Monday 20 April 2009

A vueltas con la Carta de los Diez y Criterio Alternativo II

El secretario ideológico se desencadena

Por tanto, verdad objetiva y validez de una frase son dos cosas diferentes en la aprobación de adversarios y oyentes... ¿A qué se debe eso? A la maldad natural del género humano... Nuestra innata vanidad, sumamente irritable en lo relativo al intelecto, no admite que lo planteado antes por nosotros acabe revelándose falso y cierto lo dicho por el adversario.
Arthur Schopenhauer, El arte de tener razón

Por Jorge A. Pomar, Colonia

Cuanto el sagaz Luque se imagina es tan exacto como la elaborada insinuación que, entre queriendo y no queriendo, hace María Elena cuando deja entrever en "Carta de ajuste" esa ambigua coincidencia temporal entre nuestro primer cara a cara y el reforzamiento del dispositivo de vigilancia frente a su apartamento en Alamar.

La poetisa soslaya el dato de que el huésped no figuraba entre los diez firmantes originales. Olvida también que a la sazón ya la Carta llenaba titulares de la prensa occidental y centenares de afiliados a la UNEAC eran conminados a rubricar una Contracarta abierta pidiendo sangre. Tampoco aclara al lector las circunstancias en que el histriónico camarada "dejó sobre su humilde mesa el rojo emblema de su militancia" para exponerse a sabiendas al acoso oficial.

Lo cierto es que el Abicú se enteró del aquelarre en casa de Díaz Martínez. A sugerencia de su inolvidable esposa Ofelia Gronlier, mi ex colega y entrañable amiga, el poeta no vaciló un segundo en ponerme al corriente y exhortarme acudir al domicilio de la promotora para estampar mi --para el matrimonio-- nada sorprendente rúbrica marxista al pie de aquella cuartilla en llamas.

Pese a que el texto dejaba que desear, no puse pegas de ninguna clase. A la mañana siguiente, partía el Abicú de la calle San Lázaro a bordo de un ómnibus de la ruta 16 rumbo a la Zona 8 en Alamar, donde ya le esperaba la poetisa. Poner mi nombre debajo de algo más de una docena de firmas me costaría dos años de cárcel, dieciséis de ostracismo y va para diecinueve de calumnias, ninguneos y silencios dolosos. Sin contar, en virtud de esa "natural maldad del género humano" de que habla Schopenhauer en el exergo, la pérdida definitiva o el enfriamiento de la amistad de mis nuevos correligionarios de entonces.

[De cómo encarcelé a mis compañeros de causa

Penúltimo día de encierro preventivo en las asépticas mazmorras del antiguo convento de los Maristas en Santo Suárez. Ya los cuatro reos han sido condenados en segunda instancia a dos años de privación de libertad. El capitán Héctor Durán Cobas ordena a la guardia conducir al Abicú hasta el cubículo de interrogación. Dos sillas con una mesita de medio metro cuadrado de por medio. En una esquina del tablero una carpeta de nilón transparente conteniendo varias hojas verdes deja ver el águila providencial del visado alemán.

Tras el saludo de rigor, el oficial invita al reo a cumplir la promesa de estampar su firma al pie de una especie de declaración jurada donde debía dar fe de una visita con María Elena a la Embajada Española.
Traductor de profesión, el Abicú no la había rechazado de plano antes del primer juicio so pretexto de inexactitudes. Texto inocuo a primera vista. Al parecer, porque alguna razón tendrían para necesitar su firma. Así que ya desde entonces había resuelto no refrendarlo. Ahora, tan pronto lo tuvo delante, lo empujó delicadamente sin siquiera echarle un vistazo de vuelta al lado del interrogador.

Interrogador:
Léelo y verás [me tuteaba con una mezcla de afecto y vergüenza propia] que hice cada una de las correcciones que me pediste. Además, ya María Elena lo firmó...

Reo:
Disculpe. Usted y sus colegas cotejan lo declarado por los reclusos de nuestra Causa y adoptan sus estrategias. Yo no sé qué han dicho los demás. Pero en la celda dispongo de tiempo para cavilar. En cuanto a este documento el resultado de mis cavilaciones arrojó de entrada un veredicto negativo. Ya agoté el recurso de apelación y quiero empezar a cumplir
la condena. Además
, si ya firmó la jefa, ¿qué falta hace la firma del vice? Incluso si su respuesta me convenciera, tampoco firmaría. A propósito (señalando la carpeta a su lado), el juego visual con las visas alemanas sugiere que se trata de un asunto de suma importancia para el gobierno. Lo siento en el alma, por mí y por mis compañeros...

A la mañana siguiente viajábamos los tres a bordo de una furgoneta de la DSE rumbo a sendas prisiones entre Matanzas y Las Villas. Así fue cómo el negro Pomar despachó al liderazgo del grupo opositor al "universo concentracionario" castrista. Como ven, Luque Escalona estaba en lo cierto. Tanto más que el motivo del año de ñapa que nos echaron a los tres por difamación fue el calificativo de "amanuenses" endilgado en un panfleto por el Abicú a los diputados de la Asamblea Nacional de Focas.]

En realidad, los detractores de mi Alter Ego que osan atacar a plena luz del día se cuentan con los dedos de una mano y sobra el índice. Como en el caso de Luque, esa Bestia Blanca mía a la que al menos he de agradecer la sinceridad, los argumentos nunca van más allá de la invectiva sin otro fundamento que el compulsivo afán de usarme como chivo expiatorio de sus propios papelazos al meterse en camisa de once varas.

De hecho, no clasifican ni siquiera como argumentos
ad personae. Burdos o sutiles, esos esporádicos arranques de odio y/o despecho provienen de la disidencia culta. El gobierno y sus tapaderas exiliares, como la Asociación Encuentro de la Cultura Cubana (AECC), decretaron la conjura del silencio. Una táctica cuyo éxito está de antemano garantizado por la complicidad de unos intereses creados dentro y fuera de la Isla por la Nueva Política Cultural del régimen.

Sus beneficiarios directos o indirectos no deben hablar de Pomar ni en bien ni en mal, so pena de regañina o excomunión. La paradoja es aquí sólo aparente. El insólito mutismo gubernamental obedece a una táctica diversionista opuesta a la habitualmente usada para, por ejemplo, legitimar a la presidencia de la AECC, mediante diatribas en
La Jiribilla y otros medios afines, que la presentan oportunamente ante la opinión pública como una entidad del exilio duro.

En mi caso, las autoridades prescinden también de la estratagema contraria, consistente en deslegitimar a funcionarios o literatos renegados echándoles en cara su pasado de comecandela castristas. O bien, en defecto de evidencias capciosas, orquestando contra el tránsfuga en cuestión una permanente campaña de descrédito moral. Es lo que hacen señaladamente con Zoé Valdés, una escritora demasiado exitosa e irreductible a quien no hay forma humana de ignorar y los testaferros anónimos de la AECC involucran en este debate.

¿Qué finalidad persigue ese sinfín de comentarios cloacales? Elemental, justificar el mutismo de los aludidos rebajando el debate a la categoría de chisme y cochambre. Con todo, como las cataloga Schopenhauer en
El arte de tener razón, esos sofismas figuraban ya en el arsenal retórico del nihilismo ateniense. A día de hoy, contra lo que suele pensarse, no han perdido ni una pizca de su vigencia y eficacia argumental. Igual que en las altas esferas de la nomenclatura castrista, florecen en el caldo de cultivo favorable de un movimiento disidente adscrito al "vale todo" al "no hagan olas".

[Firma de la Carta de los Diez

Apenas días después de firmar la carta, acudo a una segunda cita a domicilio con la poetisa dispuesto a dar bajo su mando el segundo paso, relanzando a Criterio Alternativo como un grupo opositor con todas las de la ley, entiéndase liberal sin más etiquetas. Entre otras cosas, quizás por mi condición de políglota, por la autoridad del recomendante (Díaz Martínez) y porque para informarse acerca de mi persona bastaba con darse una vuelta por el Palacio del Segundo Cabo en la Plaza de Marte o la sede de la UNEAC, previa consulta o no con Luque Escalona y Velázquez Medina, me considera idóneo para las relaciones diplomáticas.

Amén del más común de los sentidos, es dueña de un cáustico sentido del humor y se propone provocar, chocar de frente con el régimen con acciones al borde, romper la rutina cartereana de los derechos humanos para plantear el problema en términos de desafío al poder. Acepto el cargo con una condición: ni crucificada debía retractarse en televisión, como hiciera en fecha reciente Tania Díaz Castro (por cierto, resurgiría de sus cenizas como el Ave Fénix para convertirse en una de las voces más lúcidas y coherentes del periodismo alternativo, fuente de referencia obligatoria del Abicú en
Cubanet).

Había un segundo aspirante a la plaza: un entenado monosilábico de Elizardo Sánchez Santacruz cuya candidatura la poetisa descartó de plano como un torpe intento de penetración por parte del líder la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN). Quiere el azar concurrente que se trate del mismo que, según la poetisa en Carta de ajuste, le recomienda los servicios de mensajería de Francisco Aruca, actualmente el quintacolumnista más rastrero del castrismo en Miami, para sacar al extranjero la Carta de los Diez.

Con Elizardo, intuyo, nace la leyenda negra silente del Abicú.
Malas lenguas de la UNEAC me habían pintado un retrato repelente de María Elena: ninfomaníaca, arrogante, ávida de protagonismo... En balde, por un lado, me ganaron de antemano para su causa el criterio de Díaz Martínez, la calidad tropológica y autenticidad subjetiva de la poética contestataria inherente a dos poemarios suyos leídos de un tirón. Por el otro, la tal ninfomanía sonaba más bien a elogio y gaje del oficio a los oídos de un hombre escarmentado de hembras con yos líricos pero polígamo impenitente él mismo. Sin dejar de ser agresiva y voluntariosa, aquella María Elena del verano del 91 no presumía de heroína ni de víctima; tampoco se planteaba ningún dilema entre poesía y política.

En cuanto al binomio arrogancia-protagonismo, son defectos consustanciales a todo escritor y requisitos sin-los-cuales-no que en los estadistas se llaman voluntad de poder. (El mero hecho de que yo haya tecleado este texto y Usted se lo lea prueba nuestra común inmodestia intelectiva). Y una fortísima voluntad de poder era justo el rasgo que el Abicú percibía encantado en aquella soberbia, agalluda "guajirita del Laberinto".


Merced a su osadía, Criterio Alternativo pasó a ser de inmediato el reto liberal más serio al régimen durante aquel álgido verano del 91. ¿Cuál no sería, pues, mi asombro al colegir que, si no era de su cosecha, estaba muy bien inventado aquel elitista "Prefiero vivir como poeta a morir como política" con que trucidó de golpe y porrazo su gigantesca figura en el imaginario capitalino, provocando de paso la muerte súbita por estampida del Leviatán anticastrista incubado al calor de su coraje y entereza.]

Tabú de lavar los trapos sucios en el ágora que el Abicú se empeña en romper por la sencilla razón de que nada le queda por perder, excepto la autoestima que ahora . Además de no ser un intelectual famoso como Zoé, de haber sido --pese al "rojo emblema"-- un militante "conflictivo" en las filas del PCC igual que en las disidentes, razones anecdóticas que enseguida saldrán a relucir demostrarán al lector por qué, dada la abstinencia de sus opositores al respecto, el antídoto oficioso idóneo contra el virus abicueril en las filas disidentes es la ley del silencio.

Tanto más cuanto que en mi caso, como en el de otros réprobos no prominentes, el ninguneo y la labor denigratoria corren hoy, como en el verano del 91, con mayor eficacia a cuenta de antiguos correligionarios de la oposición que cojean de la misma pata mitológico-autoritaria del Palacio de la Revolución. Vocacionalmente adictos al mito oficial de la heroicidad y, por ende, reacios ellos también a cualquier criticismo mutuo, el choque frontal con las malas pulgas del Abicú estaba programado, como se verá en la siguiente escena:

[El secretario ideológico se desencadena

María Elena Cruz Varela ha sido propuesta como candidata al Premio Nobel de la Paz, circunstancia que el Abicú estima sumamente provechosa para el prestigio del grupo. Sin embargo, Laocoonte vocacional como es, pronto empieza a percartarse del desarrollo de ciertos cambios sutiles en el comportamiento de la poetisa. Teme un trastrueque de prioridades entre fama y liderazgo.

Como por arte de magia, la junta directiva ha crecido con un nuevo miembro inconsultamente electo y puesto por los cielos por María Elena. Es un mulatico simpático, esbelto y fácil de jeta que prologa todos sus planteamientos con un "Como bien dijo María Elena", "María Elena tiene toda la razón cuando afirma que...". ¿Saben ya por dónde voy?

Culto a la personalidad en ciernes con ayuda de advenedizos incondicionales. Halalevas independiente o socorrida táctica de la Seguridad del Estado consistente en explotar la vanidad del jefe a fin de penetrar mejor al grupo. Hasta hoy carezco de respuesta sobre el particular, pero es el caso que la mala espina que me clavó en la corteza cerebral aquellos introitos rastreros se enconó al instante.

A juzgar por la apariencia física del colérico esposo de la poetisa, edad y estampa se me antojaron escogidas especialmente para seducirla. Me puse en guardia. A más tardar al segundo cónclave en que intervino aquel Adonis ceciliano, el ex secretario ideológico de la Editorial Arte y Literatura lo paró en seco a mitad de referencia: "Por una cuestión de orden, aquí hablas cuando tengas algo útil que plantear por cuenta propia. Lo que María Elena (rictus de resignación) haya dicho o dejado de decir, nosotros, que la conocimos antes, lo sabemos mejor que tú. ¿Entendiste?" El quídam (olvidé su gracia) no volvió a incordiarnos, empero fue el único dirigente del grupo que no compareció ante los jueces decembrinos.]

22 comments:

Anonymous said...

Este texto esta mas enredao que un plato de spaghetti.

Como escritor eres un rotundo fracaso, Abicu, y aqui bien lo demuestras. No hay quien descifre este sancocho. Lo unico que se capta de el es que se inunda y se ahoga en mala leche.

Uffff.

Anonymous said...

Antes de que la ola de criticones vuelva a lo suyo, muchas gracias otra vez, Pomar.

buenavistavcuba said...

!Que dificil es escribir la historia con claridad!.

Anonymous said...

"Antes de que la ola de criticones vuelva a lo suyo, muchas gracias otra vez, Pomar".

LOL, ganaron los acolitos, casi siempre que pasa igual sucede lo mismo.
Y es cierto, la mala leche se extiende. Tiene la culpa la Sra. Maria Elena si el senor Pomar ha sido Ninguneado, postergado o puesto bajo status de... preterito? No me parece. Por otra parte, no veo por que Maria Elena tendria algo que aludir a todo esto, la verdad, seguramente eso es lo que esta esperando Pomar para que esto tome la categoria que el espera. MALA LECHE ES, si.

Anonymous said...

Anónimo oo:34, no estás bien encaminado porque yo no soy acólito de Pomar. La verdad dicha por varias personas se coteja en el medio, ¿no?


Anónimo 01:31

Anonymous said...

La verdad es que yo no me entero de ná. Lo único que saco en claro es que el abicú se siente ninguneado y que se sacó del tintero el último de los calificativos usados por la seguridad del estado cubana en contra de la poetisa (ninfómana) En cuanto al texto, bravo Abicú! Sigues fiel a tu estilo: Incoherencia en estado de gracia!. A clases de redacción española muchacho, que nunca es tarde pá aprender!. Arnaldo

Anonymous said...

Pudieras poner una cronologia de todo esto, ralmente, tanta pasion me impide de seguir lo que paso. NO es una critica malsana, soy de otra generacion y me quedo fuera con este hecho
Gracias Abiku

el culto a la personalidad y la famosa facedera de heroinas me la tiene pela!!!

Anonymous said...

Hubiera sido genial que Shopenhauer hubiese escrito este articulo y que el Abiku fuera solamente el traductor......... Estoy seguro de que todos entenderiamos esta tramoya con mucho mas claridad. Algo que me llama la atencion es el hecho de que menciona que "los aludidos" no se han dado por enterado, era era la finalidad de todo este embeleco?

Anonymous said...

este Arnaldo siempre tan despistao...
Matojo

Anonymous said...

Todo está claro cuando el autor afirma que Tania Díaz Castro es, en Cubanet, "fuente de referencia obligatoria del Abicú en Cubanet" Está "estilisticamente" perdido, el pobre!

Anonymous said...

Gracias Abicu

Cristina García said...

Pomar, no esperes mucho de los insulares. Cierta fatal tendencia al caudillismo, ahora con faldas, nos incapacita para asimilar las críticas. Los ídolos son infalibles.

Anonymous said...

Caudillismo con faldas, pero que estupideces dice la gente. Pomar, aparte de ir a clases de redacción tu mismo manda a tus "acólitos" a rehabilitación cerebral, lo necesitan.

Anonymous said...

Me da risa. Claro, despues de 15 años viviendo en Alemania Pomar perdio su condicion de insular, por ende, es sólo así que podemos esperar algo de el.
Y aqui va la cuarta taza para el que no quería caldo.
La señora Cristina seguramente pensó que usar el manido término de Caudillo con Faldas, aunque no aplicable, la haría lucir inteligente, cuando menos, interesante. Hasta donde me consta, Maria Elena vive sola y no pertenece actualmente a grupo alguno; no se me antoja modo mas lamentable para manifestarse como caudillo con faldas, la verdad. Es mas, ni siquiera se manifiesta como tal usando adelantos tecnologicos como internet o el telefono (el propio Pomar lloriquea en el primer artilugio (perdon, quise decir Articulo)al respecto. En la mente de Cristina seguramente subyace aquello de....."si alguien me tiene que seguir jodiendo, prefiero que siga siendo un cabron hombre".
Pomar, hablando de tantas verdades, enviaste a alguien a preguntar a Maria Elena en su blog si ya estaba al tanto de estos post?
Atentamente:

Zulma Aviles, Ciudad de Miami, Ciudadana Americana, hastiada de la porqueria patriotica.

Anonymous said...

Quizás Zoé Valdés sea famosa... pero intelectual???

Anonymous said...

Bravo Zulma, me encanto tu post!!!
Y dices verdades como templos. Un abarazo.

Anonymous said...

Al idiota del post de las 9:26

Entiendo que en tu condición de mediocre resentido las heroinas y otras genialidades te "la pelen".
No pasa nada, sigue fiel a Pomar, que ese no tiene nada de genio ni de héroe. Reconocete en el como frente a un espejo. Tal para cual.

Cristina García said...

Zulma, dime, ¿quién más habla del caudillosmo con falda?
Me encantaría intercambiar opiniones con alguien que entiende tan bien a los cubanos hastiados de la porquería patriótica. Y creo que debo decirte que haces muy mal tratando de adivinar qué quise decir con esto o aquello, o lo que subyace en el fondo de mi mente. Dije lo que dije. No me importa impresionar a la crápula que pulula por el limbo de la blogosfera (eso ya deberías saberlo si te lanzas a descifrar mis comentarios como quien me conoce) y me gusta como Pomar le dice al pan pan.
¿Hay algo de lo que acabas de leer que no fueras capaz de entender? Con un poco de esfuerzo y buena voluntad creo que hasta tú lo vas a lograr.

Anonymous said...

Cristina, "mijita" aquí nadie trata de adivinar que piensas, dios nos libre de labores escatologicas profundas. Ya sabemos que dijiste lo que dijiste, que otra cosa si no.
En una cosa tienes razón, hay mucho crapuloso en el ciberespacio, no hay más que leerse al traductor para constatarlo.
Zulma, ignora a esta "zumbada", creo que se fumó la colilla del puro de POmar.

BuenavistaVCuba said...

Estos articulos son como las reflexiones del Comandante en Jefe, se publican pero no se tienen en cuenta... vaya no se responden..., por las aludidos.

Anonymous said...

Cierto, este post no ha recibido respuesta de Cruz Varela, de hecho el señor Pomar entró en el blog de la escritora para preguntarle, de una manera ridículísima, si no habrá respuesta. Jajaja. Yo me pregunto:¿es que hay alguna pregunta en el libelo de Pomar?.
No creo que Maria Elena responda al señor tradutor. Para qué?.

Anonymous said...

http://abiculiberal.blogspot.com/
No hay (habrá) respuesta?

Este es el impúdico reclamo del Pomar en el blog de Maria Elena.