Thursday, 10 March 2011

Cuba antes de la debacle arqueológica del 59 (I-IV de VIII)

O lo que se llevó aquel vendaval estudiantil brotado del vientre "bonchista" del Alma Mater







6 comments:

Jorge A. Pomar said...

Gracias (a nombre del autor peruano desde luego), Cristy, Kathy, Buría, Güicho, Jorge Luis y anónimos. Sí que Mendívil es un sudaca fuera de serie: “interesante”, “con una perspectiva melancólica y realista”, un “atracón” de buena letra, ironía a granel y honestidad subjetiva. Por lo que me atañe, Buría (atinado comentario), para gustos se han hecho colores: es verdad que, si bien no nos faltan puntos de contacto, el estilo de Mendívil y el del Abicú difieren. Tampoco podía ser de otra forma. Mi nota introductoria no alude tanto a ese género de coincidencias como a cierta simetría inversa en nuestros respectivos destinos migratorios que sin duda ya el videoclip de Memos e.V. con el Abicú ilustrará mejor cuando lo suba.

Chocolatico, como las pocas canas que peino no me han salido por gusto, soy testigo ocular de que, en efecto, la cadena Hilton sólo administraba el hotel homónimo en L y 23. Por azar, este servidor y su familia moraron hasta el funesto año de la Ofensiva Revolucionaria en el solar sito en el # 459 de la calle Corrales entre Ángeles e Indio, barrio de Jesús María. A lo sumo, tres o cuatro puertas más allá en dirección al Mercado Único una cancela daba acceso a una de las sedes del mencionado gremio. Los dividendos servían, entre otras cosas, para garantizar el retiro de los jubilados del sector gastronómico. He ahí una prueba elocuente del ambiente de progreso social imperante bajo el demonizado Batistato. Realidad que muchos ignoran pero que las tozudas secuencias de archivo en esos ocho vídeos les vuelven a meter por los ojos a mitómanos, demagogos e incrédulos.

En cuanto al convite que acabas de hacerme, Jorge Luis, públicamente a través del comentario reproducido ahí arriba, para atajar a tiempo a la insomne recua de testaferros ciberespaciales de la DGI siempre en busca de ocasiones calvas, debo decirte que, viniendo de ti, persona cuya honestidad disto mucho de poner en tela de juicio, me honra esa rara muestra de franqueza y confianza hacia mi controversial Alter Ego. Sin embargo, mi respuesta de entrada y salida es un NO mondo y lirondo. Sobre mis razones para desairarte pienso explayarme en breve. Por lo pronto, visto que el tema lo amerita, lo dicho: te agradezco a la vez gentileza e inspiración, adelantándote que el post ad hoc --por cierto, bastante a tono con el tema-- no irá en modo alguno personalmente contigo…

Saludos a todos,
El Abicú

Anonymous said...

Impactante, lo veo y no lo creo.

Reflexiones de Chocolatico Pérez said...

Cuanto se perdió Caballeros, coñó!

Abicú hay que tener sangre fría para resistirse al encanto del bueno por conocer..., pero a ese Gadafi debían echarselo y si los buenos salen malos echárselos también, a fin de cuentas el Intelectual de La Habana sigue oteando gracias a que otro pendejo, Kennedy no actuó.

Michell Pérez Acosta said...

No hay perdón...q nos han hecho!!..sin rival a la vista en América y en medio mundo en aquel entonces..ahora tampoco tenemos rival, claro, somos el último en la carrera del progreso, d lejos..

Anonymous said...

Sr. Pomar,
Muy lindos los videos, pero cabe preguntarse por que en esa Cuba solo hay blancos? Solo alcance a ver un ni~o negro comiendo una naranja en el primero video. Sera que todos estaban ocupados en los ca~averales o sera que no tenian acceso a los avances de la ciudad capital?
Un saludo y una felicitacion por el excelente analisis sobre el asunto libio y la reaccion de Sarkosy.

Lord Voldemort.

Cristina García said...

"Sera que todos estaban ocupados en los ca~averales o sera que no tenian acceso a los avances de la ciudad capital?"
Cuesta creerlo, pero no todos los habitantes de un país viven en la capital.
Si un documental se refiere al crecimiento de una ciudad, las imágenes son de la ciudad. En aquella Habana no se le prohibía a nadie, ni negro ni de ningún color, vivir si quería. Por razones que seguramente el sensible lector debe conocer, los negros tenían sus clubes y sociedades aparte de los blancos. Prosperaban, estudiaban y vivían según su esfuerzo y capacidad, al margen de disposiciones gubernamentales. Al contrario del sistema de cuotas impuesto por el castrato, en el que se declara qué porciento de mujeres, jóvenes y negros tienen que tener todos los niveles del gobierno, en el período que describe el video, los negros llegaban tan alto como se esforzaban por llegar, igual que las mujeres y los jóvenes (el golpe de estado del '59 fue comandado por uno que no pasaba de 33 años, con una banda de otros igualmente jóvenes). Implicar que no había negros en la capital por racismo es, además de falso, tendencioso y malintencionado. Suponerlos en barracones cortando caña mientras los blancos mejoraban su vida en la ciudad es el pilar sobre el que se está construyendo una peligrosa pared de división para el futuro entre los cubanos, con los negros en perpetuo llanto pidiendo reparaciones de los blancos por ciertas y ficticias afrentas del pasado en lugar de trabajar y esforzarse para salir adelante como personas capaces que son.
Saludos, milord.