¿Otro cadáver insepulto barrido bajo la cochambrosa alfombra leal-disidencial?

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"Ay de los vencidos": las dos portavoces de las Damas de Blanco silencian el incómodo affaire Noelia-Ariel

Por Jorge A. Pomar, Colonia 

Aunque similares intentos de poner el parche antes que se abra la llaga desaconsejen entre nosotros la práctica de hacer disparos de advertencia con pólvora mojada para no herir susceptibilidades con fuego amigo, trataré de ser lo más objetivo y escueto posible al poner este blog al servicio del legítimo derecho de réplica de la Dama de Blanco Noelia Pedraza Jiménez contra  alusiones injuriosas mal destiladas en aquella insólita notificación de repudio y divorcio publicada originalmente en Baracutey Cubano por su aún esposo legal Ariel Sigler Amaya.

He ahí, en síntesis, el propósito central de este alegato imparcial. Colateralmente, genio y figura hasta la sepultura, aprovecho la ocasión para abrir fuego a discreción contra el centro de la diana habitual de los francotiradores del "Eje del Mal”: la disidencia leal (en puridad, todo disidente es reformista por definición en mayor o menor grado) en su abigarrado, inextricable conjunto. Vaya, pues, por delante lo que cualquier lector asiduo del Abicú Liberal ha de estar harto de leer aquí. A saber: 

(1) Que bastaría con bajar un poco el tono de la prosopopeya patriótico-hagiográfica. Esto es, partir de la premisa primordial de que los opositores --todos sin excepción-- no son más que comunes mortales. Por ende, susceptibles de poseer o carecer de cualesquiera defectos inherentes a la llamada "condición humana". (2) Que la única forma humana de ser congruentes con ese principio antropológico, llenando ambos requisitos, implica conlleva renunciar definitivamente al binomio conceptual hombre nuevo-utopía terrenal.

Tengo para mí que a estas alturas aún no es el caso. De ahí que, con ligeros ajustes, el ingenioso programa elaborado ad hoc por los sesudos demiurgos de Villa Marista para sus homúnculos semianalfabetos de la disidencia leal pueda reducirse a la redundancia de "salvar el socialismo y la Revolución". Por lo demás, mucho que llovido desde que el Abicú y su Alter Ego dejaron de creer por completo tanto en la supuesta beligerancia (pacífica) de los reos de conciencia de la Primavera Negra como en el pintoresco club exclusivo de las Damas de Blanco. 

Como entidades, desde luego, porque en el seno de las numerosas, proliferantes (desde que Raúl Castro asumió el mando, brotan como hongos a todo lo largo y ancho de la Isla)  facciones controladas o nacidas bajo los auspicios de nuestra ubicua e imaginativa gendarmería secreta siempre hay cabezas honestas e ingenuas cuya visibilidad es de fundamental importancia mediática para legitimar tanto la coartada fundacional contrainteligente como la oculta misión real asignada al personal gerencial de confianza. Siendo así, tampoco estaría de más aclarar aquí que en modo alguno metería la mano en la candela por la integridad contestataria de ninguno de las dos partes en disputa.

Fácil de dirimir en la intimidad notarial una vez ambos a salvo fuera de la Isla, la tal disputa matrimonial jamás habría trascendido a la opinión pública de no haber sido por esa chocante instantánea de despedida en el aeropuerto con la --hasta entonces para todos nosotros-- fiel esposa conspicuamente plantada de buenas a primeras por el patriótico, humanitario licenciado extrapenal parapléjico al pie de la escalerilla del avión hacia Miami. Gajes de la popularidad. Son lo de menos, lo de más es que la probidad de Noelia Pedraza, sin duda una de las Damas de Blanco más activas, ha sido puesta en entredicho nada menos que por el prisionero de conciencia enfermo cuya efigie exhibía sobre el pecho y al que, según la versión pública del idilio cruelmente truncado por injusto cautiverio, dedicó varios años de su vida. 

NOTA DE PRENSA DE ARIEL SIGLER AMAYA (02-09-2010)

Por este medio comunico públicamente mi decisión de divorcio con la señora Noelia Pedraza Jiménez, con quien contraje matrimonio en la Prisión Provincial de Jóvenes de la provincia de Villa Clara, conocida como el PRE, el día 5 de enero de 2008. Basado en una línea ética y sobre la base de la discreción no deseo cuestionamientos al respecto; es una decisión personal muy reservada y sólo en caso que las circunstancias me obliguen a ello daré algunas explicaciones.

Por el momento deseo aclarar lo siguiente:

1. Conocí a la señora Pedraza Jiménez el mismo día del casamiento en prisión el día 5 de enero de 2008.

2. Ninguno de sus hijos y nietos son fruto de esas relaciones.

3. Su decisión de salir de Cuba y la inclusión de su caso en el Programa de Refugiados del Departamento de Refugiados de los Estados Unidos de América en La Habana, no tiene absolutamente nada que ver con mi caso.

En estos momentos no existe ningún vínculo matrimonial ni de ninguna otra índole entre ella y yo. Noelia Pedraza Jiménez, no está facultada para hablar, hacer algún tipo de peticiones o hacer gestiones en mi nombre. Los correspondientes trámites de divorcio están en manos de mi abogado y ese matrimonio está en vía de una pronta disolución.

Gracias por su atención

Ariel Sigler Amaya

Por efecto retroactivo, si cabe, sale peor parado el prestigio de Ariel, quien tras la muy comedida réplica de Noelia --se contenta con defenderse sin arrojar luz sobre los motivos de la súbita querella-- haría bien en cumplir la palabra empeñada en su nota y explicarse mejor. ¿Pará qué? Pues, justo para impedir que las locuaces y justicieras “portavoces” de las Damas de Blanco, Laura Pollán y Berta Soler, y sus no menos locuaces y justicieros homólogos entre los reos de la Primavera Negra (Marta Beatriz, Héctor Palacios, Oscar Espinosa Chepe…) barran su enésimo cadáver bajo la cochambrosa alfombra voladora leal-disidencial.

Otrosí, si bien no creo que por esa bagatela pasional (ojalá no pase de ahí, pero me quedo corto de puro dudarlo) se les hunda el piso de fango bajo los pies más abajo de lo que ya está, no es menos cierto que la ocasión amerita hacer un primer esfuerzo por demostrar ante ese “mundo civilizado” que tanto invocan la perogrullada de que la democracia empieza por casa. Hecha la aclaración, paso a analizar el escándalo. (Obviamente, no deja de tener sus bemoles, pudiendo meter un concierto  de ruidos de altos decibeles en la virtuosa partitura seudodisidencial). Lo enfocaré más bien por sus propios méritos literarios, o sea, como un romance mal hilvanado e inconcluso que cierra en falso dejándole al lector interesado un mal sabor de boca al llevarse por delante el buen nombre de la pareja protagónica.

Resulta que el ilustre licenciado extrapenal parapléjico Ariel Sigler Amaya (en la imagen de al lado, el "santo varón", religiosamente devoto y adicto él también a las candilejas y los símbolos patrios, a su  triunfal arribo a la Capital del Exilio) se dignó responder en Baracutey Cubano, a título de a-quien-pueda-interesar, a un comentario abicueril acerca de sus motivos para abordar a solas el jet rumbo a Miami. Al parecer, de repente un héroe tan enfermo como alevoso ponía pies en polvorosa so excusa de recibir tratamiento médico,  dejando atrás a su por él sacrificada asistente y amante oficial Noelia Pedraza. 

A su vez, como era de esperar, la despechada heroína, que hasta la lectura de la pérdida nota había guardado un hermético silencio sobre tamaña deslealtad, tuvo a bien rebatir vagas insinuaciones de cariz despectivo en la escueta nota del ex reo de conciencia. Habría que estar hecho de piedra para tomárselo a mal. Amén de mulata (por su acento suena más oriental que villaclareña) de buen ver, detalle particularmente apreciable en la foto de abajo durante el famoso sitting (tengo para mí que otro performance previamente "autorizado", como todos los demás, por el gentil oficial que atiende a las Damas de Blanco) en la Plaza de la Revolución, o sea, apta para la íntima tarea de marras. 

A la sazón, antes del expeditivo himeneo penitenciario gestionado con toda probabilidad por Gloria Amaya en persona, Noelia ya presidía un movimiento femenino alternativo. Al final del post, vemos a su flamante nuera empujando el sillón de ruedas de la venerable difunta durante una de las marchas dominicales de las Damas de Blanco por la Quinta Avenida). De manera que, como mínimo, el hijo preso habrá visto en fotos --y aprobado físicamente-- a la novia antes de desposarla, trasmutándola de paso en la reconocida Dama de Blanco (con biografía oficial, apenas unas treinta afiliadas gozan de ese privilegio, en la WEB de la afamada organización homónima) que todos conocimos.

Como tal el chisme de marras no interesa en este contexto. Sin embargo, tampoco es del todo estrictamente conyugal, desde el momento en que, con o sin querer, Ariel pone en entredicho la ya de por sí harto cuestionable ejemplaridad de las pupilas de Laura Pollán & Berta Soler, por un lado; y la de los 75 condenados de la Primavera Negra, por el otro. Igual, es lo de menos en este contexto, donde lo que coherentemente interesa en demasía al espectador imparcial consiste en subrayar el atropello mediático cometido contra Noelia, cuyos derechos humanos fueron burdamente violados al no habérsele concedido, como de costumbre en tratándose de vacas y bueyes sagradas de la disidencia, el derecho de réplica en la misma fuente.

Error por descuido, desconocimiento o piedad. O sea, queriendo evitar una polémica potencialmente perjudicial a nuestra, en buena medida también a causa de nuestras ineludibles flaquezas humanas, la dudosa causa común. Conocidos su humanismo cristiano y honestidad editorial, doy de antemano por sentado que el colega Pedro Pablo Arencibia no tardará en subsanar, brindándoles  a sus numerosos lectores la oportunidad de escuchar a la parte femenina en esa agria querella conyugal. Pese a su entrañable amistad con Ariel quien, como todos sus adláteres y admiradores, debe acabar de entender que el beneficio de la duda, el derecho a la crítica y el convite al debate no incumben sólo a la autoridades. 

Tanto cuanto que él mismo, oscuramente consciente del mal paso, amenazó con explayarse al respecto si su repudiada ex media naranja penitenciaria, de la que ha iniciado los trámites formales para divorciarse. Por citar tan sólo el antecedente más reciente, el caso de esta villaclareña recuerda el extraño silencio general alrededor de la proclama herética de Eduardo Vidal, publicada originalmente y reproducida sin tardanza en este otro blog proscrito por sus igualmente silenciadas denuncias contra los desfalcos, abusos, nepotismos y apostasías de la AECC. Así pues, entiendo el dilema afectivo que embarga al titular de Baracutey Cubano. Lo sabemos desde la infancia: la tradición popular y el código del honor criollos elevan la amistad a la categoría sacramental. Con todo, en esta peculiar, embrollada coyuntura diversionista, conviene ser “más amigo de la verdad que de Platón”.

Por principio. Ahora bien, lo que sí nadie con un mínimo de vergüenza puede explicarse en su fuero interno como otra cosa que censura-autocensura pura y dura es esta punzante constancia: los mismos medios de dentro y de fuera que hasta la fecha mantenían a Noelia sobre el pedestal  --siempre más falso que real, desde luego-- de la santidad contestataria no se han dado por enterados de su angustioso drama de esposa primero abandonada sin más y luego puesta en la picota pública cual vulgar dama de arriendo.

O vaya Usted a saber, chivata infiltrada en el glorificado clan Sigler Amaya, dado que Ariel se reserva sus infamantes motivos para dejarla puesta y convidada sin más en el aeropuerto de Rancho Boyeros. Mal por la forma y por el contenido. Demasiadas alusiones, sobreentendidos y vaguedades. No se le hace ni a la peor de las rameras. Conducta impropia de cualquier caballero respetable, más aún viniendo de un cruzado por la paz, el amor, el perdón y la reconciliación. Sólo con los verdugos impenitentes hasta la víspera de un probable final con horror que ellos  temen como el Diablo al agua bendita y  los reos de la Primavera Negra del 2003 y sus Damas de Blanco. A ojos vistas ante una mayoría de ciegos que no quieren ver. Interrogante clave a quienes sin duda pudieran desenlazar el nudo gordiano de este melodrama gladiolero: ¿Qué opinan al respecto Laura Pollán y Berta Soler?  Retórica porque, conociendo el paño de sordinas que se gastan ambas matronas, no cabe esperar otra respuesta. Vae victis para ti, infeliz Noelia, seas quien fueres...

NOTA DE PRENSA DE LA DAMA DE BLANCO NOELIA PEDRAZA JIMÉNEZ (10-31-2010)

No soy dada a hacer públicos mis asuntos personales, pero debido a que la situación lo impone, quiero hacer estas declaraciones en respuesta al email enviado por el Sr Ariel Sigler Amaya y del cual acabo de tener conocimiento gracias a una amiga. Con relación a la decisión unilateral del Sr Ariel Sigler Amaya de divorciarse, no tengo objeción alguna, solamente quiero hacerle saber que un matrimonio consta de dos partes, increíblemente el SR Ariel Sigler ha hecho pública la decisión de rompimiento sin haberla discutido conmigo personalmente y yo soy la otra parte interesada. Entiendo también tal como el Sr Ariel plantea que debe seguirse una línea ética relacionada con los asuntos privados y/o sentimentales de una pareja por lo tanto yo tampoco quiero hacer públicas manifestaciones personales del Sr Ariel Sigler que sirvieron para mantenerme a su lado por casi cuatro años, donde me creí amada. Dura realidad la actual al sentirme utilizada. Con relación a los 3 puntos planteados por el Sr. Ariel Sigler, quiero responder lo siguiente:

1. Conocí personalmente al Sr Ariel Sigler el día antes de nuestro casamiento : 4 de Enero de 2007. Anterior a esa fecha manteníamos conversaciones telefónicas semanales desde el mes de Septiembre de 2006. Adjunto les envío copia de nuestro certificado de matrimonio con fecha enero 5 del 2007 (quizás pueda servir al Sr Ariel Sigler para sus trámites de divorcio porque el año que él menciona no es el correcto). También adjunto copia de la carta firmada por ambos dirigida a Raúl Castro donde le exponemos y ratificamos nuestra decisión de mantener huelga de hambre si se nos seguía negando el permiso para casarnos. (Tengo otros documentos pero no los voy a traer a colación ahora).

2. El Sr Ariel plantea que mis hijos no son producto de nuestras relaciones, yo realmente no entiendo el por qué de esta aclaración. Tengo un hijo de 22 años y otro de 9 años, crie un niño al cual adopté de a los 5 días de nacido y en ningún momento he dicho que son hijos biológicos de Ariel Sigler. Quiero recordarle a Ariel Sigler que aún sin ser su hijo mi hijo adoptado lo cuidó en el Hospital pero que además en el momento que asumió casarse conmigo mis hijos pasaron a formar parte de su familia. Creo además, que cuando un ser humano tiene sentimientos los lazos sentimentales pesan más que los biológicos. Hago notar el caso del afecto que hacia él sentía mi hijo adoptado.

3. Cuando el Sr Ariel Sigler Amaya plantea que mi decisión de salir de Cuba no tiene absolutamente nada que ver con su caso, dice la verdad, solo que no salí de Cuba antes porque me encontraba en el Hospital cuidándolo. Adjunto copia del documento con fecha 13 de Febrero de 2009. Donde se me concedía mi visa para viajar a USA.

Ariel Sigler plantea que en estos momentos no existe ningún vínculo matrimonial ni de ninguna índole entre nosotros. Yo aclaro que si sentimentalmente el Sr Ariel Sigler se siente desvinculado de mi persona respeto su decisión y no me opongo a ello, aunque confieso que es duro saber esta decisión por terceras personas siendo yo la parte afectada, y es mucho más duro enterarme de lo que está pasando realmente al llegar a Estados Unidos.

Con relación al asunto legal que representa la disolución de nuestro matrimonio, le aclaro que Ariel Sigler no puede anunciarla hasta tanto concluyan todos los trámites al respecto, y al parecer no van tan rápido como él asegura pues yo no he recibido el primer documento al respecto. Ariel Sigler Amaya plantea que no estoy facultada para hablar o hacer petición alguna invocando su nombre. Parece que el Sr no me conoce bien. Si en Cuba me arrastraron por defender la causa opositora, no voy a permitir ser arrastrada en mi dignidad de mujer y de ser humano nuevamente y en esta ocasión precisamente en manos del hombre que creí me amaba y que amé profundamente.

Yo soy, una mujer luchadora, un ser humano digno, soy Noelia Pedraza, opositora Pacífica, Dama de Blanco, Presidenta del Movimiento Femenino Martha Abreu, Vicepresidenta de la región Central del Consejo de Relatores de Derechos Humanos de Cuba, por todo esto no necesito invocar el nombre de Ariel Sigler para ocupar un espacio en la lucha contra la tiranía, mucho menos me atrevería a pedir a ningún exiliado dinero para mi beneficio. Me sustentaré con la ayuda que tan generosamente brinda el gobierno de este país a todos los emigrantes. Yo y mis hijos lucharemos, trabajaremos y saldremos adelante como lo han hecho todos los cubanos dignos.

Gracias por su tiempo y atención.

Noelia Pedraza Jiménez.