Y de paso confiesa los motivos para incumplir de nuevo la promesa de mantenerse en contacto con nuestros lectores
Por Jorge A. Pomar, Colonia
[Post en procesamiento]
En cuanto al enésimo incumplimiento de mi promesa de actualizar el blog con borradores durante las vacaciones de verano, lamentablemente el panorama de la oposición (insular y exiliar) y de la oposición, mayestáticamente definida por nuestro inefable CAM como “democrática” (por contraposición a nosotros los “fachas” reacios a la corrección política), es ahora mismo tan deprimente que a todas luces me quedé corto con mis peores predicciones de naufragio: ni siquiera se han percatado de que, si acaso alguna vez representaron un desafío verbal de cierta seriedad frente la propaganda oficial rato ha que ya dejaron de existir a todos los efectos prácticos.
Por iniciativa propia, a fuerza de patriotería barata, redundancia histórica, esnobismo retroprogre, simplonería maniqueísta y, sobre todo, falta de sentido común y del humor. El resto, egolatría obsesivo-compulsiva al estado de máxima pureza, daría pena si no diera grima. Aburre hasta el bostezo jurásico el anacrónico heroísmo policialmente autorizado de las Damas de Blanco & Apoyo.
Tanto como las manidas proclamas y elucubraciones de sus Doce Apóstoles; los vídeos con manifestaciones performáticas dizque cada vez más respaldadas por eso que graciosamente llaman "el pueblo"; las cibercacareadas metamorfósis regresivas ad hoc de nuestros opulentos cantores del Biranato...
Menos mal que --aunque a media lengua enredada, pues siguen prevalenciendo los habituales golpes de pecho y cantos de victoria-- ya se empieza a hablar de “crisis de la oposición" (interna y externa) que, como sentencia el aforismo criollo, “Si es un perro, nos muerde”.
Nada que añadir, por tanto, a lo mil veces redicho en este blog iconoclasta.Y la verdad es que lo estábamos pasando tan “de puta madre” en el Anda Lus que, a pesar del servicio de Internet gratuito ofrecido por la municipalidad en las principales plazas de la villa, por más que me esforzase no hallaba motivos para volver a zambullirme en semejante estupor más allá del pase de revista matutino a los anodinos titulares... (cont...)