué no cantarle al muerto más chic que hemos producido? Después de todo hay canticos para loas de "un Fidel que vibra en las montañas", para gritar que seremos "siempre internacionalistas y que viva Fidel", y tantas otras que han hecho las delicias de "nuestro pueblo", incluída aquella memorable que, en alarde lírico, anuncia el engendro socio-obstétrico-cardiológico de que "la era está pariendo un corazón"
Es enternecedor ver al intérprete, al composito y al público sentirse extasiados ante la posibilidad de "pasar a una parte artística" en la que se asegura que no será olvidado alguien que nadie recuerda para nada, como no sea para lucir en la solapa el "dolor por la Patria que sufre" en tertulias de luchadores de postín y para pedirle de paso a "Orlando, donde estés, acuérdate de nosotros", por si acaso...
¡La encarnación de la cubanidad!
Gracias, Pomar.

Reflexiones de Chocolatico Pérez said...

Feliz 2011 estimado Maestro, ojalá que en este año se den cambios que nos lleven a empezar a pensar en el regreso.

Schöne Grüße.

Margarita Garcia Alonso said...

Pomar, pon a los post los logitos que permiten linkearte con facilidad, se encuentran en administracion...

saludos

Anonymous said...

Bién dicho todo.

Jorge A. Pomar said...

Gracias a todos. En efecto, mi querida Cristy, aunque a mi entender sea más bien una noticia positiva, el déficit de candidatos a poner el ñampio es tan grande que hasta un "nagüe" del montón como el presunto difunto OZT es elevado sin más al pedestal de la gloria eterna en una Isla donde los huesos de millares de inmolados por la ruina sine die de sus compatriotas padecen olvido. Tanto más histriónica toda esa hipocresía celtíbera cuanto que quienes la profesan comparten allá en su cochambroso fuero interno la inconfesable pero ancestral, patente fobia racista común a la inmensa mayoría de nuestros compatriotas no oriundos del sudeste oriental de Cuba.

Negros y mulatos incluidos, según constara antaño a mis orejas infantiles por los comentarios prerrevolucionarios de mi parentela cardenense, que solían airear cualquier cantidad de prejuicios acerca de los residentes al otro lado de la frontera con Las Villas. Sin embargo, lo cierto es que las miriadas de despreciados inmigrantes orientales forzados --por el hambre y el atraso relativo-- a vestir el infamante uniforme de la P.N.R. no eran muy distintos del 75 por ciento de las tropas mambisas que hicieron posible el sueño independentista de la sacarocracia esclavista del XIX y sus actuales descendientes en el poder omímodo...

Y hablando de negros, reportan los cables que el catedrático Cuesta Morúa fue arrestado por enésima vez mientras se dirigía a "un almuerzo de trabajo". En la orilla caucasiana ahí tenemos al insumergible Elizardo Sánchez emitiendo la truculenta Letra del Año: recrudecimiento de la represión oficial contra la vieja y nueva guardia de una disidencia de diseño cuyos héroes epónimos amenazan con dejarle pronto las doscientas y tantas ergástulas exclusivamente a la delincuencia común.

Por su parte, otro oráculo con certificado de pureza de sangre que no le va a la zaga en sentido contrario al acorralado titular de la CCDHRN es nuestro presidencialísimo Carlos Alberto Montaner con la siguiente cita para el Guiness de los caras-de-cartón-piedra:

"La gran paradoja es que Raúl Castro ya dejó de ser marxista-leninista y lamenta la época en que él y su hermano precipitaron irresponsablemente a la Isla en la dirección del comunismo, pero la única mercancía que tiene para vender es la fabricación de jaulas totalitarias como la que destrozó su país...".

Saludos a todos,
El Abicú

Cristina García said...

Las afirmaciones de CAM tiene validez para los que las quieran ciertas a toda costa, o sea, para la mayoría del criollaje de ambas orillas. Si se dignara a contestar a tantas interrogantes sobre su persona que andan de boca en oreja por ahí, sería bueno que explicara de que arcano manantial brota su sabiduría acerca del poder castrista. Supuestamente tiene información de primerísima mano. Siendo así, ¿quién(es) es(son) el(los) traidor(es) del círculo más estrecho de la dinastía de Birán? ¿Qué papel juega él, CAM, en la trama? ¿Es un simple nivelador del terreno para un paso suave de una generación a otra del poder, o es el monigote del futuro gobierno de los mismos con otra fachada? ¿En virtud de qué secreta lealtad los intelectuales de variada pelambre en el exilio veneran a un individuo que una y otra vez yerra en sus opiniones y predicciones? ¿Por qué se le sigue considerando "disidente" teniendo la ración justa de atención del castrato para desacreditarlo sin ninguna duda como tal?
Podría seguir la lista; pero este sujeto, como buen demagogo que es, se cuida muy mucho de ponerse a tiro de preguntas indiscretas, suponiendo que algún periodista se atreviera a hacerlas. La prueba es la sordera total a cada una de estas mismas interrogantes en blogs como este, en claro contraste con el lleva y trae con Silvio Rodrígez que hizo las delicias de ambos y sus fans respectivos.
Por varias razones es bueno que la cuota de dispuestos a morir por la Patria sea tan baja. Imagínate que hubiera que sufrir un endiosamiento mensual como el de OZT. Se devaluaría la mercancía y bajaría la demanda. Aunque bien mirado, no es que el difunto fuera tampoco especial, salvo ser negro y pobre, dos condiciones que tocan hasta los corazones más duros del cubano medio, siempre que sea para verlo de lejos y no para mezclarse con el fulano.
Saludos.